Comentarios vigorosamente antisemitas de las abuela de Ben Kingsley le dieron muchas ganas de hablar

Comentarios vigorosamente antisemitas de las abuela de Ben Kingsley le dieron muchas ganas de hablar credit:Bang Showbiz
Comentarios vigorosamente antisemitas de las abuela de Ben Kingsley le dieron muchas ganas de hablar credit:Bang Showbiz

Sir Ben Kingsley dice que los comentarios antisemitas de su abuela plantaron una semilla en él para querer hablar.

La leyenda de Hollywood, de 79 años, reveló que su abuela era inexplicablemente pero bastante antisemite, lo cual perturbó al actor y lo hizo entrar en un profundo shock cuando era niño después de ver una serie documental sobre la liberación del campo nazi de Belsen, razón por la cual él asumió papeles en películas sobre el Holocausto.

Esas películas incluyen 'La lista de Schindler', 'Asesinos entre nosotros: la historia de Simon Wiesenthal', 'Bugsy' y 'Ana Frank: toda la historia'.

Cuando se le preguntó por qué había hechos tantas películas sobre el exterminio de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial entre 1941 y 1945, declaró lo siguiente en la revista Parade:

'Debo responder con mucha franqueza, y es una respuesta que me inquieta, pero es la verdad. Lo recuerdo como un niño en la escuela, viendo una maravillosa serie documental de televisión, que examinaba la Segunda Guerra Mundial. Y cuando era un niño en la escuela, solo en la casa, vi la liberación de Belsen [un campo de concentración nazi] en una película.

El actor continuó:

'Y recuerdo como un joven adolescente, creo que fue tal vez 11 o 12 - esto fue mucho después de la Segunda Guerra Mundial, por supuesto, era una retrospectiva - pero creo que mi corazón dejó de latir por un tiempo. Entré en un shock profundo cuando era niño [viendo ese documental].'

Kingsley siguió con su experiencia:

'La parte inquietante de esta historia es que recuerdo que en los mismos días tuve una conversación con mi abuela materna, que era inexplicablemente pero muy vigorosamente antisemita. Entonces, las dos impresiones me llegaron casi simultáneamente, y cuando era niño, fue muy difícil para mí, imposible para mí contrarrestar el exabrupto de mi abuela, pero creo que se sembró una semilla en mí que me dijo: -Un día hablaré-'.