El hilo que te explica, con mucho humor y gifs, cómo hay que mirar a un bizco

Teguayco Pinto es periodista de eldiario.es y el portal Tecno Explora, de La Sexta, y hace un par de días decidió abrir un hilo para explicar, como mucho humor y un buen puñado de gifs, cómo ve un bizco. Su intención, básicamente y a tenor de lo que cuenta era esa y conseguir que la gente no se “raye” cuando habla con un bizco. Lo que ha conseguido es un montón de comentarios a favor de su explicación, de gente con el mismo problema y sin él, y convertirse en viral hasta el punto de generar otro hilo con explicaciones más académicas, por decirlo así.

“Como veo que no tenéis ni puta idea de cómo va lo de los bizcos y hay mucha leyenda sobre nosotros. Aquí va un hilo para que no os rayéis tanto cuando habláis con uno”, arranca Pinto. Lo primero que aclara es que “un bizco solo tuerce un ojo. Esto que parece obvio para cualquier bizco, no lo es para mucha gente. Los bizcos solo torcemos un ojo cuando tratamos de enfocar, si torciéramos ambos ojos nunca podríamos orientar la mirada y, esencialmente, estaríamos ciegos”.

Por eso cuando la gente hace eso de ‘ponerse bizco’ intentando mirar a su nariz y girando los dos ojos hacia dentro, en realidad no está haciendo lo que cree estar haciendo. Suena a trabalenguas pero así es. De hecho, se explica un poco más adelante en este mismo hilo a modo de ‘bonus’.

“Cuando hacéis como que bizqueáis mirándoos la nariz, no estáis bizqueando, ya que ese es el movimiento natural de los ojos, que deben dirigirse de forma simétrica al punto que tratáis de enfocar. De hecho, un bizco que tuerza el ojo hacia afuera no podrá hacer eso nunca”, dice el periodista.

Pero, volviendo al tema, comenta que para saber cómo ve un bizco lo primero que hay que hacer es desmentir esa “leyenda” o “chiste” que dice “que si un bizco mira a su izquierda, verá a su derecha”. Esto no es así porque, “aquí viene la bomba. El ojo que se tuerce no ve. Esto sucede porque el cerebro humano no es capaz de procesar dos imágenes diferentes al mismo tiempo, así que el cerebro anula una de ellas”. Cosa que, apunta, sí pueden hacer los camaleones.

Esto implica, siguiendo la explicación de este hilo viral que “los bizcos solo utilizamos un ojo” y esto a su vez supone que al “no tener visión bifocal hace que perdamos la percepción de profundidad, pero como es algo con lo que hemos nacido, no lo notamos, salvo que no podemos ver pelis 3D”.

Para saber cuál es el ojo que está torcido y con el que no ve nada hay un truco: “Cuando hables con uno de los nuestros tendrá un ojo fijo en ti y otro mirando para cuenca. Solo tienes que fijarte en el que se dirige a ti”.

La “putada” es que “el hecho de que veamos solo con un ojo, no implica que utilicemos siempre el mismo. Así que el problema viene cuando cambiamos el ojo que estamos utilizando y entonces os rayáis. Ahí la solución es fácil. Os jodéis que para eso podéis ver pelis en 3D”.

Y para acabar, un apunte, “un bizco puede torcer el ojo hacia la nariz o hacia fuera. La forma de nuestro estrabismo es así de nacimiento y no podemos cambiarla, así que si hablas con un bizco ten en cuenta que su ojo torcido siempre mirará hacia el mismo sitio. Eso te puede ayudar a orientarte”.

El hilo generado por Pinto ha tenido tanta repercusión y ha generado tantas preguntas y apuntes a sus afirmaciones que ha acabado por añadir una aclaración: “Este hilo es una supersimplificación humorística sobre estrabismo. Los datos son reales, pero hay varios tipos de bizcos. Por ejemplo, algunos sí ven por los dos ojos y pueden tener problemas de visión doble (diplopia)”.

Más tarde vuelve a ampliar con la sugerencia de un experto en divulgación científica como Antonio Martínez Ron, que recomienda una lectura sobre el tema para quien esté interesado en ella, y la aclaración de otro que explica porque algunos bizcos sí pueden ver películas en 3D.

Además de las preguntas que les surge a algunos o las puntualizaciones de otros a lo que se comenta en este hilo, lo que ha generado el mismo son bastantes comentarios aplaudiendo el contenido en clave de humor y quitándole dramatismo al tema.