El cineasta Adolfo Aristarain apuntó contra los votantes de Macri y Milei y llamó a tomar las calles
El reconocido cineasta Adolfo Aristarain, director de Tiempo de revancha y Un lugar en el mundo, entre otras películas, encendió la polémica tras difundir una polémica carta, en la que apuntó contra los votantes de Mauricio Macri y Javier Milei y pidió que el paro convocado para el 24 de este mes por la CGT sea “por tiempo indeterminado”. Y fue más allá: “Hay que ganar la calle hasta que caiga el Gobierno”, manifestó en claro tono antidemocrático, o golpista, el también guionista y productor.
“Gracias a un grupo lamentablemente numeroso de imbéciles, ignorantes y zombies que una vez votó a Macri y ahora a su bufón Milei y a toda la banda de rufianes que los acompañan, se entregó el gobierno y la administración del país a una banda organizada que no tiene ideología, que busca sólo sacar provecho y rematar las industrias, los minerales, todo lo que puedan, sin límite”, comienza el comunicado publicado hoy por Página 12 como una columna de opinión y que también fue enviado a otros medios, entre ellos LA NACION.
“No tienen mucho tiempo, no lo necesitan. No quieren el botín, sólo buscan el porcentaje que los patrones les dejarán en Panamá”, acusó el director. “Creo que se van a escapar en mayo, después de arrasar con el país”, señala el cineasta, al tiempo que califica a los funcionarios del Gobierno de “corsarios”.
“Trabajaban saqueando territorios y tenían patente para navegar por el curso del mar que eligieran. Pagaban la parte convenida a los Imperios y se quedaban con su parte. No tenían patria, sólo dueños”, añadió Aristarain.
“No hay que darles tiempo. Hay que ganar la calle. El paro de la CGT tiene que ser por tiempo indeterminado: hasta que caiga el gobierno”, concluyó el director de cine en alusión a la movilización convocada para este 24 de enero por la central obrera.
Las declaraciones de Aristarain generaron gran controversia en las redes sociales, donde varios usuarios repudiaron sus dichos y los catalogaron de “golpistas” y acusaron al cineasta de “apología del delito”.
Con 80 años cumplidos el 19 de octubre pasado, Aristarain es uno de los más relevantes realizadores cinematográficos de la historia argentina de los últimos 50 años. Siempre hubo en sus películas elementos de fuerte carga testimonial, pero nunca se reflejaron en la pantalla de un modo tan contundente como el de sus declaraciones de las últimas horas.
En el pasado, el propio director trató de evitar ese tipo de afirmaciones. “En mi cine hay ideología, claro, pero no como bandera o mensaje, sino a través de lo que dicen o viven los personajes. Lo que hay que evitar es el embanderamiento a ultranza, porque eso sirve nada más que para hablar con los tipos que piensan como uno y no para convencer a los demás”, le había dicho a LA NACION en abril de 2013, cuando se organizó ese año desde el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici) una retrospectiva completa de su obra.
Aristarain lleva casi dos décadas completas sin filmar, pero su obra no deja de recibir permanentes revisiones, reconocimientos y distinciones en nuestro país y en el exterior. Uno de los más destacados fue el premio a la trayectoria artística en la categoría de Artes Audiovisuales que le otorgó en 2017 el Fondo Nacional de las Artes.
Es el autor de películas tan influyentes y decisivas como La parte del león (1978), Tiempo de revancha (1981), Ultimos días de la víctima (1982) y Martín (Hache) (1997). También forma parte de esa lista Un lugar en el mundo (1992), considerada como su mejor obra, que estuvo cerca de obtener un Oscar que pudo haber cambiado desde ese momento el perfil de su carrera. Había llegado a esa instancia como representante uruguaya después de que la Argentina optara por no elegirla, tarea que estaba por entonces a cargo del Instituto Nacional de Cinematografía, predecesor del actual Incaa. Llegó a ser nominada por la Academia de Hollywood y se encaminaba a la ceremonia como favorita para ganar el premio a la mejor película extranjera, pero una serie de denuncias y equívocos determinaron su descalificación.
El último largometraje que Aristarain dirigió fue la autobiográfica Roma (2004). Desde entonces tuvo varios proyectos en sus manos para volver a filmar, pero ninguno de ellos pudo hacerse por distintas razones presupuestarias o administrativas. Durante varios años, hasta que en 2010 quedó cancelado por completo, Aristarain trabajó en la adaptación al cine de la novela La muerte lenta de Luciana B, del autor argentino Guillermo Martínez. Había avanzado hasta terminar el guion y el armado del elenco, pero debió desistir por falta de financiamiento.
En aquel momento también se habló mucho de la posibilidad de que Aristarain se reencontrara con José Pablo Feinmann, con quien había trabajado para la adaptación de su novela Últimos días de la víctima. El nuevo proyecto que volvería a unirlos era Timote, la novela en la que Feinmann cuenta, mezclando ficción y realidad, la historia del secuestro y el asesinato del teniente general Pedro Eugenio Aramburu por parte de la organización Montoneros. La película, al igual que La muerte lenta de Luciano B., estaba prevista como una coproducción entre España y la Argentina y, al igual que la anterior, nunca pudo concretarse.
A finales de la década pasada, Aristarain empezó a trabajar en una película sobre Astor Piazzolla, inspirada en la novela que su hija Diana escribió sobre la vida y la obra artística del gran músico argentino. Después de asegurarse lo derechos del libro, Aristarain se encontró con que iba a filmar un largometraje muy costoso que solo podía llevarse a cabo con el aporte de capitales estadounidenses. Según contó el propio director, la condición que ellos exigían era que la película se hablara en inglés. Las negociaciones fueron largas y finalmente este proyecto también se canceló.
En mayo de 2022 se publicó El oficio del cine, primer libro firmado por Aristarain, con prólogo de Fito Páez. Allí se incluye una serie de reflexiones y miradas sobre su vida en el cine y cuatro de sus guiones completos: Martín (Hache), Roma, Lugares comunes y el inédito Al norte de Marrakesh, título de otro proyecto que estuvo muy cerca de realizarse, pero no tuvo un final feliz por un problema con un productor español.
El año pasado, Aristarain grabó una larga entrevista con el director del Bafici, Javier Porta Fouz. Varios extractos de esa charla, en forma de breves clips, aparecieron antes de cada una de las proyecciones de las distintas secciones del festival. También en 2023 un foco dedicado a su figura formó parte de la programación del Festival de Mar del Plata. Allí recibió un tributo como reconocimiento a los 30 años del estreno de Un lugar en el mundo, pero no se hizo presente para recibirlo.