Coreometrajes: un espectáculo de danza que sale de viaje imaginario por la Argentina, cuadro por cuadro
Lejos de las zarinas y los tutús fantasmales, Coreometrajes no se ciñe al ballet o la danza contemporánea. Es un espectáculo de danza integrado por siete obras actuales, varias de ellas en calidad de estreno, entre arpas y pianos, chamamé y música electrónica, que reunirá el próximo 10 de febrero a un elenco de jóvenes argentinos que bailan en diferentes partes del mundo.
Aunque los creadores de la propuesta, Patricio Di Stabile y Lucas Erni, sean los mismos que hicieron Repatriados el año pasado en el exCCK, en este caso no se trata de una gala con viejas joyas del ballet para ver bailar al talento de exportación. “Es un proyecto súper diferente -advierte Patricio Di Stabile, de 25 años-. En aquel programa convivieron grandes hits clásicos, con algunas obras nuevas, pero ahora el riesgo es mayor. Busco la innovación. Busco arrojarme a lo desconocido, prometiendo las mejores cosas de la danza”.
Un viaje por la Argentina
De alguna manera, Coreometrajes propone un viaje por Argentina, sus paisajes y sus conflictos, el individualismo, las mujeres desaparecidas en democracia, el ballet como destino o elección. Y la creatividad como motor de todos los encuentros. Ese viaje comenzará por Mar del Plata, justamente, con la obra que da título al espectáculo. Con música original de Luke Villemur y coreografía del propio Di Stabile, está inspirada en el verano en la ciudad balnearia, la juventud y la vanguardia, y combina danza y proyecciones.
Las dos escenas siguientes son creaciones de Federico Fontán, situadas en la ciudad de Buenos Aires. “La primera es un fragmento de Hoy bailamos para siempre, un espectáculo de 2021 que reunía cinco historias de vida atravesadas por la danza –explica Fontán a LA NACION-. Ahora solo tomo la historia de Natalia Pelayo, la manera en la que se enamoró de la danza clásica y sus contradicciones y rebeldías con el mundo del ballet”.
Fontán presenta también Spotlight, una nueva pieza corta interpretada por los bailarines del Teatro Colón Jiva Velázquez y Caterina Stutz, y Jazmín Gude Alonso, del Argentino de La Plata; los tres luchan por estar en la luz y ser mirados. “No hay relaciones de armonía entre ellos, únicamente los cruces que se generan por querer ser el centro”, anticipa el coreógrafo.
La noche seguirá con Dèjá vu, de Julieta Urmenyi (también integrante del Ballet Estable), con Mora Capasso y Yosmer Carreño, del Colón, y Aaron Guzmán y Alexia Comisso, del Municipal de Santiago, bailando un trabajo situado en Córdoba, con guitarra en vivo.
El duo Irreverso, de Luciana Barrirero, sucede en un viaje a Jujuy en el que una mujer que nunca arriba a su destino. “Son muchos los casos de mujeres desaparecidas que quedan sin resolverse –señala Di Stabile-. La impunidad y la falta de justicia dejan a la víctima atrapada en un limbo irreversible”.
El clima cambia hacia la serenidad de una siesta, con Lo que el río trae, de la reconocida coreógrafa y maestra Margarita Fernández. “Estoy trabajando sobre el paisaje litoraleño cuando suena ”La Calandria", de Isaco Abitbol, en la interpretación de Chango Spasiuk", relata Fernández. “Hay olor a tierra mojada y flores. En la medida en que vamos ensayando, se van sumando. Y como es la pieza previa al final, vamos a tratar de poder nuclear a todos los que podamos. Para que sea un encuentro de todos”.
Con Piezas al piano, Di Stabile vuelve a un montar la obra que fue el broche de oro de Repatriados. “Esta obra de Patricio es hermosa y estoy muy feliz de volverla a hacerla, con Silvina Rouco al piano, en escena –se entusiasma Lucas Erni-. Bailamos con Natalia Pelayo y León Galeppi López, un niño súper talentoso que tiene doce años y es el futuro del ballet en Argentina”.
Lucas Erni y Patricio Di Stabile se conocieron cuando tenían más o menos la edad de León. Ambos eran “el futuro del ballet” en las aulas del estudio de Raquel Rossetti. Desde esa edad son amigos y comparten sueños y proyectos. “Durante la pandemia, Patricio me convocó para su primer documental, Aislamiento social, y desde entonces somos socios – señala Erni, que después de varios años en el Ballet de San Francisco, actualmente sigue su carrera en Europa, en el Ballett am Rhein de Alemania-. Patricio es un gran director. Tiene una visión muy creativa. Yo soy un apasionado por lo que hago y me encanta la gente que lo vive como igual, creo que por eso entre los dos nos potenciamos muchísimo”.
El cierre de Coreometrajes es una demostración de esa sinergia, en un solo con tono de biopic. Di Stabile lo creó para Lucas Erni, “con sonidos de malambo, folklore y un hermoso piano, recorremos su vida y su historia y por eso la obra está situada en su ciudad natal: Santo Tomé, Santa Fe –revela Patricio, que actualmente forma parte de un espectáculo musical sobre El Principito de Saint Exúpery, que lo tiene de gira por todo el mundo–. Lucas es coproductor conmigo; yo dirijo, pero todo lo que se me ocurre lo hablo con él. Siempre me ayuda a conseguir los fondos para pagar a los bailarines. Es la musa inspiradora de mis ideas y parte fundamental en mis creaciones”.
Di Stabile está fascinado con el elenco que ha reunido. “Estoy muy agradecido con todos los bailarines y coreógrafos porque están creando magia. Ellos son los verdaderos protagonistas. Los cuatro más jóvenes tienen todo para brillar: Aaron, Mora, Alexia y Jazmín son revelaciones, van a dejar al público boquiabierto”.
Todo el espectáculo quiere abrir una ventana al futuro. Repatriados volverá a montarse en 2025, pero los sueños son más grandes aún: “Quiero generar espacios nuevos, para que los estudiantes de danza vean que se pueden hacer otras cosas. Quiero abrir una opción más en el calendario –se aventura Di Stabile–. Quiero agrandar el circuito”.
Para agendar
Coreometrajes. Espectáculo de danza con coreografías de diversos autores y dirección general de Patricio Di Stabile. Intérpretes: Lucas Erni, Jiva Velázquez, Natalia Pelayo, Aaron Guzmán, Alexia Comisso, Caterina Stutz, Jazmin Gude Alonso, Leon Galeppi López. Mora Capasso y Yosmer Careño. El 10 de febrero, a las 20, en el Teatro Tronador de Mar del Plata, Santiago del Estero 1746. Entradas desde $30.000.