Dillom, entre la resiliencia y la revolución artística: “Lo peor de mí se convirtió en mi mejor arte”

En 2024, Dillom se consolidó como una de las figuras más disruptivas e intrigantes de la música en Argentina y Latinoamérica. Con tan solo 24 años, su trayectoria ha desafiado etiquetas, rompiendo esquemas en cada paso de su carrera. Desde el lanzamiento de su aclamado segundo álbum 'Por Cesárea', hasta su premiación como Mejor Artista Sur en los MTV EMA y su primera nominación a un Latin Grammy como Mejor Álbum de Música Alternativa, pasando por presentaciones en festivales de renombre y una conexión única con sus fanáticos, Dillom ha demostrado que su arte trasciende géneros y fronteras.

Pero detrás del éxito y la estética cuidada, hay un artista que ha hecho de su vida un manifiesto. Para él, su proyecto no solo es música, sino también un proceso de autodescubrimiento y sanación: “A los 16 años, Dillom fue mi válvula para descargar todo lo malo que tenía adentro… el resentimiento, la tristeza, la angustia”, comparte en una entrevista exclusiva con Us Weekly en Español durante su paso por Nueva York, en octubre pasado. Con honestidad brutal, describe cómo su arte surge de un lugar oscuro: “Lo peor de mí se convirtió en mi mejor arte".

Un año lleno de hitos

El 2024 de Dillom estuvo repleto de momentos clave. Además de la importante nominación para los Latin Grammys, se alzó con el premio a Mejor Artista Sur en los MTV EMA, un reconocimiento que refuerza su impacto global y la conexión que tiene con su audiencia. Además, su gira fue un recorrido arrollador por escenarios nacionales e internacionales: desde festivales en Europa como el 'Primavera Sound' en Barcelona, hasta el 'Tecate Pal Norte' en México, pasando por hitos locales como los dos Luna Park y Movistar Arena que llenó en Buenos Aires.

La manera en que conecta con sus fanáticos no es casual. Dillom crea experiencias inmersivas que trascienden la música: “Cada show para mí es una terapia y a la vez mi peor pesadilla”, confiesa. En cada presentación, mezcla teatralidad y crudeza, reflejando la dualidad que tanto lo caracteriza.

‘Por Cesárea’: la revolución de lo conceptual

En su segundo álbum, 'Por Cesárea', Dillom consolidó su lugar como un artista que desafía convenciones. A diferencia de las estrategias tradicionales, decidió lanzarlo completo, sin adelantos ni cortes: “Es un disco muy conceptual y narrativo, entonces sacar una pieza de eso iba a ser raro. También me gustaba la estrategia porque me parecía atrevida”, explica.

El título del álbum no es casual y refleja el carácter visceral de su obra: “El álbum habla mucho de la vida en sí y de lo traumática que puede ser. Entonces 'Cesárea' conecta en varios sentidos, porque es un trauma físico, pero también mental… tiene un lenguaje medio quirúrgico, grotesco, que iba muy a la par con todo eso".

El resultado fue un éxito rotundo, con el disco entrando en el top 10 mundial de Spotify. “Podría haber salido muy mal, pero la verdad es que salió muy bien”, admite Dillom, demostrando que su autenticidad artística sigue siendo su mayor apuesta.

Dillom.
Dillom. Foto: Cortesía Prensa Dillom.

Raíces y resiliencia

A pesar de sus logros internacionales, Dillom nunca pierde de vista sus raíces: “Por mucho tiempo no me interesó [Estados Unidos]… prefiero que me escuchen en mi país y en Latinoamérica, gente que por ahí habla el mismo idioma”, reflexiona. Sin embargo, su curiosidad lo llevó a explorar nuevos mercados este año, con presentaciones en ciudades como Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México, además de su paso por Nueva York, una ciudad que marcó un antes y un después en su visión artística: “Yo siempre digo, no hay nada mejor que Buenos Aires, pero Nueva York es una gran ciudad y me hace acordar a eso".

Su conexión con la cultura pop estadounidense, desde el punk hasta el cine, también dejó huella: “Soy fanático de los Ramones, de los Beastie Boys… quería visitar esos spots de la ciudad, empaparme culturalmente”, comparte sobre su visita.

La creación como salvación

El arte de Dillom está profundamente arraigado en su historia personal. “Yo tenía mucho resentimiento porque tuve una seguidilla de años en los que no salían las cosas bien. Tuve muchos problemas con mi vieja (su mamá)… Después me fui a vivir a la casa de mi papá, pero tampoco la pasaba bien”, relata, describiendo cómo su personaje y su música se convirtieron en un refugio.

Incluso su decisión de usar experiencias personales en su obra, aunque compleja, es parte integral de su visión artística: “Es mi vida y también son cosas que me pasaron a mí. Yo decido contarlas de alguna forma u otra… no me gusta ponerme límites a la hora de crear".

Más allá de la música

Para el artista argentino, el futuro también incluye nuevas facetas de su creatividad. Aspira a dirigir una película en algún momento: “Aunque no lo parezca, no soy alguien que me guste tanto estar frente a la cámara. Disfruto un poco más, a veces, estando ahí, tras bambalinas". Además, su sello discográfico, Bohemian Groove, es una plataforma para explorar otras formas de arte y apoyar a talentos emergentes.

Dillom cierra el año como uno de los artistas más fascinantes y complejos de la música contemporánea, demostrando que su arte no solo entretiene, sino que también desafía y conmueve. “Cada show es una terapia, pero también una confrontación”, asegura. Y en esa tensión, Dillom ha encontrado su voz, su camino y su revolución artística.