Cómo Fey llegó a sentirse más cómoda en su propia piel tras confesar su engaño
Ahora que Fey se incorporó al elenco de la gira '90s Pop Tour' con otros artistas de la época como Sentidos Opuestos, la guapa cantante se ha vuelto a poner de moda, y como está muy activa en redes sociales, le han llovido likes a su más reciente publicación de Instagram, y es evidente el por qué.
En la secuencia de tres imágenes, Fey posa mirándose frente a un espejo sin gota de maquillaje y con una expresión serena, acompañada de un slogan: "Esto lo dice todo".
La automática respuesta de los miles de fans que tiene la intérprete de 'Azúcar amargo' (un millón cien mil, nada menos) fue muy positiva y esto obedece al hecho de que la estrella ha demostrado que ahora que es toda una mujer madura, está mucho más cómoda en su propia piel de lo que estuvo durante sus años de más auge, cuando era una jovencita, y su disquera y su management la hicieron pasar por la (a la larga) traumática experiencia de tener que mentir sobre su edad.
María Fernanda Blázquez Gil nació en el entonces Distrito Federal el 21 de Julio de 1973, de madre argentina y padre español, quienes se separaron cuando ella tenía 14 años. Luego de una aparición en XE-TU al lado de Luis Miguel, su carrera la comenzó como corista de sus tías, Gloria y Noemí Gil, que eran cantantes pop profesionales y tenían un conjunto (de hecho, su hit de radio más famoso fue una bizarra canción antiaborto llamada 'Adiós mamá', que fue muy criticada por su letra) y se presentaban en clubs nocturnos de toda la república, incluyendo el celebérrimo El Patio, donde Fey debutó haciendo coros en 1989.
Por esa época ya conocía a un hombre que sería muy importante en su vida: Mauri Stern, integrante de la exitosa boy band Magneto (que, por cierto, está haciendo su propia gira aparte) y eran pareja desde 1991; fue gracias él, que se erigió como su mánager, que firmó con la que fue su primer disquera, Sony Music (donde también era parte del elenco Magneto) y donde le crearon una imagen más afín para un público adolescente, anunciando que tenía 17 años, aunque ella ya tenía 21.
Entre los ejecutivos de la disquera y el propio Stern le presentaron esta medida como una estrategia mercadológica, según lo relató ella a Adela Micha en 'La Saga'. "Me explicaron que pusieron eso por los adolescentes, me echaron un rollo. Era mercadotecnia para ellos porque decían que para qué me iban a poner de adulta si aún parecía adolescente. En fin, una mensada (estupidez)".
Fey accedió a esta cláusula y a la petición de su entonces pareja, y por años tanto la edad como la vida personal de la chica fueron un misterio, mientras ella sumaba éxitos como 'Gatos en el balcón', 'Media naranja' o 'Bailando bajo la lluvia'. Igualmente ella y Stern cuidaban que su relación no se hiciera pública y de hecho llegaron a negarla cuando trascendía, asegurando que solo eran amigos, colegas y que él era un mánager muy profesional. Fue hasta años después que se admitió que habían vivido juntos — y de hecho en 2002, Mauri declaró que se habían casado y que había sido por el civil y por el rito hebreo, cosa que ella desmintió categóricamente, aunque nunca quedó del todo claro.
Ahora que se encuentra en plena madurez, Fey se deja ver mucho más cómoda y segura de sí, algo que fue consiguiendo con los años, después de su ruptura con la disquera y Stern, que la habían mantenido con una imagen aniñada que no tenía nada qué ver con ella ni con sus intereses, algo que ahora antepone a cualquier instrucción de sus representantes. Esto lo hizo público en 2004 en su reencuentro con los fans regiomontanos que asistieron a verla en una firma de autógrafos, previa a un concierto en el parque Fundidora.
Ahí, ante las cámaras de Televisa, reconoció que en los inicios de su carrera mintió sobre su edad y aunque podría considerarse una mentira "blanca" o no tan grave, con el tiempo se dio cuenta que de ninguna manera es conveniente mentir y mucho menos a su público, pues tarde o temprano sale la verdad a la luz, y ella sería vista como embustera y que no estaba dispuesta a que su imagen volviera a verse dañada por decisiones de terceros, ya que esto le había causado una larga incomodidad que no necesitaba.
Actualmente, como lo ha demostrado en sus redes y presentaciones, Fey es mucho más feliz que antes, sobre todo porque puede mostrarse a sí misma tal y como es, sin necesidad de depender de los demás para alcanzar el éxito y conectar con el público que la sigue adorando.