El conmovedor relato de Ryan Reynolds sobre las alucinaciones que sufrió su padre a causa del Parkinson
En plena promoción de su última película, Deadpool & Wolverine, Ryan Reynolds compartió un aspecto profundamente personal de su vida familiar. El actor se refirió a cómo lidió tiempo atrás con distintos síntomas que afectaron a su difunto padre debido a la enfermedad de Parkinson.
La estrella contó que fue desconcertante enfrentarse a los momentos en que su papá sufría de alucinaciones y expresó su deseo de haber sabido antes sobre estos aspectos menos conocidos de la devastadora dolencia, destacando la importancia de informarse y de poder disponer de herramientas para hacer frente a este tipo de situaciones.
Antes del deceso de su padre, en 2015, el actor se unió a Michael J. Fox para concientizar sobre esta enfermedad degenerativa y sobre ello escribió en las redes sociales. Junto a un video que subió a Instagram, con imágenes de su familia, el intérprete comentó primero: “A mi papá le diagnosticaron Parkinson hace unos 25 años. He sido miembro de la junta directiva de @michaeljfoxorg durante unos 15 años. En ese tiempo han habido muchos avances de los que hubiera deseado que mi papá y nuestra familia hubiesen podido beneficiarse”.
“Lidiar con los matices, la complejidad y los síntomas inesperados de esta enfermedad puede resultar abrumador y, al menos en mi caso, desesperante. Pero si hay algo que espero que todos sepan es lo importante que es no afrontarlo solo. Mi padre ya no está, pero tengo suerte de seguir trabajando para encontrar soluciones con personas que saben mucho más que yo. Si usted o un ser querido sufre esta enfermedad y sus síntomas, visite MoreToParkinsons.com para obtener más información”, sugirió en la publicación.
Reynolds ha sido un defensor activo en la lucha contra el Parkinson desde la muerte de su padre, que falleció a los 74 años después de convivir con la enfermedad durante casi dos décadas. Desde entonces, el actor ha utilizado su exposición para apoyar investigaciones dedicadas a encontrar una cura.
En una entrevista con la revista People, el actor se refirió al delicado momento familiar que atravesó al convivir con una enfermedad que afecta el sistema nervioso central y que no solo se manifiesta a través de los temblores y la rigidez sino también con síntomas menos visibles como los trastornos cognitivos y psicológicos. “Aprender sobre ello proporcionó respuestas importantes a nuestra familia. Ojalá lo hubiera sabido antes”, apuntó.
La estrella de Hollywood tenía 22 años cuando a su padre, James Chester Reynolds, le diagnosticaron la enfermedad, pero su familia rara vez hablaba del tema. “Él dijo la palabra Parkinson tal vez tres veces. Hubo mucha negación”, dice Reynolds.
Padre e hijo tenían una relación complicada, que empeoró frente a las alucinaciones que experimentaba James. “Realmente desestabilizó mi relación con él porque no sabía qué estaba pasando”, reflexiona hoy el actor, que es padre de cuatro hijos: James, de 9 años; Inez, de 7; Betty, de 4 y Olin, de 1 año, junto a Blake Lively. “Para mí, la curación se produce a través de la relación con mis propios hijos, y tomo algunas de las cosas de mi padre que son de inmenso valor. Él tenía una integridad increíble. No mentía”, mencionó.
El artista cuenta, sin embargo, que su padre era un hombre que no compartía sus sentimientos. “Era boxeador, policía, un tipo duro. Ni siquiera recuerdo haber tenido una conversación en condiciones con él. Era un padre presente, nunca se perdía un partido de fútbol, pero no tenía la capacidad de demostrar sus sentimientos y el orgullo estaba tan arraigado en él que dictaba casi todo lo que hacía”, se sincera el actor.
Cuando su padre fue afectado por los delirios, el vínculo empeoró. “Él estaba perdiendo la cabeza y luchaba por diferenciar entre la realidad y la ficción. Tenía ideas conspirativas y creía que algunas personas lo perseguían o trataban de atraparlo”, recuerda. Con el paso de los años, Reynolds tomó perspectiva y pudo comprender parte de lo sucedido y cómo lo afectó, un proceso de sanación que aún continúa. “Estoy juntando constantemente las piezas de la historia. Me fue muy fácil deshacerme de la idea de que mi padre y yo no estábamos de acuerdo en nada; miro hacia atrás y pienso que fue más bien mi falta de voluntad en ese momento para encontrarme con él donde él estaba. Nos distanciamos y eso es algo con lo que viviré por siempre”, se lamenta el actor.
Sin embargo, también reconoce que hubo muchos momentos de conexión. “Le envié una carta unos cinco meses antes de que muriera y estoy muy satisfecho de haberlo hecho. Era una lista de todas las cosas maravillosas que había hecho: cada vez que aparecía o cada vez que jugaba conmigo al aire libre después de la práctica de béisbol. Cada vez que estaba ahí. Esa carta significó mucho para él, así que pude cerrar ese capítulo, pero no estaba con él cuando falleció, y realmente desearía haber estado”.
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