Así fueron los últimos días de Jorge Lanata, tras más de seis meses de internación
Durante los últimos seis meses y medio, desde que ingresó al Hospital Italiano por un chequeo de rutina y quedó internado en terapia intensiva, la salud de Jorge Lanata pasó por varios altibajos. Tras su regreso al centro médico del barrio de Almagro después de unos días en el centro de rehabilitación Santa Catalina, su salud se deterioró, hasta que este lunes por la tarde se produjo el triste desenlace: el célebre periodista murió a los 64 años .
Según trascendió, el periodista sufrió una falla multiorgánica luego de una hemorragia que comenzó el fin de semana y una infección. Durante las últimas semanas, fueron su mujer, Elba Marcovecchio, y su hija mayor, Bárbara Lanata, quienes se encargaron de contar las pocas novedades que trascendieron a la prensa. “Es un día a día”, solían decir cuando eran consultadas acerca de su estado.
Luego de la Navidad, Marcovecchio reveló que había pasado con su marido la mañana del 24 y el 25 al mediodía. “Entre comillas, almorzamos juntos”, graficó. Días antes, la letrada se había mostrado esperanzada con la posibilidad de un traslado al centro de rehabilitación. “Estamos esperando que se estabilice y que esté en condiciones de hacer ya la rehabilitación”, explicó. “Las esperanzas están puestas ahí” , sumó.
El 20 de diciembre, fue Bárbara Lanata, la primogénita del periodista, quien habló con LA NACIÓN y dio cuenta del estado de su papá. “Está estable. Es un día a día. O sea: no está ni mejor, ni peor. Ahora lo que pasa es que le duele mucho la cara y las escaras. Eso es típico de las internaciones y la traqueostomía, lo conectan a una asistencia respiratoria solo a la noche. Durante el día lo desconectan y él puede hablar con la válvula fonatoria. Está comiendo por el botón gástrico porque al estar tanto tiempo entubado y con la traqueostomía pierde la capacidad de deglución ”, graficó. También contó que estaba con una sonda y que tenía un botón gástrico.
Los meses finales
En septiembre, luego de un breve paso por el centro de rehabilitación Santa Catalina, Lanata volvió al Hospital Italiano como consecuencia de una neumonía y un cuadro febril, siempre con recuperaciones paulatinas. Pocos días después su estado empeoró drásticamente y debió ingresar cuatro veces al quirófano como consecuencia de una isquemia intestinal: le sacaron 70 centímetros del órgano . El miércoles 16 de octubre, los profesionales del Italiano pudieron volver a unir su intestino. A partir de ese momento, el periodista mostró una evolución.
Aunque la esperanza se mantenía y Lanata avanzaba hacia la posibilidad de un traslado, los problemas comenzaron a aparecer de forma más frecuente a fines de noviembre. La primera alerta fue un cuadro febril consecuencia de una infección. Luego de realizarle algunos estudios, que incluyeron cultivos y una escarotomía, fue sometido a una punción para extraer líquido de su abdomen.
Pocos días después trascendió fue que al creador de Página/12 le habían detectado una trombosis. Esta información fue confirmada a LA NACIÓN por Bárbara Lanata, la hija mayor del periodista. Aunque el cuadro parecía complicado, la misma Bárbara aclaró que Lanata estaba bien: “ No tiene fiebre, los drenajes ya casi no sacan líquido y la presión la tiene perfecta. Pulsaciones bien. Está despierto y tranquilo ”, completó.
El último parte médico
La última información oficial del Italiano sobre la salud de Lanata se dio a conocer el viernes 6. Fue Barbara quien difundió el documento, el primero que trascendía públicamente desde octubre. “El paciente Jorge Ernesto Lanata continúa internado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Italiano de Buenos Aires. Actualmente, se encuentra vigil, afebril, en ventilación mecánica durante la noche, mientras que durante el día con ventilación espontánea”, indicaba el texto. El documento agregaba, además, que Lanata estaba “hemodinámicamente estable” y que no requería “drogas vasoactivas”. El conductor, en ese entonces, mostraba una buena respuesta al tratamiento.
El último tiempo de vida de Lanata, su familia aguardaba por su mejoría y esperaba por su traslado. Así lo decía Marcovecchio cada mañana al ingresar al Hospital durante sus charlas con los medios; también lo hacía Bárbara con los periodistas con los que hablaba. Sin embargo, los últimos días, el silencio fue ensordecedor: este lunes, a las 15.20, después de 72 horas difíciles, Lanata murió.