Despentes: Tras el #SeAcabó de España las cosas ya no van a volver a donde estaban
Madrid, 14 sep (EFE).- Tras vender más de 300.000 ejemplares en Francia, la escritora punk Virginie Despentes publica en España "Querido Capullo", novela en la que, en tono conciliador, trata temas como las adicciones, el #MeToo, el odio en las redes, el sexismo en el cine o la reparación a las víctimas de violencia sexual.
En este sentido, la autora se ha referido al movimiento #SeAcabó, que, siguiendo la estela del #MeToo, denunció en España la violencia sexual en diferentes ámbitos, especialmente en el fútbol, a raíz del beso no consentido del presidente de la Federación de Fútbol de España, Luis Rubiales, a la jugadora de la selección femenina Jenni Hermoso.
"Creo que es un movimiento internacionalmente revolucionario, que ha cambiado verdaderamente las cosas, que no van a poder volver donde estaban".
"Por primera vez he pensado que quería escribir una novela con la que uno se sienta bien cuando la lee, de esas que te dejan una sensación como de 'todo va a ir bien'", explica a EFE Despentes (Nancy, Francia, 1969), autora del icónico "Teoría King Kong", de la trilogía "Vernon Subutex" o de "Apocalipsis Bebé".
La novela, que publica Random House, gira en torno a la correspondencia entre Rebecca, una actriz de 50 años con una carrera en declive, y Oscar, un novelista acusado de acoso sexual por su antigua responsable de prensa, Zoe, quien lo hace público a través de un blog feminista.
En un punto de la obra, el personaje de Oscar reconoce la violencia sexual que perpetró y pide perdón por ello, lo que le sirve a Despentes para preguntarse: "¿Qué necesita la víctima de un acoso sexual? ¿Ayuda la justicia a reparar? ¿Cómo puedes pasar página lo mejor posible?"
"¿Qué significa si la persona que te ha acosado reconoce lo que ha hecho? ¿Quieres aceptar sus disculpas o no te sirven? Este es un punto que a mi me interesa mucho y creo que la novela es una buena oportunidad para crear espacios para pensarlo", asegura.
Por eso quiso que "Querido Capullo" tuviese un lenguaje menos categórico, con espacio para grises, matices y silencios que permitan alumbrar "nuevas posibilidades de pensamiento y mantener preguntas abiertas".
Aunque, en términos de reparación a las víctimas, tiene claro que encontrar una "escucha feminista activa" en amigas o personas cercanas es un paso importante para "restaurar" y "quizás pasar página".
La correspondencia que vertebra la obra, que comienza con un insulto en redes sociales, se va transformando en una profunda reflexión sobre el pasado y las luchas con las adicciones de ambos protagonistas.
"Lo central de la novela realmente es la relación con las drogas y cómo los dos personajes consiguen dejarse de drogar y se ayudan mutuamente", explica la también realizadora y directora de cine.
Una trama, asegura, que bebe de su experiencia personal: "He logrado dejar la droga por primera vez a los 50 años, y fue un asunto esencial en mi vida. Sin embargo, no suelo hablar de esto en mis novelas o textos porque es un tema difícil".
Aunque estar ahora alejada de las adicciones no ha influido en su estilo ni en su escritura, sí que lo ha hecho la edad o la experiencia profesional, destaca la autora, que cumple treinta años en el mundo de las letras.
Con una trayectoría también muy vinculada al cine como directora de "Bye bye Blondie" o "Fóllame", Despentes se sirve del personaje de Rebecca para plantear la falta de representación de mujeres mayores de 40 años en las pantallas de Hollywood.
"Es un espacio de resistencia patriarcal porque durante años ha sido un lugar de creación de sexismo, de feminidad y masculinidad tóxicas", critica, y que se evidencia en que las consecuencias del #MeToo no han impedido la presencia de Roman Polanski o Woody Allen en el Festival de Venecia o de Johnny Depp en Cannes.
A la escritora le interesa más el teatro que el cine y de ahí su nuevo proyecto, "Su próximo movimiento", obra que será su debut como dramaturga y directora teatral, que ha escrito en colaboración con Paul B. Preciado, Anne Pauly y Julien Delmaire, y que se estrenará en marzo en Lille.
Laura de Grado
(c) Agencia EFE