La reunión imposible de las Spice Girls: crónica de un desencuentro
A mediados de los noventa, no había emisora radiofónica que no reprodujera sin descanso Wannabe, el tema de unas chicas británicas que permanece en la memoria colectiva de toda una generación: “Si quieres mi futuro, olvida mi pasado // si quieres estar conmigo, más vale que te apures // no desperdicies mi tiempo tan valioso // por tu vida en orden y podremos estar bien”. Con las últimas declaraciones de Mel B, parece que el sueño de los fans de ver de nuevo a Victoria Beckham, Geri Halliwell, Mel C, Mel B. y Emma Bunton sobre los escenarios, treinta años después de su formación, ya es una quimera.
Se habían dado los pasos adecuados. En 2012, se acarició el sueño cuando volvieron a subirse al escenario juntas, con la energía de siempre y su espíritu de alabanza al poder femenino, durante la clausura de los Juegos Olímpicos de Londres. Después, no hace mucho, por el cincuenta cumpleaños de Victoria Beckham, aunque sin cámaras de por medio, volvieron a las andadas y actuaron juntas. Sin cámaras, pero con David Beckham grabando con su celular el momento en el que su mujer y las otras cuatro Spices se hicieron las reinas de la fiesta. Se desataron en el Oswald’s, un exclusivo club londinense, cantaron Stop, se divirtieron, hicieron bailar a los asistentes al festejo, entre los que estaban Tom Cruise o Guy Ritchie, y revalidaron su título de incombustibles. En aquella ocasión, Victoria Beckham reveló que había sido una de las noches más divertidas de su vida.
Ese momento Stop hizo soñar a una pléyade de fans con que, en este 2024, se iba a producir una gira con todas ellas para conmemorar tres décadas del nacimiento de ese fenómeno mundial que fue la irrupción de las Spices en la industria discográfica. En 2019, casi dos décadas después de su disolución, protagonizaron un tour… pero sin Victoria, porque esta había decidido focalizar todas sus fuerzas en su faceta de empresaria y diseñadora. En 2024 parecía que sí, que todas, como en los viejos tiempos, saldrían de gira, pero de nuevo una serie de desencuentros lo ha impedido.
Las razones del 'no'
Después de meses deshojando la margarita del “sí” o el “no”, Mel B acaba de realizar unas declaraciones que claramente inclinan la balanza hacia el no habrá gira. Melanie Janine Brown, de Yorkshire (Inglaterra), se define como una chica del norte, e intensa, que dice las cosas tal y como las piensa.
La cantante de cuarenta y nueve años contó, en un programa de Sky Max, uno de los motivos del desencuentro entre las componentes de la banda más exitosa de los noventa. Según Mel B, sus compañeras, el pasado abril, la habían expulsado del grupo de Whattsapp por insistir tanto sobre la gira. “Definitivamente haremos algo, pero si sigo hablando me volverán a expulsar del grupo [de Whattsapp]”. Además, hizo un comentario que ha tenido mucho eco. Mel B. calificó a las otras Spice Girls de “imbéciles”, aunque según señala The Independent este exabrupto lo soltó en un tono más sarcástico que real. Mel B. es la más firme defensora de esa reunión y su intensidad ha llegado a saturar a otras compañeras que, como Victoria Beckham, no tienen entre sus prioridades un reencuentro de las Spice Girls.
¿Qué pasó para que la primera gran girl-band de la historia se derrumbara y separara allá por el año 2000? ¿Y por qué, aunque su historia y su música siguen captando interés, no regresan por la puerta grande a los escenarios? Para dilucidar todo lo ocurrido hay que explorar en los orígenes. Todo empezó en 1994 cuando se convocó un casting para formar un grupo de chicas capaz de opacar el poder de los de hombres de los ochenta. Los Jackson 5, en los setenta, mostraron el camino; después, vinieron Los Beach Boys, pero la fiebre noventera ofreció las coreografías y la música de Take That, New Kids of the Block o los Backstreet Boys.
En ese clima musical efervescente, surgieron las Spice Girls. Nunca se ocultó que fue una agrupación “prefabricada”, que surgió de una audición a la que acudieron más de cuatrocientas jóvenes. De aquellas muchachas llenas de sueño solo cinco obtuvieron su objetivo. Curiosamente, la primera en obtener un sí rotundo por parte del jurado fue Mel B. que se atrevió con el tema de Whitney Houston The Greatest Love of All; después, le tocó el turno a Victoria Adams (su apellido de soltera), vestida de riguroso negro, interpretó una canción mítica: Mein Herr, el que Liza Minnelli bordaba en Cabaret. Pasó la prueba, aunque recibió un comentario sobre su físico poco halagüeño: “No tenía muy buena piel”. Mel C. se decantó por las Pointer Sisters con su I’m so excited. La siguiente elegida fue Geri Halliwell a quien, según contó la propia Mel B. en un documental llamado Spice Girls: el precio de la fama, la reclutaron más que por su talento para el canto y el baile por su arrolladora personalidad y su estilo extravagante: “Parecía una loca excéntrica de otro planeta”. Finalmente, tras intentarlo con Michelle Stephenson y Lianne Morgan, llegó a la banda, en diciembre de 1994, Emma Bunton. Las Spice Girls ya eran un fenómeno mundial.
Las grietas
De ese 1994 al 2000, las Spice Girls lo consiguieron todo. Las cifras obtenidas fueron apabullantes. Te pueden gustar o no, pero claramente tocaron la fibra sensible de toda una generación porque, ¿quién se puede vanagloriar hoy en día de tener más de cien millones de discos certificados vendidos? Ellas.
Su concepto del Girl Power superó fronteras. Con Wannabe triunfaron y se colocaron en el número uno… ¡en cuarenta y un países! Ellas se convirtieron en un símbolo no de un concepto único de feminidad, sino de las distintas aristas de esa feminidad. Porque estaba Emma, la Baby Spice, con un toque infantil e ingenuo que cautivaba a algunos; pero también Mel B, la Scary Spice, osada, sin pelos en la lengua, atrevida; Geri, alías Ginger Spice, pelirroja, extravagante, única; o Victoria, la Posh Spice, que ya apuntaba maneras con su elegancia, y Melanie C, la Sporty Spice. Las niñas de la época se sentían identificada con una o con otra. Sobre los escenarios desplegaban sus encantos; musicalmente, los críticos decían que ellas hacían el pop más pop que jamás había existido. Sin embargo, aunque parecieran formar parte de una maquinaria perfecta sobre los escenarios y en el cine –triunfaron con su Spice World The Movie, de 1997– las grietas no tardaron en aparecer.
El último día de mayo de 1998, Geri Halliwell, a través de su abogado, confirmó que abandonaba el grupo por “diferencias con las demás”. Un jarro de agua fría vertido sobre los fans. Desde entonces, el cuarteto que quedó intentó, por todos los medios, seguir luchando como agrupación por sus sueños musicales, pero en 2000 anunciaron que se tomaban un descanso, sin fecha de retorno.
En 2019, dos décadas después de su disolución, regresaron todas, menos Victoria Beckham. Ginger Spice sorprendió a todos entonando un mea culpa en el último concierto de la gira: “Necesito decir algo que debería haber dicho hace mucho tiempo: lo siento. Siento haberme marchado, me comporté como una niñata… Es maravilloso haber regresado con estas chicas a las que adoro tanto”.
A pesar de sus diferencias, de sus discusiones privadas y públicas, las Spice Girls saben que fueron un fenómeno de repercusión mundial. Sus vidas han seguido cinco derroteros distintos; a veces, discuten; a veces, se reúnen en privado y recuerdan aquellos tiempos en los que tenían el mundo a sus pies; normalmente, se perdonan. La más rebelde, Geri, dejó atrás sus excesos y se convirtió al cristianismo; Emma Bunton es una feliz madre de familia; Mel C. sigue luchando dentro de la demandante carrera musical; Victoria se ha posicionado en la cima del mundo de la moda; y Mel B. trabaja por superar un largo y traumático matrimonio.
¿Y quién dice que no habrá más adelante un reencuentro? Después de todo, parafraseando al tango, treinta “años no es nada”.