El comandante Fort: desbordado e impredecible retrato de un hombre que solo buscaba ser reconocido
El comandante Fort (Argentina/2023). Dirección: Patricio Álvarez Casado, Marcelo Burgos, Federico Luis Tachella, Nicolás Goldbart, Azul Lombardía. Guion: Patricio Álvarez Casado, Juan José Becerra, Tamara Tenenbaum, Nicolás Miguelez, Marcos Hastrup, Santiago Conde, Cristian Cottet. Música: Ezequiel Araujo, Pedro Onetto. Disponible en: Star+. Nuestra opinión: buena.
Impredecible, seductor, desbordado, exagerado, banal y magnético a la vez. No, no se trata de Ricardo Fort, sino del proyecto de cuatro capítulos que lleva su nombre. Luego de años de cobertura mediática, polémicas y debates interminables, se estrenó El comandante Fort, una docuserie de mucho ruido y pocas nueces, que dividirá las aguas como en su momento lo hacía su protagonista.
Complicado buscar la sorpresa si la persona que se intenta retratar se caracterizó por exponer su desmesurado estilo de vida 24 horas por día. En su búsqueda por ser reconocido, y especialmente querido (como la serie se encarga de subrayar), Ricardo Fort se preocupó por registrar cada acontecimiento de su vida, para luego ser transmitido por YouTube. Aquel Fort Show cumplió su cometido de abrirle al público las puertas de su opulento estilo de vida. El millonario logró lo que quería, pero el precio fue verse obligado a exponerse en carne viva: la cámara cada vez pedía más y él, adicto a ella, se lo dio.
Así llegó la fama, la exposición, la irrupción en un mundo (el del espectáculo) que no le era propio, y sus intentos de hacer pie antes de ser devorado por las arenas movedizas del entretenimiento vernáculo. También los problemas de salud, la ficción del conquistador heterosexual como disfraz de una homosexualidad solapada, su incondicional devoción por sus hijos, y la conversión a ícono popular luego de su muerte prematura.
Estos son los tópicos que desanda El comandante Fort en su intento por delinear la vida y obra de su protagonista. Y lo cierto es que la idea habría funcionado muy bien, si no fuera porque cada ítem fue examinado hasta el hartazgo durante la breve y meteórica carrera del heredero de Felfort. Ni la historia descubre nuevas aristas de su biografía, ni las imágenes de archivo o los testimonios (muchos de ellos sin imagen, como si se hubieran recogido a través de llamadas telefónicas o mensajes de WhatsApp) aportan nuevos detalles a lo ya conocido.
Tal vez a sabiendas de esto es que el creador y principal director de la serie, Patricio Álvarez Casado, haya decidido apostar por una estética, concepto y enfoque por fuera de lo que se puede esperar de una biografía. Cada uno de los cuatro capítulos contó con un equipo creativo propio y está contado de manera diferente , desde el uso de una voz en off que remite a un cuento de hadas, hasta José María Muscari haciendo casting de imitadores, buscando a uno que perpetúe tanto su apariencia y esencia.
También habrá un episodio en el que los protagonistas serán Marta y Felipe -los hijos de Ricardo- donde se subraya el gusto por el arte de ella y la fascinación por los autos y los videojuegos de él, con estética de videoclip y en una Mar del Plata virtual. Y la apertura de una muestra sobre su historia, con alfombra roja, vestidos de gala y cameos de Graciela Alfano, Gustavo Martínez, Silvina Escudero, Marina Calabró y el Mono de Kapanga. Todo muy absurdo y exagerado, todo muy Fort.
Quien busque un trabajo revelador y atrapante sobre la vida de Ricardo Fort, mejor que siga de largo; lo mismo quien sea un ortodoxo de la narrativa lineal. Si, en cambio, lo que se quiere es sumarse a un homenaje en forma de cuatro acercamientos con espíritu de unitarios, por momentos interesantes y en general llevaderos, El comandante Fort es una buena opción. Si falla como biografía definitiva, al menos cumple en la función de perpetuar su figura. A imagen y semejanza.