Beneficios y desventajas del champú en barra que promete cuidar el cabello y el ambiente
Vas caminando por los pasillos del supermercado, buscando algún champú que regrese el brillo a tu cabello, que lo limpie pero que los cuide y nada te llama la atención pero allí, junto a las bath bombs, esas esferas fascinantes para la bañera, está el champú en barra. ¿Qué? Sí. Una barra colorida que ofrece cuidar de tu cabello y del ambiente, práctica para ir de viaje, y aparentemente muy duradera. Suena demasiado perfecto para ser real.
La verdad es que los champús y acondicionadores en barra están de moda porque forman parte de las iniciativas de producción sustentable, de procurar procesos más naturales y ecológicos para nuestro cuidado personal. Son versátiles y esto está en sintonía con algunas tendencias actuales.
Para su fabricación y uso se gasta menos agua, sus residuos suelen ser biodegradables, y sus empaques suelen ser también menos agresivos con el ambiente, con lo cual se supone que no contaminan como pueden hacerlo los champús industriales que tienen sulfatos y otros químicos, además de envases plásticos contaminantes. Sin embargo, según afirma Brianne West, fundadora de Ethique, la primera marca de belleza sin desperdicios del mundo, a StyleCaster “un buen champú sólido debe hacer lo que hace un buen champú líquido: dejarte cuerpo y brillo, sin resecar el cabello ni agregar demasiada acumulación”.
En este sentido, la cosmetóloga y asesora de consumidores de productos de belleza con base en Alemania, Johana Méndez, explica que para que estos productos puedan ser beneficiosos para la salud de nuestro cabello hay que cambiar algunos paradigmas en cuanto al uso del champú.
“Estos productos suelen ser muy suaves, y al ser en barra la dosificación es menor que en el caso de los líquidos, que se aplican sin disolver y de raíz a puntas, y, en consecuencia, usamos más ingredientes químicos agresivos, que además para enjuagarlos requieren de mucha más agua”.
“Para el uso del champú en barra, puede aplicarse frotando la barra directamente en el cuerpo cabelludo, pero en general la forma de aplicación más recomendada es frotando la barra entre las manos para generar espuma y con esa espuma es que nos lavamos el cabello evitando las raíces. Esta espuma es muy sutil y aquí justamente yace el cambio de paradigma”.
Alternativas y cambios
“La función de las glándulas sebáceas en la piel es lubricarla y esa grasa, también presente en el cuerpo cabelludo, es normal. El asunto está en que cuando usamos champús con sulfatos y otros ingredientes químicos para limpiar a fondo esa grasa, las glándulas entienden que eliminaste la lubricación natural y se estimulan para producir más grasa. Allí empezamos a sentir que nos dura muy poco el cabello limpio y volvemos a lavarlo con productos agresivos”, explica Méndez y agrega que, de este modo, generamos un círculo del que es difícil salir.
“Con la eliminación total de la grasa se altera el pH del cuero cabelludo y, paradójicamente, se puede resecar. Cuando queremos cambiar a este tipo de champús más naturales y suaves, sentimos que no son efectivos porque no limpian al máximo la grasa que tus glándulas están produciendo en exceso. De manera que, al iniciarnos en este tipo de productos, se necesita un periodo de adaptación y comprender que no están diseñados para eliminar toda la grasa, sino que ofrecen ser respetuosos con la propia biología”.
Méndez comenta que los champús en barra producidos profesionalmente por marcas reconocidas en esta materia suelen estar formulados con un pH neutro que no altera el del cuero cabelludo, de manera que ofrecen limpieza sin romper el equilibrio y las glándulas sebáceas se calman, pero este proceso requiere paciencia y varias lavadas determinadas por las características de nuestro cuero cabelludo.
En este proceso encontramos otra desventaja: con el uso del champú en barra podríamos sentir una textura diferente en el cabello, pues los agentes limpiadores de estos productos sólidos son de textura más cerosa y podrían quedarse en el cabello, según afirma Jon-David, estilista y autor con base en Chicago, a StyleCaster.
Por otra parte, estos productos, específicamente los artesanales, ameritan atención especial por distintos factores que hacen que su efectividad sea cuestionable. En primer lugar, al ser artesanales no son controlados en su producción, con lo cual no tenemos garantía de su calidad. Tampoco tendríamos certeza de que estén realmente balanceados en el pH, con lo cual nos estaríamos arriesgando a que en lugar de equilibrar nuestro cuero cabelludo, lo estamos alterando.
Estas alternativas son interesantes siempre y cuando tomemos siempre las medidas de higiene y calidad para garantizar nuestra salud. Un producto que nos permita limpiar nuestro cabello, preservando el equilibrio del pH, y que además sea amable con el ambiente será beneficioso, sin lugar a dudas, pero usándolo guiados por objetivos racionales que nos aporten bienestar.
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