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Sumida en llanto, Margelis Tinoco dice no saber qué será de su vida tras la decisión del presidente Donald Trump de cancelar este lunes un programa que permitió a casi un millón de migrantes pedir citas de asilo para ingresar legalmente a Estados Unidos.Tinoco, colombiana de 48 años que emigró desde Venezuela con su esposo y un hijo, se enteró de la suspensión cuando acudía a su cita este lunes en un puerto fronterizo de la mexicana Ciudad Juárez (norte).Lo supo casi al mismo tiempo que Trump asumía para un segundo mandato, prometiendo una guerra sin cuartel contra la migración ilegal y desactivando la aplicación móvil CPB One, mediante la cual se programaban las citas."¡Mira lo que dice!", expresó la mujer señalando la pantalla de su celular en la que se leía: "Las citas existentes programadas a través de CBP One ya no son válidas"."Ya no se qué va a ser con mi vida", afirmó Tinoco vestida con gorro, saco y guantes de lana para protegerse de temperaturas que han bajado a menos tres grados centígrados.Trump declarará la frontera en "emergencia" para detener "toda entrada ilegal", al tiempo que promete deportar a "millones de extranjeros criminales"."Que tenga compasión y nos deje cruzar, que nos dé un apoyo, que nos apoye porque venimos (...) con seis meses de sufrimiento", suplicó a Trump la colombiana, tan devastada que terminó arrodillada frente a un poste metálico. Tinoco se refería al tiempo que lleva viajando desde que salió de Venezuela.La aplicación fue habilitada por el mandatario demócrata Joe Biden y logró reducir los cruces ilegales, a menudo coordinados por traficantes de personas.Según el gobierno estadounidense, en el año fiscal que terminó en septiembre pasado las autoridades registraron 2,1 millones de encuentros con migrantes en situación irregular en la frontera sur, frente a los casi 2,5 millones del período anterior.- Incertidumbre - La frustración se extendió entre los migrantes en Ciudad Juárez y Tijuana que habían conseguido cita tras múltiples intentos y largos y peligrosos viajes desde sus países, de donde salieron huyendo de la pobreza, la violencia o de gobiernos autoritarios."Ahora no sabemos qué va a pasar", comentó desconcertado Antony Herrera, venezolano de 31 años, quien tenía cita este lunes en Tijuana (noroeste) junto con su esposa y tres hijos. Herrera forma parte de los más de siete millones de venezolanos que dejaron su país desde 2014 por la crisis que alcanzó un nuevo pico con la cuestionada reelección de Nicolás Maduro y que podría ahondarse con el regreso de Trump."Siento que ya no nos quieren allá (...) Tampoco puedo esperar a que simplemente tengan misericordia con nosotros, es mejor que ya nos digan si va a haber una oportunidad o ver qué hacemos", señaló también en Tijuana otro venezolano de 25 años, quien se identificó como Jorge.Las autoridades del gobierno de Baja California, donde se ubica Tijuana, ofrecieron trasladar a albergues a los migrantes a los que les fue cancelada su cita de CBP One. Sin embargo, algunos migrantes rechazaron la propuesta. "Yo me voy a quedar aquí, esperemos que con la bendición de Dios voy a pasar", dijo un hombre que se identificó como Manuel, de 37 años, originario de Ecuador. En su discurso de posesión, Trump anunció que restablecerá el programa "Quédate en México", mediante el cual los migrantes gestionaban sus solicitudes de asilo desde el país vecino.Pero para ello requiere el acuerdo de México, su socio en el tratado comercial T-MEC, al que amenaza con imponer aranceles.Durante el primer mandato de Trump, el gobierno mexicano aceptó recibir a deportados de otras nacionalidades a cambio de que el republicano retirara sus amagos arancelarios.Este lunes, antes de la investidura del magnate, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, defendió los logros del CBP One y reiteró que México recibirá a sus nacionales deportados, sin mencionar cómo procederá frente a otros extranjeros expulsados de Estados Unidos.Por su parte, el gobierno del fronterizo estado de Tamaulipas dijo que tiene albergues listos para los mexicanos que sean repatriados. - "Hay que seguir adelante" - En tanto, ignorando las advertencias de Trump, cientos de migrantes partieron este lunes desde la mexicana Tapachula (sur, fronteriza con Guatemala) con la intención de llegar al extremo norte.A pie, con precarios equipajes y en algunos casos empujando a sus hijos en coches, los migrantes salieron en caravana de madrugada. Por lo general, estas movilizaciones buscan presionar a las autoridades mexicanas a expedir permisos para transitar por su territorio."Estoy un poquito asustado porque con todo lo que hemos luchado, con todo el sacrificio que hemos hecho es muy duro que nos cierren las puertas", dijo Jefferzon Celedón, venezolano de 24 años.Pero "hay que seguir hacia adelante", manifestó a su vez Leonel Delgado, venezolano de 42 años, sin resignar la esperanza.str-ai/axm/jla/mel/mar