¿¡Discriminar por el color de la piel?! Tenemos que hablar del ‘colorismo’ en México

Sí, el color de piel puede influir muchísimo: desde en situaciones cotidianas como en qué lugar de un restaurante te sientan, hasta en obtener ciertos empleos o mejores oportunidades salariales. Sí, el color de la piel puede ser un elemento decisivo. A esto se le llama colorismo.

Este término es una combinación de las palabras color y racismo y fue utilizado por primera vez en 1983, por Alice Walker, escritora afroamericana y feminista en su ensayo In search of our mother’s gardens.

Lee: Copred abre investigación por posibles actos de discriminación en restaurante Sonora Grill

Pero… ¿qué es colorismo y en qué se diferencia del racismo?

Vamos poco a poco: en su ensayo, Alice Walker hizo referencia a que las personas con tonos de piel más oscuros están sujetas a más prejuicios que las personas con una piel más clara y rasgos más occidentales (nariz fina, cabello lacio, tez blanca, delgada).

Es decir: si físicamente estás más cerca de una estética occidental, menos trabas tendrás socialmente.

Por favor, lee: Discriminación a la alza: por qué el discurso de odio no es una opinión (ni tampoco libertad de expresión)

Walker hablaba de colorismo partiendo de la realidad estadounidense: los esclavos y esclavas negras ocupaban ciertas posiciones de trabajo dependiendo en parte de su tono de piel. Aquellas esclavas negras con tez más clara eran obligadas a cumplir con labores domésticas. Y aunque en este país se abolió la esclavitud, las consecuencias aun se recienten.

A diferencia del racismo per se, “en el colorismo usualmente no se emplea la categoría “raza” para “legitimar” una supuesta diferencia esencial entre las personas y grupos, sino que se emplea la categoría “color”, aunque ambas categorías están basadas en los rasgos físicos superficiales de la persona“, dice el doctor en Antropología por la UNAM, Juris Tipa.

Bueno, bueno ¿y el colorismo qué tiene que ver con México?

Parece muy lejano, pero en México los estereotipos, prejuicios y actitudes discriminatorias basándose en el tono de piel de las personas es una realidad.

No, no lo digo io, lo dice la 100cia de un estudio hecho por el Inegi en 2016, cuyos resultados se hicieron públicos en 2017.

La encuesta del Módulo de Movilidad Social Intergeneracional tiene un apartado de autorreconocimiento del color de piel. Pa’empezar, las mexicanas y mexicanos nos autopercibimos con un tono de piel mas claro.

Checa: ‘Diario de una indigena’: Ella es Bárbara y tiene algo muy importante que decirte sobre discriminación

Y, siguiendo con esto, el estudio muestra una correlación importante entre la percepción de los tonos de piel y el acceso a la educación y nivel jerárquico en el empleo.

O sea que sí: entre más claro el color de piel, mejores oportunidades educativas, laborales, de movilidad social, etc.

Y eso, como bien señala el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), lo podemos ver desde las telenovelas o películas mexicanas en las que los personajes que alcanzan el éxito tienen tonos claros de piel (son güeros, pues) y los delincuentes son de tonos más oscuros.

“El colorismo en México no se da únicamente en los medios de comunicación, sino que se presenta también en la vida cotidiana de las familias“, dice el Conapred.