Chris Isaak deslumbra con sus canciones en un abarrotado Bilbao BBK Music Legends
Bilbao, 24 jun (EFE).- El músico y compositor californiano Chris Isaak ha deslumbrado esta noche con sus canciones y el entusiasmo que ha desplegado sobre el escenario en la última jornada del festival Bilbao BBK Music Legends en la que se ha colgado el cartel de entradas agotadas.
El festival ha cerrado su sexta edición, segunda en el Bilbao Arena, con una calurosa velada en la que ha brillado el cantante y compositor estadounidense, que se ha sumado así a la nómina de leyendas del festival vizcaíno, al igual que han hecho The Waterboys, con un sólido y rockero concierto.
Sin embargo, la actuación estelar de la jornada, y del festival, ha sido la que ha brindado a las miles de personas que han abarrotado el recinto Chris Isaak, que ha cautivado a los asistentes con su inconfundible voz y sus clásicos bien mezclados con las versiones de temas de otros artistas.
El veterano músico ha mostrado oficio y entusiasmo sobre el escenario y una enorme complicidad con su banda, y ha tenido el detalle de nombrar a la asociación vizcaína contra la ELA Dale Candela, creada por amigos de Jaime Lafita, aquejado de esa enfermedad que se encontraba entre el público.
Isaak ha arrancado con “American boy” y ha continuado con “Somebody's crying”, uno de sus clásicos, antes de abandonar el escenario para cantar entre el público las baladas “Waiting” y “Don't leave me on my own” y dejarse fotografiar y grabar en vídeo por cuantos teléfonos móviles han salido a su paso.
Con el público ya rendido, ha interpretado “I want your love”, antes del clásico e inolvidable “Wicked game”, que de nuevo ha encendido las cámaras de los móviles, y de “Go walking down there”, tema con el que Chris Isaak ha dejado ver su faceta más rockera.
“Speak of the devil” y “Oh, pretty woman”, de Roy Orbison, han dado paso a un momento más íntimo, con los músicos reunidos al frente del escenario en el que se han escuchado canciones como “Forever blue”, “Two hearts” y otro de los clásicos de Roy Orbison, “Only the lonely”.
El público disfrutaba de las canciones, bailaba, ha sonado “Dancin’”, las parejas se abrazaban tal y como ha pedido el propio Isaak antes de interpretar el “Can't help falling in love”, y todos han coreado el “Blue hotel” con el que se ha iniciado la última parte del concierto.
El estadounidense y su banda han encadenado. para acabar, “SanFrancisco days”, “Notice the ring” y “Big wide wonderful world”; ytras un cambio de traje de Isaak, "Baby did a bad bad thing”, el tema en español "La tumba será el final”, y “The way things really are”, con el que Isaak se ha despedido convertido en leyenda.
Mike Scott y sus Waterboys han sido la otra propuesta destacada de la jornada y no han defraudado al público con una notable actuación en la que han dominado los sonidos rockeros desde el comienzo, cuando han interpretado “Where the action is” y “Glastonbury song”.
Después “A girl called Johnny”, que aparecía en el álbum con el que debutaron en un lejano 1983, ha dejado paso a un momento más relajado con Scott y su guitarra acústica y el “This is the sea”, tras el que ha presentado a los miembros de la banda para iniciar el gran momento de la actuación.
Ahí, The Waterboys ha encadenado “Fisherman's blues”, uno de esoshimnos que Scott y su banda han creado en su larga trayectoriamusical, la emblemática e imperecedera “The whole of the moon” y labrillante “The pan within”, con el “Because the night” de Patti Smith como introducción.
Esas tres canciones han hecho levantar al público de las gradas de sus asientos, han encendido los móviles para mantener vivo en el recuerdo esos instantes y han elevado, más si cabe, la temperatura de un pabellón que trataba de refrescarse a base de cervezas y abanicos.
Y para terminar, Scott y compañía han dado una vuelta de tuerca más a su enérgico concierto con “Medicine bow" y el tema “In my time on earth”, pleno de intensidad que ha servido para cerrar por todo lo alto el paso de The Waterboys por el Bilbao BBK Music Legends.
Juan José Gutiérrez
(c) Agencia EFE