¿La diferencia entre ricos y pobres? Unos viven nueve años más que los otros

Las personas que tienen peor nivel adquisitivo tienen una calidad de vida peor.
Las personas que tienen peor nivel adquisitivo tienen una calidad de vida peor.

No es lo mismo ser rico que no serlo. ¿Obvio verdad? La felicidad, la tranquilidad, la responsabilidad, el estrés o el disfrute están ligados, en parte, al hecho de tener una cuenta corriente holgada o no. Según se mire, ser adinerado acerca o aleja a las personas de esos conceptos. Depende del tren de vida. Lo que sí ha quedado demostrado gracias a un estudio publicado por el Jornal de Gerontología, es que el poder adquisitivo tiene mucho que ver en la esperanza de vida: ser millonario puede añadir nueve años más de existencia a los que manejan con salud su dinero.

El análisis se llevó a cabo durante los últimos 10 años en Reino Unido y Estados Unidos, y exploró los factores sociales y económicos que hacen que las personas mayores caigan enfermas cuando más años tienen. Sus autores determinaron que aquellos que son pudientes tienen más opciones de pasar esos nueve años ‘extra’ llevando una vida sana, eso sí, en casos en los que cuenten con “un estado favorable de salud y sin tener ninguna discapacidad”.

Los ricos suelen vivir nueve años más que los pobres.
Los ricos suelen vivir nueve años más que los pobres.

De esta manera esgrimió los resultados el Dr Paolo Zaninotto, profesor de epidemiología y salud en la Universidad de Londres.

“Encontramos que las desigualdades socioeconómicas en la esperanza de vida sin discapacidad fueron similares en todas las edades en Reino Unido y EEUU, pero la mayor ventaja socioeconómica en ambos países y en todos los grupos etarios fue la riqueza”, explicó Zaninotto en el estudio que llevó a cabo con otros profesores asociados.

Éste se basó en la premisa idea de que la calidad de vida es fundamental para determinar nuestra salud a medida que envejecemos. De esta manera, demostró que a los 50 años de edad, los hombres más ricos de Reino Unido y EEUU viven un periodo de 31 años llevando una buena salud, en contraste con los 22 y 23 años que alcanzan los grupos más pobres. Queda demostrado que cuánto más dinero se tiene, más posibilidades de tener tiempo libre existen, más vacaciones, mejor atención médica, acceso a mejores productos de alimentación y calidad de vida más alta. Estos elementos dan, según el estudio, un margen de vida de entre siete y nueve años menos a los que peor poder adquisitivo tienen.

Angus Deaton, Premio Nobel de Economía en 2015.
Angus Deaton, Premio Nobel de Economía en 2015.

No es la primer vez que se demuestra que la esperanza de vida está íntimamente ligada al poder adquisitivo. En 1980 se concluyó que los varones estadounidenses que tenían ingresos 5% superior a la media vivían un 25% más que los hombres con ingresos inferiores a ese 5%. El contexto socioeconómico, la educación, la riqueza, la raza, el lugar de residencia y la clase social están relacionadas con la mortalidad y la morbilidad. Según el economista y académico, Angus Deaton, ganador del Premio Nobel de Ciencias Económicas en 2015, afirmó que la relación entre el poder adquisitivo y y las aptitudes de las personas están más ligados de lo que pensamos.

“Las personas más sanas son mejores trabajadores: trabajan más duro y con mayor inteligencia. Los estudiantes más sanos tienen un mayor funcionamiento cognitivo, lo que les ayuda a rendir mejor en la escuela y les da la posibilidad de obtener un mayor estatus social más adelante”, explicó en su estudio, ‘Muerte y dinero: historia, hechos y explicaciones’.

¿Cómo eliminar la brecha relativa a esperanza de vida entre ricos y pobres? ¿Cómo garantizar una mayor igualdad relativa a la salud? Los expertos coinciden: es necesario que los gobiernos de los países más desarrollados se concentren en garantizar que los que menos tienen puedan estar al nivel de los ricos. E insisten: “El que la esperanza de vida esté ligada al poder adquisitivo es un fracaso del sistema.

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