Anuncios

Cinema noir | Los claroscuros de la existencia humana

Cinema noir | Los claroscuros de la existencia humana
Cinema noir | Los claroscuros de la existencia humana

En medio de un siglo XX sumergido en un bucle interminable de guerras y revoluciones sociales, la centralización de las grandes urbes, la industrialización y la elevación en los índices de crimen crearon un crisol de que se derivaría una de las estéticas más marcadas dentro del celuloide. El terreno de la ficción literaria, que se había volcado de lleno a hacia el género del crimen o detectivesco durante el siglo anterior, ahora se encontraba en búsqueda de algo nuevo que se acomoda con la realidad de la postguerra.

Sigue leyendo: Películas famosas que merecían ganar el Óscar

El cine noir, también conocido como cine negro, nació en Estados Unidos en la década los cuarenta. Este género cinematográfico se desarrolló en un contexto sociocultural marcado por la Segunda Guerra Mundial y la posguerra, en el que predominaba un sentimiento de desilusión, pesimismo y desconfianza hacia las instituciones. El término "cine negro" fue acuñado por primera vez por críticos de cine franceses en la década de 1940 para designar a las películas policíacas estadounidenses.

En esta categoría cinematográfica se reflejaba el convulso contexto sociopolítico de la época, y se caracterizaba por su estética sombría, sus tramas complejas y su enfoque en personajes marginales y antihéroes. Los temas recurrentes en estas películas eran la corrupción, la violencia, el crimen y la decadencia moral. Paralelamente al nacimiento de este género la industria cinematográfica de Hollywood estaba experimentando una serie de cambios, incluyendo el aumento de la censura y la presión de los estudios para producir películas más comerciales y menos arriesgadas.

Las investigadoras Carolyn J. Tice, ‎Dennis D. Long y ‎Lisa E. Cox indican que las décadas de 1930 y 1940 se caracterizaron por un cambio ideológico, estimulado por las condiciones de la Gran Depresión, donde el énfasis persistente de los años veinte sobre la responsabilidad del individuo por su propio destino no pudo sostenerse bajo las circunstancias de los años treinta. La catástrofe social alcanzó tales magnitudes que los ciudadanos estadounidenses vieron por primera vez la pobreza como un problema público en lugar de un problema privado, lo que derivó en el establecimiento del seguro social, la asistencia pública y una variedad de servicios de salud y bienestar.

Te recomendamos: Hollywood contra Netflix: Estudio revela que el 57% cree que usuarios deberían poder compartir sus contraseñas

Aunque de con un carácter de inicio progresista, el Motion Picture Production Code, —mejor conocido como Código Hays— pronto evolucionó en un aparato conservador para regular todo aquello que se proyectaba en pantalla. En este contexto, el cine noir ofreció una alternativa creativa y subversiva, que se convirtió en un género muy popular y que influyó en la producción cinematográfica de todo el mundo.

El crítico Rafael Aviña señala que dentro de este género el lenguaje cinematográfico advierte que los elementos del género recae en la ambigüedad moral de sus personajes, sus caídas emocionales, la recurrencia a los traumas del pasado para mostrar las miserias personales y colectivas, sus universos nocturnos, su ritmo romántico y melancólico cercano al jazz. De la misma manera, su iluminación crea ambientes inquietantes y peligrosos, en donde se crean universos que juegan con el lenguaje duro y seco y personajes abatidos por un destino brutal, en escenas asfixiantes en un intercambio de luces y sombras.

Por su parte, el autor William Park establece que los héroes del género tienden a ser cínicos, duros y abrumados por fuerzas siniestras que escapan a su control. Mientras que estéticamente este se distingue por su cinematografía marcada por el claroscuro, influenciada en gran parte por el expresionismo alemán. Estos elementos cimbrarían al noir por las siguientes décadas.

Este movimiento describe a las películas producidas en Alemania alrededor de 1919 a 1930. Por lo general, las películas expresionistas alemanas usan cámara extrema. ángulos, iluminación de alto contraste, encuadres móviles, perspectivas distorsionadas y escenarios sombríos y de pesadilla. Los ejemplos incluyen El Gabinete del Dr. Caligari (100%) (1919) de Robert Wiene y Metropolis (1926) de Fritz Lang. A lo anterior se le debe el estado de ánimo y el estilo paranoico del cine noir.

Estos elementos crean la sensación de inquietud y desorientación la cual reflejaba el estado psicológico de los personajes. Con los entornos urbanos como marco, el miedo, la paranoia y la disociación se exploraban los aspectos más oscuros de la naturaleza humana. Sus narraciones solían ser complejas y no lineales al tiempo que reflejaban las experiencias subjetivas de los personajes, así como el uso de la narración en off y los flashbacks.

No obstante, el cine noir se vio fuertemente influenciado por el cine francés de la época, conocido como New Wave, donde destacaron directores franceses como Jean Renoir y Robert Bresson. Su obra se caracterizaba por su enfoque en los personajes y el realismo psicológico, a los que se le sumaban las estructuras narrativas y técnicas visuales no convencionales. Este hecho impulsó a las cintas del noir a tornarse más introspectivas y psicológicamente complejas.

De tal manera que el cine noir francés también se destacó por su énfasis en el mundo criminal y personajes marginales. Este enfoque en los puntos más bajos de la vida urbana también fue un elemento clave del cine negro estadounidense sonde el clarooscuro era su máxima alegoría ente el progreso y la alteridad.

La complejidad del cine noir a menudo se compara con la idea del laberinto, estos suelen ser recorridos por el protagonista de forma juego y/o ritual, que en muchas de sus facetas psicológicas se privilegia la obtención de conocimiento para salir de él. Pero en este sentido, las temáticas del noir echan mano de factores exteriores a su personajes que a menudo forman de intrigas, narradores poco confiables y giros inesperados. Con diálogos duros llenos de cinismo, los personajes se desenvuelven en medio de dilemas morales y trampas argumentales.

Aunque la columna vertebral de este tipo de cine se encuentra plagada de imágenes de crimen y violencia, la naturaleza oscura y marginal de estas historias le permiten adentrarse en el mundo urbano de manera mucho más filosófica. Cuestionando la existencia humana a través de la naturaleza de la moral y la psique humana, los personajes se sumergen en disyuntivas existenciales en la búsqueda de significado a sus vidas.

Te puede interesar: El viaje de la heroína: La configuración para un arquetipo propio

En 1941 el cine noir estrenaba una de sus piezas más emblemáticas con El Halcón Maltés (100%), del director John Huston y estelarizada por Humphrey Bogart. La cinta clásica sigue los pasos de un detective enfrascado en un tumulto de intrigas y enigmas que involucran una estatuilla conocida como el Halcón Maltés. Otra película representativa de esta corriente es sin duda El Gran Sueño (96%) de 1946, dirigida por Howard Hawks y nuevamente protagonizada por Humphrey Bogart y Lauren Bacall. En esta ocasión la figura de detective, sigue los pasos de una serie de asesinatos y secuestros en el bajo mundo de Los Ángeles.

Ambas siguen a la letra las estipulaciones de lo que se convertiría en el noir clásico. Asimismo, el personaje del detective se volvió clave en el desarrollo de sus temáticas, este personaje se remonta a los relatos precursores del gótico alemán, que luego pasarían a la literatura británica para alcanzar la cúspide con personajes como Arsenio Lupin —un criminal con maneras de detective— y Sherlock Holmes.

Junto a las figuras de personaje torturado, el criminal y le detective femme fatale. Este arquetipo se refiere a una mujer peligrosa y seductora que usa su sexualidad y sus poderes manipuladores para atrapar a los hombres y llevarlos a la ruina. El filme de 1944 Pacto de Sangre cuenta la historia de un vendedor de seguros y una mujer fatal que conspiran para asesinar a su marido por el dinero del seguro.

Asimismo, El Ocaso de una Vida (98%) de 1950 es una de las joyas de la corona del noir. Con Billy Wilder en la dirección, William Holden es un guionista en apuros que se involucra con una estrella de cine mudo desvanecida. Pero no puede dejar de señalarse que estas cintas tuvieron una importante repercusión en el cine europeo de su época, así como una fuerte retroalimentación con el cine noir francés.

La profesora de estudios cinematográficos Ginette Vincendeau argumenta que existen varias diferencias clave entre el cine noir francés y su contraparte estadounidense. Ella sitúa las raices del cine negro francés en la ficción criminal francesa del siglo XIX continuando su apogeo en un período más largo que el estadounidense, mismo que se extiende a principios de la de 1970. Señala como característica a lo que nombra como "voyeurismo social", es decir, una concentración en la atmósfera, el carácter y el lugar en lugar de la acción, como se ejemplifica en el realismo poético de antes de la guerra.

Eso colocaría al cine noir francés como películas más oscuras que sus contrapartes estadounidenses con una mayor ambigüedad moral. Con una producción cinematográfica más sombría, de realismo cotidiano y precisión topográfica —apegada a la ontología francesa—, es se encontraba marcada por una fuerte sensación de desilusión después de la guerra y la ocupación nazi. Pero si bien el cine negro francés estuvo de inicio claramente separado del estadounidense, las producciones posteriores muestran su fuerte influencia, y de muy diversas maneras.

La cinta de 1955 Rififi de Jules Dassin es una referente de este cine y se enfoca en un grupo de exconvictos que intentan llevar a cabo un robo de joyas. Así también, El Samurai (100%) de 1967, dirigida por Jean-Pierre Melville es un elegante thriller policiaco sobre un asesino a sueldo que se convierte en un hombre perseguido después de que un trabajo sale mal.

No te pierdas: Los roles femeninos en las épicas fantásticas del cine y la televisión

La ola de expansión del noir se fincó en toda europa, teniendo presencia focalizada en Reino Unido con El Tercer Hombre (100%) de 1949, dirigida por Carol Reed y protagonizada por Orson Welles, la historia se sitúa en la Viena posterior a la Segunda Guerra Mundial y sigue a un escritor que se ve envuelto en una red de intriga y traición.

Estos intercambios culturales beneficiaron ampliamente al género, siendo Agente especial en 1955 la más notable de esta práctica. La película de Joseph H. Lewis fue un proyecto estadounidense producido en Italia y se cita a menudo como un ejemplo de la influencia del cine europeo en el cine negro. Sigue a un detective que investiga un sindicato del crimen dirigido por un sádico jefe de la mafia.

No obstante, M de 1931 del director Fritz Lang es una película alemana que a menudo se considera uno de los primeros ejemplos del noir. Esta historia oscura de un asesino en serie cuenta con un lugar como precursora del género, ya que quedó atrapada en un contexto abruptamente cerrado por acontecimientos políticos.

A través de estas producciones, el noir se ganó un lugar relevante en la industria del cine y su estética irrumpió con gran fuerza en la cultura pop. Su influencia aún se encuentra presente en el cine y televisión de nuestros días. Este es el caso de la serie True Detective (85%), que explora a distintas parejas de dos detectives mientras investigan casos criminales particularmente oscuros al tiempo que estos se ven sumergidos en distintas crisis psicológicas. Recientemente, Perry Mason (64%) se ha unido a la cartelera de HBO en una serie que sigue el mismo patrón pero desde una estética apegada completamente al contexto clásico del noir.

Así mismo, tanto Blade Runner (90%), como su secuela Blade Runner 2049 (88%), son cintas que tienen lugar en un futuro distópico donde los replicantes, o humanos artificiales, se utilizan como mano de obra. Estas películas presentan muchos de los temas del cine negro, incluidas preguntas existensialeistas como las cuestiones sobbre la naturaleza de la humanidad, el papel de la tecnología en la sociedad y la lucha por encontrar sentido en un mundo sombrío y opresivo.

Pero estos parámetros de lo noir también se han modificado con tendencias y tramas que se acoplan mejor a nuestra realidad, de tal manera que Breaking Bad puede ser llegado a considerar una reinterpretación de noir, pero que aún cuenta con una introspección y lectura filosófica de un profesor de química de secundaria convertido en traficante de metanfetamina que desenvuelve en la intriga del mundo criminal.

También lee: El viaje: la travesía narrativa que brilla en el cine y la televisión

Una vez explicado el término noir de una manera lineal, también es pertinente recalcar que existen fuertes problemáticas con su definición y nomenclatura, mismas que radican en su complejidad y ambigüedad. Y es que el término "noir" se ha utilizado para describir una amplia variedad de películas que comparten ciertos elementos temáticos, estilísticos y narrativos, pero también hay diferencias significativas entre ellas, particularmente en aquellas discrepancias de temporalidad y localización geográfica.

Este hecho siempre ha sido un objeto de debate y controversia al tiempo de considerar una obra "verdaderamente" noir o no. Debido a esto, diversos críticos e investigadores han buscado definiciones propias para aproximarse a estas cintas —lo cual a menudo crea contradicciones en el género y a una confusión generalizada por parte del público.

Esta problemática también ha significado una afectación al cuerpo cinematográfico del noir, pues con enfoque marcado en las películas estadounidenses, se creó una marginación de las películas noir de otros países que resultaron ignoradas o malinterpretadas. De ahí que exista un gran sesgo en la comprensión y apreciación de la diversidad y complejidad del cine noir como género global.

Algunos ejemplos de la fuerte influencia del noir estadounidense clásico el término nordic noir se acuñó en la década de 1990 para describir la ola de novela negra que estaba surgiendo en Escandinavia en ese momento. Este boom literario desembocaría más tarde en la adaptación de un seguidillo de películas y series que atraerían la atención mundial.

La Chica del Dragón Tatuado (86%) del director Niels Arden Oplev, basada en la novela de Stieg Larsson es sin duda la más importante de ellas, así como la danesa The Hunt en 2012, basada en la novela de Per Petterson. Desde su trinchera, las series también representaron una gran presencia del género contando con adaptaciones en distintos países, este es el caso de The Killing (2007-2012), basada en la novela de David Hewson y The Bridge (2011-2018), basada en la novela de Hans Rosenfeldt.

Algo similar sucedía en Asia durante el mismo periodo. La investigadora Kim-mui E. Elaine Chan traza una genealogía del cine negro de Hong Kong y su larga historia de fusión de géneros cinematográficos que mezclan las características de la ficción dura china, las novelas de artes marciales chinas, las películas de artes marciales chinas, los thrillers de Hong Kong, los melodramas de Hong Kong y el noir estadounidense.

Checa esto: La psicología de los antihéroes según la ciencia

Paralelamente menciona la relación del claroscuro con las historias de mafia y drama familiar en el cine coreano. Apunta que estos sufren un tratamiento paródico de los elementos noir dentro del fenómeno conocido como transculturalidad—fenómeno que ocurre cuando un grupo social recibe y adopta las formas culturales que provienen de otro grupo—. Así, las cintas de acción coreanas nacen en una “zona de contacto” saturada con los elementos genéricos de acción occidental en el contexto japonés.

Esta “zona de contacto" se refiere a un sitio donde los grupos de personas subordinados o marginales seleccionan y crean nuevos elementos culturales a partir de los materiales que les transmite una cultura dominante, hecho que está plenamente relacionado con el concepto de colonización.

Los filmes más representativos de este fenómeno son Oldboy: Cinco Días para Vengarse (80%) de 2003, dirigida por Park Chan-wook, que presenta un thriller de venganza sobre un hombre inexplicablemente cautivo durante 15 años y que posteriormente es liberado, para así embarcarse en busca de venganza. Esta película se ha convertido en un clásico de culto dentro y fuera de las fronteras de Corea.

De manera más reciente pero no menos importante, tenemos a The Handmaiden (94%) de 2016. Una hermosa e impactante cinta de época del director Park Chan-wook combina elementos del noir, el gótico, el romance y el thriller psicológico. El hecho de estar ambientada en la Corea ocupada por los japoneses en la década de 1930, la vuelve de cierta manera en una historia metaficcional de lo noir.

Gracias a este devenir del cine noir en todo el mundo los cineastas que lo han adaptado han generado a la par un volumen mucho más profundo en el género. Como cualquier otro producto cultural con alcances mundiales, el noir se ha adaptado a diferentes culturas y contextos sociopolíticos, a la vez que mantiene su esencia en la exploración de temas como el crimen, la reflexión filosófica y la ambigüedad moral en el ser humano.

No te vayas sin leer: 15 películas que Quentin Tarantino odia: Tenet, Atómica y más