Cómo la telenovela colombiana "Yo soy Betty, la fea" se convirtió en un ícono cultural del siglo 21

Más de 20 años después de la original, este 19 de julio se estrena "Betty, la fea: la historia continúa", la secuela oficial de la telenovela más exitosa de la historia

La actriz Ana María Orozco como su emblemático personaje Beatriz Pinzón Solano, el mismo que inspiró decenas versiones alrededor del mundo (Foto: Getty Creative)
La actriz Ana María Orozco como su emblemático personaje Beatriz Pinzón Solano, el mismo que inspiró decenas versiones alrededor del mundo (Foto: Getty Creative)

Beatriz Pinzón Solano –“Betty”– es una mujer humilde e inteligente, aunque muy poco agraciada, que entra a trabajar como secretaria en Ecomoda, una prestigiosa empresa de moda.

Pese a su mente brillante y sus impresionantes calificaciones académicas, Betty es objeto de burlas y discriminación en un mundo donde la belleza física es objeto de adoración. Sin embargo, su lealtad y capacidad de trabajo le ganan la confianza del playboy Armando Mendoza, el presidente de la empresa, quien, en medio de traiciones, enredos sentimentales y malas decisiones, acaba enamorándose de ella.

Esa es, básicamente, la historia de la telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea, una creación del fallecido escritor colombiano Fernando Gaitán. Transmitida entre 1999 y 2001 (335 episodios de aproximadamente 30 minutos) en el canal de televisión RCN. Reconocida como la telenovela más exitosa de todos los tiempos, su secuela oficial, Betty, la fea: la historia continúa, se estrenará con toda la expectativa del caso este 19 de julio en Amazon Prime.

Betty, la fea: la historia continúa reúne nuevamente al elenco de la telenovela original –encabezado por la actriz Ana María Orozco y el actor Jorge Enrique Abello– dos después del final de Yo soy Betty, la fea que paralizó a media Colombia, por no decir que a Colombia entera.

La sinopsis oficial de esta nueva serie de Amazon Prime reza: “Betty, la fea: la historia continúa cuenta la historia de la icónica Beatriz Pinzón Solano 20 años después del final de la serie original. Mientras que una Betty empoderada y más sabia trabaja duro para reconstruir su relación con su hija adolescente Mila, su relación con Armando comienza a deteriorarse, haciéndola cuestionarse si tomó la decisión correcta hace 20 años”.

Hans Christian Andersen (1805 - 1875), el creador del cuento

Yo soy Betty, la fea sigue la premisa de “El patito feo”, el cuento de hadas inmortal del escritor y poeta danés Hans Christian Andersen publicado en 1843. Cuenta la historia de un patito grande, torpe y feo del que se burlan los demás. Tras soportar las dificultades y la soledad, el patito acaba convirtiéndose en un hermoso cisne que descubre su verdadera identidad y valía.

El cuento destaca los temas de la transformación, la aceptación de uno mismo y la comprensión de que la verdadera belleza y el potencial pueden surgir a pesar de las apariencias iniciales. Ha inspirado numerosas recreaciones y reinterpretaciones en el cine, los dibujos animados y la televisión.

Se cree que Andersen escribió este cuento a partir de su propia experiencia de vida. Así lo dijo la escritora y periodista Anne Chisholm en una reseña de la biografía Hans Christian Andersen: A New Life, del escritor danés Jens Andersen.

Escribió Chisholm en el diario británico Telegraph: “El propio Andersen era un niño alto y feo, con la nariz y los pies grandes, y cuando creció, con una hermosa voz para cantar y pasión por el teatro, los demás niños se burlaban cruelmente de él”, escribe Chiholm.

De hecho, la propia vida de Andersen podría ser un cuento de hadas. Nació en la pobreza el 2 de abril de 1805 en un pueblo pesquero danés llamado Odense, hijo de un zapatero y una lavandera. De niño, iba a la escuela de vez en cuando y tuvo que ponerse a trabajar a los 11 años cuando murió su padre.

Pues, resulta que, según el historiador Jens Jorgensen, el escritor, que murió en 1875 a los 70 años, Hans Christian Andersen era probablemente hijo ilegítimo del príncipe heredero y posterior rey de Dinamarca, Christian VIII, y de una aristócrata danesa, Elise Ahlefeldt Laurvig.

Al parecer, los amantes secretos no pudieron casarse porque el matrimonio del príncipe debía reservarse para una alianza política. Así que el niño Hans Christian fue entregado al cuidado de un ama de llaves caída en desgracia porque ya tenía una hija fuera del matrimonio, según Jorgensen.

Los actores Ana Maria Orozco y Jorge Enrique Abello ya en los momentos finales de la original Yo soy Betty, la fea, cuando el personaje de Betty se ha transformado física y mentalmente, y don Armando Mendoza está completamente enamorado de ella, luego de tantas burlas y mentiras. (Foto: Reuters)
Los actores Ana Maria Orozco y Jorge Enrique Abello ya en los momentos finales de la original Yo soy Betty, la fea, cuando el personaje de Betty se ha transformado física y mentalmente, y don Armando Mendoza está completamente enamorado de ella, luego de tantas burlas y mentiras. (Foto: Reuters)

Y esa es Beatriz Pinzón Solano: una mujer insegura e inexperta en los aspectos mundanos de la vida, caracterizada por sus aparatos en la dentadura, lentes de aumento y ropa desaliñada. Indudablemente, una heroína poco convencional, y más en el mundo de la telenovela.

“En la telenovela, la protagonista es más importante que el galán. Y la primera enmienda de la telenovela es que la protagonista tiene que ser muy bella. Eso es indiscutible”, explicó Fernando Gaitán, autor de Yo soy Betty, la fea, en el programa de televisión colombiano Yo, José Gabriel.

“Así que Betty va en contra de la primera enmienda de la telenovela”, dijo Gaitán. “Es la historia de una mujer fea y cómo ve el mundo de la belleza”.

Entonces, como una “patita fea”, Betty sufre un proceso de transformación físico y mental que la lleva a superar todos los obstáculo y a aquellos que la discriminaron, incluyendo al propio “Don Armando” con quien acaba casándose. Final feliz.

Ese final feliz marcó el inicio de una historia todavía más feliz. Yo soy Betty, la fea se convirtió en un fenómeno de la televisión global y un ícono cultural del siglo 21. En su momento fue transmitida en más de 180 países y doblada en 15 idiomas. También ha inspirado, al menos, 28 adaptaciones en todo el mundo, de ahí que el Libro de los récords Guinness la haya declarado como “la telenovela más exitosa de la historia”.

Podría decirse que esa ola de adaptaciones, secuelas, parodias y reversiones comenzó en 2001, no mucho después del final de la historia original, cuando el mismo canal RCN, aprovechando la popularidad de la telenovela, estrenó una secuela con el mismo elenco, Ecomoda, sin demasiado éxito, hay que decirlo.

Al año siguiente, también en Colombia, hicieron Betty Toons, una serie animada con los personajes de la telenovelas readaptados como niños que conviven en una escuela primaria.

A partir de ahí comenzó a abrirse el multiverso de Betty, la fea y, de pronto el mundo se llenó de “Bettys”. Se hicieron versiones en países tan disímiles como Rusia, Turquía, Portugal, Bélgica, India, Alemania, República Checa, Filipina, Israel, Grecia, China, Brasil y Vietnam, entre muchos otros.

Cada una de estas adaptaciones y representaciones del personaje protagónico tuvo, desde luego, sus particularidades geográficas y culturales. Algunas acentuaban el tono de comedia; otras, el melodrama de la historia. A su vez, Betty podía ser extremadamente fea o, más bien, una mujer torpe y retraída.

En España produjeron Yo soy Bea; en Filipinas fue Yo amo a Betty, la fea: en México, La fea más bella; en China, fue Wu Di, la fea; en la República Checa, Katka, la fea; en Alemania se llamó Enamorada en Berlín; en la india, No hay nadie como Jassi; en Grecia hicieron María, la fea; en Brasil, Bella, la fea y así...

De hecho, en México también se produjo en 2000 una telenovela llamada El amor no es como lo pintan, de TV Azteca, que levantó sospechas entre los ejecutivos del canal RCN y el propio Fernando Gaitán, pese a que su historia no era una copia exacta de la original colombiana. Estuvieron cerca de llegar a un litigio legal por presunto plagio, pero, al final, hubo un arreglo entre ambas empresas.

De igual modo, en la televisión de Estados Unidos se han hecho dos adaptaciones con notable éxito. Una de ellas, la serie Ugly Betty, producida por la actriz mexicana Salma Hayek y protagonizada por la actriz estadounidense America Ferrera, salió al aire en la cadena ABC entre 2006 y 2010. La otra, Betty en NY, fue una muy vista telenovela producida por la cadena hispana Telemundo y protagonizada por la actriz mexicana Elyfer Torres.

America Ferrera, como Beatriz Suarez y Salma Hayek, como productora ejecutiva, dieron vida a Ugly Betty, la versión estadounidense de Yo soy Betty, la fea, que salió por la cadena ABC entre 2006 y 2010. (Foto: Reuters)
America Ferrera, como Beatriz Suarez y Salma Hayek, como productora ejecutiva, dieron vida a Ugly Betty, la versión estadounidense de Yo soy Betty, la fea, que salió por la cadena ABC entre 2006 y 2010. (Foto: Reuters)

Betty ha sido, incluso, un hombre. Ocurrió en la adaptación del canal ecuatoriano Ecuavisa, una sitcom llamada Veto al feo (2013) protagonizada por el actor Efraín Ruales. En esta versión, Alberto Banchón Polano, mejor conocido como "Beto", es un economista joven y brillante, aunque poco atractivo, que vive con sus padres en Guayaquil y entra a trabajar como asistente de gerencia en una agencia de publicidad donde su peculiar apariencia física desentona con el glamour del lugar.

Ya sin la presencia de Fernando Gaitán como escritor y de Mario Ribero, el director de la original, la nueva serie busca mantener el encanto de la historia original y de sus personajes. Han pasado 20 años. En este tiempo Beatriz Pinzón Solano ha sido presidenta de Ecomoda, esposa de don Armando y madre de una hija, pero su relación matrimonial está atravesando una crisis. Ese es el punto de partida de la historia.

“Yo creo que Betty siempre, a pesar de todo lo que vivió y lo que atravesó, siempre ha sido una mujer fiel a sí misma y que se permite también equivocarse y tomar riesgos y se entrega –dijo la actriz Ana María Orozco a la agencia AP a propósito de la secuela oficial Betty, la fea: la historia continúa.

Pese a la belleza y sofisticación que desplegó al final de la original y seguramente en los últimos 20 años, en esta secuela, Beatriz (ya veremos cómo y por qué) vuelve a adoptar el look ya icónico de su personaje: grandes lentes y ropa recatada. En otras palabras, vuelve a ser Betty, la fea.

Jorge Enrique Abello y Ana Maria Orozco, 20 años después de la transmisión original, regresan en la secuela Betty la fea: la historia continua. (Foto: Getty Images)
Jorge Enrique Abello y Ana Maria Orozco, 20 años después de la transmisión original, regresan en la secuela Betty la fea: la historia continua. (Foto: Getty Images)

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