Así afecta la menopausia al cabello y a la piel: soluciones y cuidados
El ciclo de la vida fluye y nos lleva, inevitablemente, al cambio en muchos sentidos. Así, el envejecimiento natural pasa por distintas etapas y con él llega la menopausia.
Sufrimos cambios, positivos y negativos. Tenemos nuevas sensaciones que nos van indicando que una vez más nuestro cuerpo cambia. Esto ocurre, por lo general, entre los 45 y 55 años de edad, cuando los ovarios dejan de producir estrógeno y progesterona.
Suele determinarse cuando una mujer no tiene el período menstrual durante un año, pero los síntomas pueden hacerse presentes tiempo antes de llegar a este momento. Entre estos, los más comunes son, según Medline Plus, publicación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, los calores o la sudación nocturna, resequedad vaginal, dificultad para concentrarnos, cambios en las menstruaciones regulares, presentándose más o menos abundantes y más o menos duraderas; aparición de más vello facial y disminución de la cantidad de cabello. ¡Sí! Hasta el cabello cambia.
Seamos sinceras. Todas nos preocupamos por la llegada de ese momento. La incertidumbre a veces nos agobia, pero entender que es una etapa natural de la vida y que no estamos solas en ese camino aligera la carga.
Nicolás Mendoza, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia consultado por la revista SModa de El País de España, explica que entre las preocupaciones frecuentes manifestadas por las mujeres que se acercan a la menopausia toman un lugar destacado el cambio en su calidad de vida, el aumento de peso, cambios en la vida sexual y, por supuesto, cambios en su aspecto, asegurando que cada vez hay mayor consciencia entre las mujeres de que los cambios hormonales influirán en el cabello y la piel.
Y es que al disminuir la producción de hormonas, también desciende la de colágeno, elastina, y ácido hialurónico y en consecuencia la piel pierde jugosidad, elasticidad, firmeza y se torna más reseca. Esto también influye en los cambios de humor, y a su vez, el estrés, influye en el aspecto de nuestra piel.
Para minimizar lo inevitable, se recomienda comenzar antes de que lleguen esos días a proteger y ayudar a nuestra piel con productos cosméticos diseñados para nuestra edad -no para mayores- que contengan retinol y vitamina C; y con el uso diario de protector solar que evitará la aparición de manchas y retrasará el envejecimiento prematuro. Además, debemos incorporar a nuestra dieta frutas y vegetales ricos en antioxidantes que alimentan nuestra piel desde adentro.
En cuanto a la medicina estética, existen tratamientos con ácido hialurónico, peelings, láser, tratamientos despigmentantes que contribuirán a preservar la elasticidad y reafirmar las estructuras; pero todos dependerán del diagnóstico del experto. Pensemos con optimismo que la mayoría de los tratamientos y productos cosméticos están diseñados justamente para esta etapa de nuestra vida.
Cabello radiante
Hacer ejercicios frecuentemente, alimentarte mejor, hidratarte adecuadamente y descansar lo necesario son hábitos ara practicar en cualquier etapa de la vida, y justo antes, durante y después de la menopausia serán muy agradecidos por tu cuerpo porque minimizarás la carga natural de síntomas que vienen en esta etapa.
Entre los síntomas que se pueden observar en el cabello son la disminución de la cantidad cabello y la resequedad. El cabello puede parecer y sentirse más fino porque la disminución de estrógenos influye en la densidad capilar. Para solucionarlo es recomendable no solo usar productos para provocar mayor volumen sino respetar la fragilidad del cabello. Ser gentil al secarlo, peinarlo y verificar con los especialistas que los tintes y tratamientos químicos a emplear sean adecuados para nuestro tipo de cabello.
Con relación a la resequedad. Sentiremos el cabello áspero y poco manejable. No hay que desesperar, solo hay que adaptarse a las nuevas necesidades de nuestro cabello y atenderlo con nutrientes, mascarillas, e hidrataciones profundas. Los aceites como el argán para peinarlo serán también muy convenientes para conservar la humedad en las fibras.
Amor integral
Querernos, cuidarnos y protegernos debe ser tarea prioritaria. El optimismo y una buena actitud son determinantes no solo para el éxito de cualquier tratamiento, sino para la salud en general. Para eso, en lugar de preocuparnos, conviene enfocarnos en lo positivo que es dedicar tiempo para nuestro propio bienestar.
El Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de Estados Unidos sugiere que para mantenernos saludables durante y después de la menopausia es recomendable realizar actividad física la mayoría de los días de la semana durante al menos 60 minutos; seguir una alimentación saludable con bajo contenido de grasas y colesterol, que incluya muchas frutas, verduras y granos integrales; evitar el estrés; y visitar al médico para chequeos regulares.
Asimismo, además de los tratamientos y recomendaciones que el especialista indique para tratar con eficacia los síntomas de la menopausia, hay algunas prácticas caseras que contribuyen a nuestro bienestar durante esta etapa.
Según, la Oficina de Salud de la Mujer de Estados Unidos, el yoga, el tai chi y la acupuntura pueden ser aliados muy útiles para minimizar los malestares, tales como dolores musculares y en las articulaciones, mejorar el sueño y el humor. Además, revela que un estudio determinó que la hipnosis ayudó a disminuir los sofocones a 74% de las pacientes participantes. ¡No hay que dudarlo más! La menopausia es buen momento para tener nuevas experiencias que nos conecten con sensaciones diferentes y energías renovadas.
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