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Hacían comentarios inapropiados sobre una ejecutiva en plena reunión por Zoom y ella los expuso en TikTok

Ella luce muy bien, está súper arreglada, tiene un cabello que cae de forma seductora sobre sus hombros, es sexy… Es eso lo único que tres proveedores potenciales de Whitney Sharpe parecían observar mientras sostenía una reunión vía Zoom. No importa lo mucho que ella se pueda haber preparado para estar en ese puesto gerencial en una importante empresa. Sus interlocutores, como niños de primer año de secundaria, compartían entre ellos sus apreciaciones sobre aspecto. ¿Cómo lo sabemos? ¡Porque ella los expuso en TikTok!

Whitney Sharpe sostenía una reunión con tres hombres vía Zoom. Serían sus proveedores en el área de reclutamiento y dotación de personal. Durante el encuentro, a estos tres se les escapa una pantalla de Microsoft Teams en la que se deja ver la conversación paralela que tenían sobre ella. Se referían a la ejecutiva de una “manera desfavorable”, como ella misma lo describió.

La única frase que repitió de todas las que leyó fue “fuc&%$* bombshell”, algo que, rebuscando palabras más o menos decentes, se podría traducir como “bomba sexy”. Aguantó la indignación y tras culminar la reunión, los llamó para decirles lo que había ocurrido, transmitiendo por TikTok.

Sharpe, con una serenidad sorprendente -porque tal vez yo les hubiese gritado de irrespetuosos para abajo- se lució como toda una alta ejecutiva diciendo que si bien le gustaba el producto que ellos ofrecían, solo quería ser atendida por una agente de ventas que fuese mujer.

"Primero que todo, si vamos a seguir trabajando juntos, quiero entenderme con una mujer representante de ventas, porque no quiero ver cómo hablan de mí cuando comparten pantallas", dijo con una sonrisa, aunque sus ojos llameaban. La voz nerviosa de uno de los interlocutores pedía disculpas, diciendo que era inexcusable lo que habían hecho.

El video de la llamada ya cuenta con casi 15 millones de reproducciones y más de 25 mil comentarios, además hay otros dos videos en los que la ejecutiva le da continuidad a la historia y, aunque parezca mentira, se pone peor: al poco tiempo de lo sucedido, recibió un correo del vicepresidente de ventas de la compañía, pidiendo unas disculpas escuetas, en las que le explicaba que, si quería, podía ser atendida por otro vendedor, porque en su equipo de 15 vendedores no tenían a una mujer lo suficientemente preparada para atenderla en sus requerimientos. Más tarde, la misma persona llamó por teléfono para hacer una especie de control de daños, acompañado de un abogado.

Como se preguntarán también quienes leen hasta aquí, ¿en esta empresa no saben que hay cientos y miles de mujeres con talento y capacidades para ser contratadas y atender una necesidad de su mercado?, parece que no y es que se puede entrever que el respeto por la mujer no es, quizás, un valor de esa organización, cuyo nombre nunca fue revelado y con la que ya Sharpe no trabajará.

Adicionalmente, y no menos frustrante es que Whitney Sharpe puso sobre la mesa algo por lo cual muchas mujeres tenemos que pasar. Que nos califiquen de “emocionales” por reclamar o expresar algo justo. La ejecutiva de 28 años dijo a BuzzFeed News que, al hacer la llamada, tuvo que enfocarse en pronunciar las palabras con calma y no ponerse a llorar. "Solo estaba tratando de superarlo con la mayor calma y profesionalidad posible… Lo último que quería que pudieran decir es que estoy emocional. No quería que fueran capaces de decir eso".

"Estaba horrorizada porque he trabajado muy duro para llegar al punto en el que estoy en mi carrera", dijo Sharpe al medio y agregó que aún siendo una de las figuras de mayor rango en su empresa tiene que trabajar mucho más duro para demostrar que es inteligente por la forma en que se ve. "Fue realmente desalentador estar en una llamada con un proveedor potencial en el que no valoran mi empresa. Realmente no valoran lo que tengo que decir. Valoran mi apariencia".

La actitud de Sharpe, quien manifestó que desde el principio de su carrera ha sido acosada e irrespetada por ser mujer, fue realmente magistral. Con serenidad expuso lo ocurrido, dio sus exigencias como cliente y no dio su brazo a torcer en cuanto a seguir las negociaciones sin una vendedora mujer.

Así, propuso impulsar el trabajo para las mujeres en su área; sin pasiones expuso algo que nos ocurre a muchas mujeres en distintos ámbitos y, lo más importante, convirtió la desagradable anécdota en algo positivo, pues no solo recibió el respaldo de su compañía, sino que se establecieron las bases para crear un comité de liderazgo de mujeres que las proteja de situaciones similares en el futuro. ¡Buen movimiento!

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