El clímax del millón: el documental de Netflix que revela la controvertida historia de una conocida plataforma de contenidos pornográficos
El clímax del millón: La historia de Pornhub (Estados Unidos / 2023). Dirección: Suzanne Hillinger. Fotografía: Iris Ng. Edición: Alexis Johnson. Duración: 94 minutos. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: muy buena.
Se sabe de sobra que la pornografía es uno de los contenidos más consumidos por los usuarios de Internet. El negocio es fabuloso, y su funcionamiento interno, bastante opaco. Este documental de Netflix descubre algunas de sus facetas poco conocidas y tiene la virtud de dar a conocer los puntos de vista de muchos involucrados con intereses diferentes. Por un lado, la gente que trabaja produciendo contenidos para Pornhub, la plataforma dedicada a este tipo de contenidos para adultos más popular del mundo. Y por el otro, los que pretenden que desaparezca, argumentando que favorece la trata y la explotación de personas.
Los responsables de El clímax del millón: La historia de Pornhub, por su parte, aseguran que “el objetivo de la película es generar conversaciones importantes sobre el sexo y el consentimiento”. El productor ejecutivo es Alex Gibney, uno de los documentalistas norteamericanos más prestigiosos de la actualidad, el mismo del impactante Taxi to the Dark Side -que cuenta la historia del asesinato de un taxista afgano detenido ilegalmente en su país por tropas estadounidenses-, Citizen K -sobre las oscuridades de la Rusia post-soviética bajo el mando de Vladimir Putin-, y El crimen del siglo (sobre el negocio de las grandes farmacéuticas). A Gibney le interesan los temas polémicos, está claro. Y sus trabajos suelen estar bien documentados e intentan tener una perspectiva equilibrada.
En este documental sobre Pornhub, ese equilibrio está apoyado en los testimonios de las partes que están enfrentadas: la defensa de la plataforma la asumen muchas de las personas (hombres y mujeres) que viven de producir contenidos sexuales para adultos. Actrices conocidas en ese universo como Gwen Adora, Siri Dahl, Cherie DeVille y Allie Knox, que desarrollaron sus carreras gracias a poder usar una plataforma abierta para subir sus propios materiales, con la posibilidad de controlar lo que exhiben y de monetizarlo, además. Por el otro, los que exigen su desaparición por las numerosas denuncias de personas que aseguran haber sido víctimas de violación, tráfico sexual y abuso de menores con la complicidad de Pornhub, que permitía hasta 2020 que los usuarios pudieran subir contenidos sin necesidad de identificarse ni demostrar su mayoría de edad.
La aparición de Pornhub en 2007 cambió drásticamente el modelo de distribución de contenido para adultos con la idea inédita de que cada usuario pueda compartir sus materiales y facturar por su venta a través un proceso sencillo. Las cifras son elocuentes: sólo en 2021, consiguió más de 36.000 millones de reproducciones y facturó centenares de millones de dólares en publicidad. La valuación actual de la empresa orilla los 2.500 millones de dólares. Su principal sostén es la comunidad de 20 millones de suscriptores que generan contenido y pueden descargar y acceder de forma gratuita al que producen otros usuarios.
La empresa nació en Canadá y tiene sedes en distintos paraísos fiscales alrededor del mundo. Su capital circula a través de MindGeek, una compañía matriz envuelta en los últimos años en varias polémicas y a cargo también de otras plataformas discutidas como RedTube y YouPorn y de la exitosa productora de porno Brazzers.
MindGeek ha tenido que enfrentar demandas por promover, supuestamente, el tráfico sexual y por haber lucrado con la distribución de pornografía infantil en la época en la que cualquiera que supiera cómo, tuviese la edad que tuviese, podía subir contenidos audiovisuales a Pornhub. Los denunciantes más activos están relacionados con una organización conservadora muy cercana al Partido Republicano, el National Center on Sexual Exploitation, que logró, por ejemplo, que la cadena Walmart retire de la venta en todos sus comercios de Estados Unidos la revista Cosmopolitan por “su contenido hipersexualizado”.
Tratándose de un tema tan controvertido, el mérito evidente de este documental es ofrecer la mayor cantidad de puntos de vista posible. Los responsables directos de Pornhub no aparecen -salvo en el material de archivo que rescata pasajes de una interpelación judicial-, pero su posición está representada de algún modo por los que obtienen beneficios utilizando la plataforma. Es indiscutible que todo el tiempo que estuvo permitiendo la publicación de contenidos sin verificación previa, Pornhub incurrió en una práctica ilegal. Hoy, aunque sus responsables aseguran que controlan todos los contenidos que suben los usuarios, hay serias dudas de que eso sea rigurosamente cierto, porque la cantidad de material exigiría una cantidad de recursos que complicarían la viabilidad del negocio. Y el año pasado, medio centenar de mujeres denunciaron judicialmente en Estados Unidos a la plataforma “por mostrar contenidos sexuales no consensuados”, es decir, sin el acuerdo explícito de las protagonistas.
En 2020, Pornhub borró más de ocho millones de videos luego de que Nicholas Kristof, un periodista que ganó dos veces el premio Pulitzer, publicara en The New York Times una investigación en la que denunciaba la proliferación de contenidos en los que aparecían menores de edad. Esa historia también está reflejada en El clímax del millón..., que de todos modos elige plantear más interrogantes que respuestas, exponer todas las líneas de discusión sobre el ríspido tema que enfoca y dejar abierta la posibilidad de que cada espectador elabore sus propias conclusiones.