¿Comerías gusanos y larvas? ¡En Europa ya es toda una tendencia!

En algunos países de Asia el consumo de insectos es algo tradicional y convencional para turistas y locales, sin embargo, el panorama es diferente en Europa, Latinoamérica y Norteamérica donde los “bichos” son asociados a sensaciones desagradables, muy lejanos de nuestros platos y por supuesto apartados por completo del menú rutinario. ¿Por qué entonces resulta ser que comerlos se está convirtiendo en una tendencia que crece con fuerza en el viejo continente?

Por Lokal Eats para Yahoo Vida y Estilo

La semana anterior, un gigante de las cadenas de supermercados y grandes superficies lanzó en España, para sorpresa de todos sus clientes, una completa gama de productos cuya base son los insectos. ¡Sí, insectos, de todos los tamaños, colores y sabores! Los protagonistas de esta innovadora propuesta son los grillos y los gusanos, que una vez procesados han de convertirse en platos como “gusanos de búfalo con chilli picante”, “gusanos Molitor con ajo y finas hierbas” y “grillos con cebolla ahumada y barbacoa”, entre otros. No solo pueden encontrarse en tiendas físicas, sino también vía online, han puesto todo al alcance de tu mano.

Pero este no es el único caso, una compañía alemana prepara hamburguesas con larvas de escarabajo de la cama (Alphitobitus diaperinus), una especie que al parecer causa furor porque la sensación en boca es muy crujiente y sabrosa. El secreto, según aquellos que están produciendo masivamente este tipo de alimentos está en la creatividad para presentarlos a los comensales, con salsas y en sopas, son platos que descrestan a los foodies más exigentes.

Ya son más de 2.000 especies de insectos, que, según documentación, son aptas para el consumo humano. ¡Una cifra nada despreciable! Esta opción gastronómica le compite directamente a la carne de vaca, pollo y pescado, pues los insectos son grandes fuentes de proteína, vitaminas, aminoácidos y micronutrientes.

Aun cuando la tendencia de comer insectos en Europa crece y se vuelve popular por curiosidad, nutrición o simplemente por vivir una experiencia extrema, se advierte que el consumo de los mismos, sobre todo cuando no son variedades que se pueden obtener mediante un criadero, sino que se extraen directamente de la naturaleza (bosques, jardines u otro entorno silvestre) puede resultar peligroso, sobre todo en contagio o transmisión de enfermedades. Una razón por la cual, tu primera experiencia debería ser en algún lugar que garantice que son especies seguras.

Te estarás preguntando cuánto deberás pagar si te animas a comer este tipo de platos, pues bien, en la cadena que se ha arriesgado a comercializarlos en serie los consigues de 2 a 6 euros y, en restaurantes donde puedes tener un menú más amplio, quizá ese antojo te cueste de 12 a 20 euros.

¡Si crees que vale la pena y has dejado tus prejuicios atrás, el precio justifica la experiencia!

¿Te animarías?

También te puede interesar: