Documentan lucha de atletas
CIUDAD DE MÉXICO, agosto 3 (EL UNIVERSAL).- La de Kathrine Switzer es una foto de antología. Era 19 de abril de 1967 y, recién iniciado el maratón de Boston, el organizador Jock Semple no sólo corría detrás de ella, sino que la jalaba de un brazo exigiéndole que abandonara la competencia.
A las mujeres no se les permitía correr los 42 kilómetros y 195 metros de la justa deportiva, bajo el pensamiento de que no podrían concluirlo y que además podría generarles problemas físicos, como la caída del útero.
"Hay cosas que ocurrían y que no nos pasan por la cabeza, porque ahora vemos maratones con hombres y mujeres", reflexiona el cineasta Alejandro Strauss.
Así nació "42, 195", cinta en la que siguió a corredoras de élite de Kenia y Japón; a la valenciana Natacha López, que aprovechó el deporte para luchar contra el cáncer de mama; a la rarámuri Verónica Palma, y a una joven primeriza.
"Son historias de mujeres corredoras que, aunque no se conocen y son de diferentes estratos sociales, han sufrido una transformación personal a través del maratón".