Yahoo Estilo David Aguilar, el poeta que es fan de Karol G y toca reguetón con su guitarra
El grado de fuerza y profundidad que El David Aguilar le otorga a las palabras es resultado de su curiosidad como un cantautor que navega en los límites de la poesía. Su arte es igual de contemplativo como el retrato de esa mariposa que descansa en su canción “Eco”, la cual —al igual que él— es libre y embellece la vida misma.
“Una mariposa posa sobre tu cabello, bello”: si en “Eco” escuchamos a un David Aguilar que se derrite de amor a través de un juego de palabras, “Cumbia de la Bici” es un homenaje a este transporte que a ratos parece crónica de la ciudad. Ambas canciones son muy reconocidas, pero no las une una temática, ni un sonido; más bien, el deseo de su creador por exponer un mensaje que vale la pena escuchar. Llámese ser más ecológico o simplemente exponer un sentimiento profundo de añoranza.
Este contraste entre un tema y otro es una de las tantas pruebas de su imaginación, que juega entre lo terrenal y lo etéreo. Rodolfo David Aguilar Dorantes no se ata a ningún género para hablar de lo que considera importante. Sus temáticas son vastas, pero la convicción es la de siempre: una guitarra y una creatividad lírica que emana del entusiasmo.
“Las palabras para mí son como vehículos de de emociones y de data. Son como pequeños carritos de corazón y mente. O sea, las palabras tienen emoción y significado. Así las utilizo y así las vivo”, expresa.
Además de su cosmovisión —que muestra un alto nivel de sensibilidad—, su talento audaz para componer canciones le ha valido ser nominado al Latin Grammy once veces, que dicho sea de paso, en los últimos años han sido 6 nominaciones consecutivas.
“Cicatriz Radiante” es la canción nominada a “Mejor Canción Alternativa” este 2023. Es una suerte de agradecimiento a una pareja por todo lo que fue y por lo aprendido; un viaje por los recuerdos como parte de la aceptación y el duelo. “Me la imagino como una postal de una calle o de un parque de la ciudad, pero desierto. Porque es una canción de melancolía en la ciudad. De un recuerdo de un amor”, explica.
A pesar de la validación de la crítica que traen estos premios, para él hay algo todavía más trascendente. Se define a sí mismo como una persona que le motiva lo social y lo que tiene que ver con la experiencia humana. No imagina su música fuera de la conexión emocional, por eso su mayor miedo se relaciona con estar solo: “Digamos que mi pesadilla sería despertar un día y que no haya nadie en el mundo”.
Nuevo disco: la puerta hacia otra dimensión
Lo que para algunos puede tratarse de un logro personal, Aguilar ve el proceso de este álbum más bien como un esfuerzo colectivo, donde mucha gente participó para hacerlo real.
Fan de Karol G y un firme creyente de que “TQG es un trabajo brutal, “Luz de Cabeza” es el primer adelanto del nuevo disco que se estrenará en 2024 y es una composición con guiños hacia el trap y el reguetón. Los puristas dirían que lo urbano no tiene un propósito más que entretener a las masas. Bueno, hace falta que escuchen este single que lleva una postura detrás.
En sus palabras, “Luz de Cabeza” es una porra para las mujeres. Esa luz que tanto lo destella es la inteligencia femenina. Escrita desde el apoyo y la admiración, su voz nos hace imaginarnos a nuestra madre, amiga o pareja porque nos hace pensar en una mujer valiente en un contexto de injusticias. David, quien también es firme al defender sus ideales políticos, sentencia en su canción: “hombres y Estado son asesinos”. ¿Hay alguna mentira en ello?
Para darle todavía más fuerza a todo el discurso, Jazmín García (la directora del video oficial) ejemplificó muy bien la fortaleza de las mujeres mediante una mítica sirena que se quita armaduras poco a poco. El propósito del sinaloense en este tema es totalmente claro: “Es una dedicatoria a las mujeres para no perder la oportunidad de resaltar esa conversación pendiente de la lucha feminista contra la violencia de género. La canción trata simplemente de apoyar”.
Al margen de su próximo álbum, lo que desea es llegar a un público ávido de estas composiciones que son más sofisticadas. “Estoy tratando de sentar un precedente con respecto al tipo de canción que yo hago (…) Me gusta mucho descubrir nuevos mundos y trabajar bajo la sensación de que abres como una nueva cortina hacia otra dimensión”.
A pesar de que todavía no tiene un nombre definido, ha hecho una cuidadosa (y democrática) selección de 14 temas que, según adelanta, traen un sonido muy variado, porque este disco es más acerca de cómo él entiende los géneros. Así que en el tracklist hay cabida para todo, que pasa desde una salsa para mover el cuerpo, hasta un huapango y algunas cosas más alternativas y electrónicas.
Poesía, amor y verdad en la música
Lo de la poesía no es únicamente un intento por engalanar su arte. David Aguilar tiene un libro en el que plasma sus pensamientos más intrépidos titulado “Afuerismos del Interior”. Es una recopilación de 280 frases, donde cada una gira alrededor de lo cotidiano, de la crítica y de lo absurdo.
Ahora también administra Boca Poeta, que es la página en donde recita sus versos o simplemente los coloca como una foto vintage, en un papel recién salido de la máquina de escribir. Su cuenta es un collage de reflexiones que son más reveladoras de lo que aparentan.
Por supuesto, no deja de lado temas universales como el amor, pero lo delinea no como una posesión más, sino como un acto de fe que es el fundamento para alcanzar la verdad. Esa que tanto atraviesa su música.
“Siempre tratamos de hacer canciones de amor”, dice con un tono de convencimiento. David compone bajo esta perspectiva porque no hay forma de escape. Describe que aunque sea una canción grotesca, dura o de guerra lo que se esconde tímidamente o de forma más literal es la unión, el propósito de hacer que las personas sean parte y crear lazos emocionales. “Para mí una canción es un elemento que convive y que tiene que existir”.
Con disco en puerta, su sonrisa de gratitud demuestra lo feliz que le hace la música: “Me encanta, me siento privilegiado por poder no nada más dedicarme a esto, también pasar mi vida estudiándolo y que además sea mi sustento”.
Quizás la forma de alcanzar el optimismo o la lucidez que tiene Aguilar es sencillamente esta; la de ver al amor como algo vital para la comprensión ya no solo del sentir, también del mundo. Comprender al amor como algo que escala, el amor como un elemento de lucha, el amor como un beneficio mayor que es la pregunta y la respuesta. Tomar la decisión de amar más y de modo transparente, ni siquiera por moral, sino, por sentido común.
