Este lunes, a las 14.45, Cuestión de peso regresó a la pantalla de eltrece. El clásico programa, que busca transmitir hábitos saludables a través de una competencia contra la obesidad, volvió con un gran equipo de profesionales liderado por Alberto Cormillot y la conducción de Mario Massaccesi, quien alternará su nueva labor con su labor al frente de En Síntesis, el noticiero de las medianoches del canal.

“Otro mundo es posible y empieza hoy….”, dice el video presentación que repasa las estadísticas de obesidad en el país, la lucha que se llevó a cabo por una ley que permita prevenir y controlar los trastornos alimentarios y los más de 300 participantes que pasaron por el ciclo y demostraron que sí se puede cambiar de vida. Con una escenografía en violeta y amarillo, el nuevo conductor hizo su entrada triunfal al estudio. “ ¡Vuelve la emoción a la televisión argentina, vuelve Cuestión de peso! Acá estamos felices porque una vida mejor es posible y este año te lo vamos a seguir demostrando ”, dijo Massacessi, emocionado por su nuevo desafío y lookeado con un traje azul, camisa y zapatillas blancas.

Si bien el objetivo del programa es el mismo de siempre, el periodista hizo referencia a las novedades que en esta temporada tendrá el formato. “Este año tenemos tribuna”, lanzó mientras mostraba a los familiares y amigos de los participantes que se animarán al desafío. Y enseguida, miró a su izquierda para presentar al equipo que estará a cargo de los consejos, los hábitos saludables y los desafíos físicos. “Nadie conoce más que él el programa… Alberto Cormillot, buenas tardes”, gritó mientras lo saludaba con un beso. Como en ediciones anteriores, el nutricionista está acompañado por su hijo Adrián, aunque esta vez se suman dos caras nuevas del clan: su mujer, Estefanía Pasquini, y su nieta, Abril. El profesor Sergio Verón será nuevamente el encargado de poner a los diez participantes en movimiento.

“ Vos que estás en casa sos protagonista también. Necesitamos de vos, así que preparate ”, anunció el conductor sin dar demasiados detalles antes de presentar a los verdaderos protagonistas del programa. “Yo pedí no saber quiénes son porque me quiero sorprender con vos”, confesó mientras el misterio llegaba a su fin.

Hora de subir a la balanza

Después de la presentación de todo el clan Cormillot, llegó el momento de conocer las 10 historias de vida; esas que serán de superación y servirán como inspiración para todos los televidentes. El primero en ingresar fue Ernesto, de 39 años, oriundo de Corrientes. Chef y maestro pizzero, el participante contó los motivos de su paso por el programa: “Quiero cambiar mi situación de vida, jugar con mi hija que no puedo. Al Ernesto actual no lo quiero más en mi vida”, confesó vestido de gaucho. 191,2 fue su pesaje inicial y el número que llevará en su remera desde mañana.

Melina, de 27 años, de Bariloche, fue la segunda en entrar. La estudiante de psicología anticipó que odia la actividad física y que le digan qué hacer. “Soy una mina sin tapujos”, reveló quién pesó 152,1 y fue anotada por su abuela.

A Marcelo, de 25 años, lo presentó su mamá desde la tribuna. “Me angustia verlo así”, dijo llorando la mujer, que inmediatamente llamó la atención de Massaccesi. Ella misma fue quien lo convenció para que se anote y pueda cambiar su manera de vivir de una vez por todas. “Me molesta que las personas me miran como alguien diferente, eso me lastima”, confesó el joven que es fan de jugar a los videojuegos. La balanza marcó 179,9 en su debut.

“Quiero bajar de peso porque quiero volver a bailar”, dijo Gabriela “Nate” de 33 años. La muchacha, que varias veces fue campeona de reggaetón, actualmente trabaja vendiendo contenido hot. “Mi hermana es pastora, en mi familia son religiosos y no saben de esto”, contó, entre risas, mientras tiraba unos pasos de baile junto al conductor en el piso. 98,4 será el número que llevará en su pecho desde mañana.

La siguiente fue Camila, de 29 años. “Quiero hacer un cambio en mi vida para sentirme mejor” afirmó esta joven que pesó 139,1. Massaccesi volvió a acercarse a la tribuna con una copa de agua en su mano; esta vez la que estaba llorando es la mamá de Paulo, un panadero de 45 años que asegura que fue su divorcio el que lo cargó de kilos. “Estoy pasado de equipaje”, reflexionó cuando la balanza marcó 139,7.

El tiempo corría y sólo quedaba lugar para dos más. Victoria, de 34, hizo emocionar a todos cuando contó que en una endoscopía perforaron de más su estómago y estuvo al borde de la muerte. “Merezco vivir sana y feliz”, admitió la madre de dos niños que la alentaban desde la tribuna. Su peso inicial fue de 135,2. Por su parte, Matías, de Floresta, fue el último en ingresar. “La muerte de mi papá hizo que empiece a comer y comer”, confesó este vendedor ambulante que pesó 192,9.

“Mañana quedan los últimos dos”, aclaró el conductor dando cuenta que se había agotado el tiempo por hoy. Pero antes de irse contó una nueva novedad que el ciclo tendrá este año: “¿Sabías que después de Cuestión de peso hay más Cuestión de peso? Se viene el streaming por República Z con Luis Piñeiro, se viene el after”, gritó invitando a toda la audiencia a seguir por ese canal de YouTube.