Yahoo Estilo El día que la ‘dulce’ Gaby Rivero conmocionó a México por salir en ropa interior
En mayo de 1990 se transmitió el último capítulo de la telenovela Carrusel. Para sus creadores y reparto fue el momento esperado de partir a descansar y procesar el éxito. Para la audiencia juvenil fue un instante de congoja porque había llegado a su fin el vínculo de cariño generado con los personajes, especialmente con la maestra Ximena, papel interpretado por Gaby Rivero. Asimismo, fue un cierre con broche de oro para Televisa con una década exitosa de dramas telenoveleros.
¿Cómo iniciar la década de los noventa con propuestas del agrado del público? ¿Cuáles temas iba a abordar en sus ficciones? ¿De qué manera sacarle provecho a Gaby Rivero después del posicionamiento que tuvo con Carrusel? Televisa confió en Emilio Larrosa para producir Al filo de la muerte y así dejar en el pasado a la maestra Ximena. Era el segundo proyecto de Larrosa como productor, o en otras palabras, un novato que quería darle frescura a las propuestas de teleseries en la empresa de Emilio Azcárraga Milmo. Y su apuesta fue un thriller.
Con una trama de suspenso, crimen y romance, Al filo de la muerte inició transmisiones en junio de 1991, es decir, un año después de la conclusión de Carrusel. Las miradas se concentraron en Gaby Rivero, quien retornaba a la pantalla chica con un rol protagónico. No era para menos, se trataba de la estrella femenina de ese periodo. Había gran expectativa por verla en un tono completamente distinto al de la tierna educadora. Mayor fue el interés porque la telenovela se transmitió en horario estelar nocturno.
Iba en serio la intención de borrar su imagen infantil. Eso pudo comprobarse desde el perfil de su personaje hasta el vestuario que utilizó, así como con las escenas candentes hechas junto a su coprotagonista, el actor Humberto Zurita.
Gaby Rivero dio vida a Tracy López, una enfermera que huye de Los Ángeles a Ciudad de México tras descubrir que su novio es un asesino vinculado al crimen organizado. Falsifica su nombre por el de Mariela y crea una nueva identidad para reinventarse en el hospital del doctor Riquer (Zurita), un hombre del que termina enamorándose. Como todo drama, su amor apasionado será mal visto y afectado por otras personas.
Con faldas y tacones, entre abrazos intensos y besos apasionados, Gaby Rivero transformó la conversación alrededor de su trabajo. El público adulto se dedicó a hablar de ella por su papel de Tracy/Mariela. Algunos para bien, otros para mal. Hubo un sector que no logró darle el visto bueno como una mujer en peligro, enamorada y arriesgada. En ese contexto, se registró un instante álgido que causó más debate alrededor de su participación en Al filo de la muerte. ¿Qué pasó? Apareció en ropa interior en una escena.
Mostrarse así fue determinante para romper por completo con la maestra Ximena. Fue el punto de quiebre para reconocer que era una actriz versátil, sin miedo a los cambios que demandaba el principio de los noventa. Pero también para juzgarla y condenarla, pues fue víctima de críticas por ser tan radical en su transformación como protagonista de telenovelas. El impacto generado fue incluso trascendental porque Gaby Rivero volvió a tomar una decisión determinante para su futuro.
En febrero de 1992 culminó Al filo de la muerte. Durante esa época, con base en escenas explícitas (como la cabeza de un cerdo que fue regalo de bodas, o balazos a mansalva), se le consideró violenta. ¡Qué ironía! Lo que el público veía en el cine, no quería verlo en televisión. Emilio Larrosa satisfizo a Televisa con su propuesta, sin embargo, pensando en complacer a la audiencia, le encomendaron algo más relajado en su próxima producción, e hizo Muchachitas.
Con Gaby Rivero sucedió un fenómeno peculiar. Habiéndose mostrado como una actriz con rango para encajar en historias densas, optó por retornar a contenidos infantiles con otra telenovela (Carrusel de Las Américas), una película (Una maestra con ángel), un show de televisión (El club de Gaby) y un disco. Muy en el fondo, ella fue quien no pudo dejar atrás a la maestra Ximena.
