Ejercitarse, ¿reduce el riesgo de cáncer de mama?

Texto: Irina Kenigsberg

Durante octubre, en todo el mundo se celebra el Mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, se informa desde la Organización Mundial de la Salud (OMS, por sus siglas). Es una ocasión ideal para aumentar la atención que se pone a la sensibilización, detección precoz y tratamiento de esa enfermedad. ¿Sabías que la actividad física podría ayudar a reducir el riesgo de sufrirla? Checa lo que dice un estudio reciente al respecto.

Hacer ejercicio físico sería clave para prevenir el cáncer. – Foto: Ben Pipe Photography/Getty Images
Hacer ejercicio físico sería clave para prevenir el cáncer. – Foto: Ben Pipe Photography/Getty Images

La buena forma física ¿es genética?

Realizar actividad física y tener un peso saludable suelen ser lineamientos comunes para la prevención del cáncer, como se puede verificar en el sitio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés).

Ahora se cree, además, que la buena forma física se vería influenciada no solo por el nivel de actividad, sino también por los genes, indica un estudio publicado en la revista científica Carcinogenesis en septiembre de 2017.

Dentro de la buena forma física, el estudio se centró en la salud aeróbica, es decir, en la capacidad de transportar oxígeno y nutrientes a los músculos. Hablando específicamente de cáncer de seno, el riesgo de padecerlo podría tener que ver con el nivel de salud aeróbica heredado por cada individuo, indica el investigador principal, Henry J. Thompson, en el sitio académico The Conversation.

Impactantes resultados

Por motivos prácticos, la investigación se realizó con ratones. Aquellos que habían nacido con menor salud aeróbica, mostraron cuatro veces más probabilidades de desarrollar cáncer de seno. Las ratas nacidas con mejor forma física, en cambio, no solo habrían tenido menos episodios de cáncer, sino que los tumores habrían sido de menor tamaño y lo habrían desarrollado más tarde en la vida.

Los resultados sugieren que habría un componente innato de protección, que afectaría tanto el desempeño al hacer ejercicio, así como el riesgo de sufrir cáncer de mama.

Sin embargo, al haber realizado el estudio con ratas, todavía queda mucho por investigar antes de poder realizar afirmaciones al respecto en seres humanos.

Ante cualquier duda y antes de realizar cambios en tu rutina, consulta a un médico de confianza.

Y tú, ¿de qué modo te mantienes en forma?

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