Cindy Crawford y una tragedia familiar que la marcó para siempre
Cuando Cindy Crawford era tan solo una niña, sufrió una dura pérdida que la marcó para siempre. Su hermano Jeffrey, de tan solo tres años, murió luego de una batalla contra la leucemia. Hoy, a los 58 años, la modelo habló con sinceridad sobre el tema y reconoció haber experimentado durante mucho tiempo la “culpa del superviviente”.
Durante su participación en el podcast Kelly Corrigan Wonders, el sábado pasado, la modelo contó que se apoyó en sus hermanas, Chris y Danielle, con quienes sufrió la tragedia en carne propia. Después de tres niñas, su padre, John Crawford, anhelaba tener un varón, razón por la que la llegada del pequeño Jeffrey alegró mucho a la familia.
“Mi padre quería un niño, así que el cuarto fue el varón. Cuando pasó todo creo que hubo mucha culpa”, dijo durante la charla con Kelly Corrigan y su colega, la modelo Christy Turlington. “ Es como la culpa del superviviente de los otros hijos, sobre todo porque sabíamos que mi padre quería un varón. Teníamos la sensación de: ‘debería haber sido una de nosotras’ ”, continuó.
“Durante años mis hermanas y yo tuvimos las mismas pesadillas: debería haber sido una de nosotras”, añadió Crawford. La modelo tenía tan solo 9 años cuando murió su hermano menor. Lo trágico de la situación la llevó a hacer terapia desde niña y a trabajar sobre cómo sanar la situación.
“Hace poco, durante los tiempos del covid, estuve haciendo algo de coaching. Tuve tiempo para trabajar de verdad. Una de las preguntas que me hizo el coach fue algo como, ‘¿Qué necesitabas escuchar en ese momento que no escuchaste?’, y ahí me di cuenta de algo”, compartió con sinceridad. “ ’Sí, estamos muy tristes de que Jeff haya muerto, pero estamos muy contentos de que estés aquí', eso me hubiese gustado escuchar, pero sé que mi madre no pudo hacerlo, tenía 26 años y acababa de perder un hijo ”, reflexionó.
La superestrella, que tiene dos hijos, también habló de la diferencia con la que se abordaba el tema de la muerte en aquel momento. “Recuerdo que cuando volví al colegio tras la muerte de mi hermano, ni una sola persona me dijo nada. Solo un chico que dijo: ‘Vi en el diario que se murió tu hermano ¿Es verdad?’”, recordó. “Fue tan directo, pero él no sabía qué decirme. Estábamos en tercer grado”, explicó.
“Tristemente, mis dos hijos han perdido amigos, por accidentes de auto o sobredosis de fentanilo y todas las cosas locas que estos jóvenes están experimentando ahora”, continuó en su reflexión y siguió: “Siempre me preguntan: ‘¿qué le decimos a su familia? Y yo intento darles palabras que puedan servirles para expresar lo que sienten y lo que sucedió”.
“Así que trabajar para que nuestros hijos tengan la habilidad de acompañar en esos momentos sin miedo, a veces sirve porque abre una puerta”, dijo basándose en su propia experiencia. “Mucha gente ignora estas situaciones, o no quiere sacar el tema para no molestar a la otra persona. Para mí, estas situaciones son una oportunidad para llorar, reír, compartir un momento o lo que sea”, culminó.
Una dura experiencia
En 2015, Crawford había hablado con Oprah Winfrey sobre esta tragedia familiar. “Creo que cuando mis padres nos dijeron por primera vez que nuestro hermano estaba enfermo, no entendimos muy bien lo que significaba” , recordó por aquel entonces, refiriéndose a ella y a sus dos hermanas mayores. “No utilizaron la palabra ´cáncer´”.
La familia Crawford comenzó a ir todos los días a un hospital que quedaba a dos horas de viaje para que el niño pudiese ser tratado. Luego de una larga lucha y algunos tratamientos experimentales, el pequeño falleció. “Justo antes de morir, él le había dicho a sus doctores ‘No voy a volver al hospital’. Hay una cierta sensación de plenitud y paz al saber que él ya lo sabía y que había decidido dejar de luchar”, compartió la modelo.
Y agregó; “No creo que a los 10 años yo supiera que significaba una enfermedad terminal, no había tenido ninguna experiencia cercana con la muerte y no la entendía. Mi hermano sí lo sabía. Mi madre nos contó que lo encontró sentado en su habitación, en su mesita, y que ella le preguntó: ‘¿Qué hacés?’, y él le respondió: ‘Estoy rezando’. Cuando ella le preguntó por qué rezaba, él con tres años le dijo: ‘Para que cuando me muera, vos estés bien’. Hoy, como madre, no puedo imaginarme escuchar a uno de mis hijos decir eso”, aseguró.