La danza aérea del Palo Volador para venerar a Santiago Apóstol en Guatemala

Cubulco, Baja Verapaz (Guatemala), 25 jul (EFE).- A 20 metros de altura y con una soga amarrada a los tobillos, los valientes danzantes se lanzan en trajes de monos y tigres, dan vueltas alrededor de un palo y estiran los brazos. Con cada giro se acercan más al suelo en la danza del Palo Volador, un ritual en honor a su santo, Santiago Apóstol.

La feria de Cubulco, un municipio indígena de Baja Verapaz -al norte de la Ciudad de Guatemala-, se desarrolla durante una semana y culmina tal día como hoy, el 25 de julio. Por las mañanas, la música de marimba en vivo inunda las calles del lugar desde la plaza central hasta los mercados que venden frutas y verduras de la región. 24 horas continuas de fiesta y color.

De los municipios cercanos, como el Chol y Rabinal, llegan cientos de personas para ver las danzas tradicionales del lugar, en donde la etnía Quiché predomina. Bajo el abrasador sol de julio, decenas de hombres se disfrazan de conquistadores españoles, toros y monos para bailar.

Frente a la iglesia, con máscaras de hombres rubios y de ojos azules, los hombres de Cubulco danzan con la “Caxuxa”, trajes brillantes que reflejan los rayos del sol. Se mueven al ritmo de la marimba y los saxofones de fondo entonan música tradicional.

La danza emula a los conquistadores españoles. Sin coreografía ni palabras, los hombres se mueven de forma errática y gritan con jubilo de tanto en tanto. Repiten año con año un baile qie se realiza desde la época de la colonia española y que fusiona las tradiciones mayas con las católicas.

También realizan el baile del “Torito”, en donde un grupo de enmascarados persigue a otro hombre disfrazado de un toro travieso que intenta asustar a los espectadores. Cuando lo logran amarrar, lo vuelven a soltar y repiten la rutina incontables veces.

El baile de “Córtez” imita la batalla entre dos soldados españoles con espadas falsas mientras dos mujeres bailan en círculos con el combate de fondo. La mayoría de los pobladores observan absortos los espectáculos, mientras otros aprovechan para beber cerveza, que se vende en todo el municipio desde la mañana hasta el anochecer en honor a la feria.

Sin embargo, en medio todos estos bailes y tradicionales, el evento más esperado es la danza del palo volador. Cada año, los ancianos del pueblo que forman la cofradía de Santiago Apóstol viajan un mes antes de la feria a los cerros que rodean Cubulco para buscar un árbol. Después de que los guías espirituales señalan el árbol adecuado, cerca 500 hombres lo cortan y lo bajan rodando por el cerro.

Antes de cortar la corteza para limpiarlo, realizan una ceremonia maya para bendecirlo. Después lo colocan en el centro de la plaza frente a la iglesia católica a la espera de la feria.

Según los ancianos del lugar, esta tradición se practica en la región desde antes de la llegada de los españoles a Guatemala y se realizaba durante las canículas de los inviernos, pero ahora se hace en honor a Santiago Apóstol, patrón del lugar.

(c) Agencia EFE