Demi Moore habló de cómo se sintió juzgada cuando hizo el film Striptease

Demi Moore habló de cómo se sintió juzgada cuando hizo Striptease y también cuando protagonizó G.I. Jane
Demi Moore habló de cómo se sintió juzgada cuando hizo Striptease y también cuando protagonizó G.I. Jane - Créditos: @Getty Images

Cuando en el año 1996 Demi Moore interpretó a una stripper en la película Striptease, no hubo halagos y ovaciones por su trabajo, sino todo lo contrario. El éxito del film no bastó para que la actriz disfrutara de ese momento, ya que reconoce que en ese entonces se sintió muy juzgada por ese papel .

En el film, la actriz se puso en la piel de una madre soltera que consigue un trabajo como bailarina exótica para ayudar a financiar su batalla por la custodia de su hija. Hoy, a casi 30 años del estreno, Moore explicó por qué aceptó el papel y cómo fue recibido en su momento.

“ Por ejemplo, Striptease: se juzgaba a una mujer que trabajaba como bailarina, pero la idea era que se trataba de una mujer que intentaba cuidar de su hija de la mejor forma posible ”, dijo durante una entrevista con Variety.

Y siguió su reflexión al hablar sobre su rol en G.I. Jane (1997): “Con este film pensé: ‘si una mujer es lo bastante hábil y tiene el deseo de servir, ¿por qué no íbamos a quererla en el ejército?’ No entendía por qué se cerraba esa puerta. Muchas de mis películas tenían temas similares”.

Demi Moore, en una escena de Striptease
Demi Moore, en una escena de Striptease

La estrella, que dijo que un productor la llamó una vez ”actriz de pochoclos, es decir, que no soy un tipo de actriz aclamada por la crítica”, también recordó cómo la pusieron bajo la lupa cuando se estrenaron esas dos películas, juzgando también lo que había cobrado por ellas.

“Hice Striptease y G.I. Jane una detrás de otra. Si hay algo que se me ha puesto en contra en esta industria, es que esas dos películas se estrenaran al mismo tiempo y que encima me convirtiera en la actriz mejor pagada ”, afirmó la estrella, que por el primer film cobró 12 millones de dólares, algo poco común en ese momento. “Ese momento fue muy fuerte para mí porque no se trataba solo de mí, sino de cambiar las reglas del juego para todas las mujeres ”, continuó reflexionando.

Y luego sumó: “Pero porque interpretaba a una stripper, traicioné a las mujeres. Y porque interpretaba a un soldado, traicioné a los hombre s”.

A partir de eso, consideró, que se empezó a juzgar los tipos de roles que había aceptado. “La narrativa se convirtió rápidamente en: ‘bueno, solo le pagan esa cifra porque interpreta a una stripper’. Me afectó mucho ”, continuó la actriz. “Pero al mismo tiempo, comprendí que cualquiera que dé el primer paso va a recibir el golpe. Eso vale para cualquiera que desafíe el statu quo”.

Cuando Variety le preguntó si volvería a hacer sus papeles en Striptease y G.I. Jane, Moore respondió sin dudar: “Definitivamente. Me dieron mucho. En definitiva, eso es todo lo que tengo, mi experiencia”.

Un nuevo renacer

Queda claro que Demi Moore no se arrepiente de su pasado, pero claramente la industria no fue benevolente con ella; sin embargo, ahora su carrera está viviendo un nuevo renacer gracias al film La sustancia (The Substance), en donde fue dirigida por Coralie Fargeat, que trata sin tapujos el envejecimiento, la obsesión con la juventud y las expectativas sociales en Hollywood.

Cuando fue presentada esta producción en Cannes, recibió una ovación de 11 minutos, pero además obtuvo varias críticas muy positivas no solo a la película sino también al trabajo de Moore, quien interpreta a Elizabeth Sparkle, una celebridad que es despedida de su programa por ser considerada por un productor como “demasiado mayor”. En medio de la crisis que le genera esta situación, encuentra “una sustancia” muy innovadora que le promete convertirla en una mejor versión de sí misma.

Sobre la película, la actriz expresó: “Aunque está enmarcada en torno a las mujeres, realmente sentí que era algo con lo que todos podíamos relacionarnos como seres humanos: la sensación de ser descartados, pasados por alto. Una falta de apreciación por quienes somos”.