El edificio modernista del Museu Tàpies muta su "piel" gracias al ghanés Attukwei Clottey

Barcelona, 1 jul (EFE).- La fachada del edificio modernista del Museu Tàpies, diseñada por Lluís Domènech i Montaner, contará con una segunda piel, hasta el 1 de diciembre, gracias al proyecto 'Más allá de la piel, del ghanés Serge Attukwei Clottey, con el que reflexiona sobre la crisis medioambiental o las migraciones, a partir de teselas realizadas con material de desecho.

Serge Attukwei Clottey, que ya había intervenido un edificio en Noruega, trabaja con materiales de desecho, en el caso de la fachada del Museu Tàpies, plástico proveniente de los galones amarillos tan habituales en el continente africano, no necesariamente fabricados allí y que se utilizaban originariamente como recipientes de aceite de cocina.

Con los años, se han ido reutilizando para almacenar agua o combustible y ahora el ghanés los transforma en arte, en una suerte de teselas que brillan con el sol.

El artista, que ha recubierto un total de 123 metros cuadrados de la superficie de la fachada, explicó que el material se ha trasladado desde Venecia, donde estaba en contacto con el agua, se ha limpiado en Barcelona y se ha vuelto a montar en forma de tapiz, cosido con cobre, en los jardines de la Fundación Eina.

Clottey recordó hoy, durante la presentación el proyecto, que en Ghana estas teselas de plástico se podían ver en una obra que estaba en la vía pública, y en Venecia, sobre el agua, de manera que el material "ha ido cambiando", en una suerte de metáfora de la emigración, que consideró un derecho humano.

"La gente -dijo- tiene derecho a moverse libremente, por razones, culturales, económicas o de medio ambiento. En mi caso, lo que hago es compartir mi cultura cuando migro para que sepáis lo que pasa en mi continente, en la nueva África, para que se cambien percepciones".

El artista avanzó que la propuesta incluye una performance que se basa en su experiencia para conseguir un visado para llegar a Barcelona, tras contestar cuestiones como el dinero que hay en sus cuentas corrientes o cuánto tiempo estará en la ciudad, sin olvidar la historia de la emigración de sus familias.

Se pregunta Serge Attukwei Clottey que si los objetos pueden hoy viajar de una punta a otra, porque hoy el mundo "es un pueblo global, ¿por qué los humanos no lo podamos hacer? ¿Cómo podemos cambiar esto?". "Me interesan estas contradicciones de las circulaciones de objetos y personas", precisó sobre su trabajo. EFE

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