Sean Combs fue detenido en Nueva York tras diez demandas de acoso sexual, abusos, tráfico sexual y violación
Después de 10 demandas de acoso sexual, abusos y violación, de transcurrir casi un año desde que se conocen las muchas acusaciones por parte de sus declaradas víctimas, de vídeos explícitos donde se ve pegarle a sus víctimas, de registros de sus propiedades por parte del FBI e incluso de una condena de 100 millones de dólares, el rapero y empresario Sean Combs, de 54 años, conocido como Puff Daddy o Diddy, ha sido detenido por las autoridades.
Combs se alojaba en un hotel de Manhattan, en el corazón de Nueva York, cuando fue detenido por las autoridades anoche a las 20.30. Su abogado confirmó la detención en diálogo con CNN y aseguró que es “injusta”. Según el diario The New York Times, aunque la acusación está en un sobre sellado (que abrirá un juez) y los cargos no se han anunciado, una persona cercana al proceso judicial asegura que estos serían de crimen organizado y tráfico sexual.
Un gran jurado funciona de manera secreta. La Fiscalía lleva el caso, se lo presenta a dicho jurado, formado por ciudadanos anónimos y solo se conoce que están trabajando en la cuestión y cuál es su decisión cuando esta se toma, lo que ha ocurrido este lunes, con la detención de Combs. Después, dicha decisión, que se mantiene sellada, se presenta en la corte, ante un juez, que da la orden de abrirla y anuncia los cargos; se espera que eso ocurra este martes, según los abogados del distrito sur de Nueva York.
Las demandas contra Combs se remontan a mediados de noviembre de 2023. La primera la presentó su exnovia durante años, Casandra Ventura, llamada Cassie, que lo acusaba de violación, abuso sexual, agresión sexual y tráfico sexual, así como de haberla golpeado de manera sistemática y delante de sus empleados durante años y con frecuencia. Un día después, la artista decidió retirar la demanda, pero abrió el camino para que llegaran muchas más. Sin embargo, el video de un circuito cerrado de un hotel al que tuvo acceso CNN dejó ver algunas de las agresiones detalladas por Ventura en su denuncia, como el hecho de que él saliera a perseguirla y le pegara patadas y arrastrara por los pasillos del establecimiento.
Apenas unas semanas después de la primera llegaron las denuncias por parte de Joi Dickerson-Neal (acusando a Combs de violarla y grabar la agresión en 1991, cuando ella tenía 19 años) y también de Liza Gardner (que aseguraba que las agredió a ella y a una amiga en 1990). En diciembre se conoció una de las más graves, la denuncia de una cuarta mujer –por el momento anónima– que contó cómo varios colaboradores del músico traficaron sexualmente con ella –que era menor de edad– al trasladarla, después de obligarla a consumir drogas, en un avión desde Detroit al estudio del rapero en Nueva York, donde la violaron.
Este 2024 continuaron las demandas. En febrero, Rodney Jones Jr, un productor y colaborador habitual de Combs, lo acusó de tocamientos no consentidos. En mayo llegaron las denuncias de Crystal McKinney, que explicó que en 2003 él la obligó a practicarle sexo oral tras drogarla en su estudio; y la de April Lampros, una antigua estudiante de moda, a la que él agredió en Nueva York. En junio hubo otra que se conoció más tarde, ya en septiembre, por parte de un hombre llamado Derrick Lee Cardello-Smith, de 51 años, que lo acusa de abusos en una fiesta en 1997 y que ha logrado 100 millones de dólares. La penúltima es de julio por parte de una mujer llamada Adria English, que trabajó para él en una lujosa fiesta en 2004 y lo acusa de un delito de tráfico sexual, de obligarla a beber alcohol y consumir drogas y de ofrecerla para mantener “intercambios sexuales”.
La última demanda contra Combs llegó apenas cinco días antes de su detención. Fue por parte de una cantante llamada Dawn Richard, exintegrante de la banda Danity Kane, que Combs ayudó a crear en un programa de televisión de talentos llamado Making the Band, de la cadena musical MTV. Afirma que durante años el rapero la manipuló, obligándola a cumplir sus caprichos, y si no impidiéndole cantar. Le exigía quedarse en ropa interior delante de él, entraba sin permiso a su vestuario, la manoseaba y golpeaba en los glúteos, le arrojaba objetos cuando se enojaba y, en ocasiones, no le pagaba y la privaba, a ella y a sus compañeras, de alimento y de sueño.
A finales del pasado mes de marzo, cuando llevaba cinco denuncias, las autoridades federales de Estados Unidos realizaron registros en las casas de Combs, tanto en Los Ángeles (California) como en Miami (Florida). Todo formaba parte de la investigación, y por ello una multitud de agentes federales del departamento de seguridad nacional de Estados Unidos entró en ambas mansiones e incluso se llevó de ellas algunos objetos.
“Estamos decepcionados con la decisión de la Fiscalía de perseguir a Combs en lo que creemos que es un proceso injusto”, afirmó el letrado, de nombre Marc Agnifilo, a medios como CNN y People. También explicó que el músico cooperó con la investigación y que la semana pasada se trasladó a Nueva York anticipando los cargos de este lunes. Según su equipo legal, es inocente y “no tiene nada que esconder”. El abogado califica a su cliente como “un ícono musical, empresario hecho a sí mismo, hombre de familia y conocido filántropo que pasó 30 años construyendo un imperio, adorando a sus hijos y trabajando para elevar a la comunidad negra. Es una persona imperfecta, pero no un criminal”, concluyó.