Adela Noriega y el inexplicable misterio que ella misma construyó para proteger su vida lejos de la fama
No importa cuánto tiempo haya pasado desde su última aparición en TV — encabezando el reparto de la telenovela 'Fuego en la sangre' para Televisa, hace más de una década —, todavía seguimos, y es de suponer que seguiremos, hablando de Adela Noriega.
A mi modo de ver, la exactriz mexicana —y digo 'ex', porque cuando se llevan tantos años de no aparecer en un escenario es más que obvio el hecho de que, aún sin anunciarlo con bombo y platillo, está retirada de la carrera que le dio fama y seguridad económica, a poco más de 35 años de haber debutado — tiene bastante en común con la legendaria diva sueca Greta Garbo: más allá de todos los chismes y especulaciones que giran en torno suyo (las más recientes fueron soltadas, quizá con imprudencia, por la ex Miss Universo y famosa-por-ser-famosa Alicia Machado en una emisión del reality 'La casa de los famosos', donde la venezolana de modo indiscreto aseguró que la Noriega ahora vive en Weston, una localidad de Florida, EEUU), ella se retiró de los reflectores por su propia voluntad y hoy, donde quiera que se encuentre, vive al margen de su propio mito, mismo que construyó con tan solo unas cuantas telenovelas —'Juana Iris', 'Quinceañera', 'Dulce Desafío', 'Guadalupe', 'María Isabel', 'El privilegio de amar' y 'El Manantial'— como base, sin tener lo que es realmente un gran talento interpretativo, pero sí un abundante carisma, hecho que es innegable.
Pero lo único cierto de todo esto es que no se puede afirmar nada acerca de la Noriega, porque finalmente, la única que tiene un control sobre su leyenda es ella misma — ¡y eso es algo digno de admirar!
De hecho, Adela maneja incluso hasta su fecha de nacimiento (algo que, en su tiempo, solo podía hacer alguien como María Félix, que se llegó a quitar hasta una década de su edad). Las fuentes disponibles no se ponen de acuerdo acerca del año en el que vino al mundo, ya sea 1969 (el año que se da como oficial), 1966 o 1968. Lo que sí es que todos coinciden en el hecho de que, cuando tenía entre 13 y 14 años, fue descubierta por un publicista que la vio en la calle con su madre y le ofreció trabajo como modelo: así tuvo sus primeras apariciones en catálogos de tiendas departamentales como Sears y El Palacio de Hierro, en los que mostraba las tendencias de moda para adolescentes.
También comenzó a hacer comerciales y videoclips (incluyendo uno para Luis Miguel) tuvo una breve aparición como extra en 'Principessa', una producción de Valentín Pimstein para Televisa. Ahí fue donde la exquisita Patricia de Llano, la exesposa del productor Luis de Llano Macedo la descubrió y persuadió a su ex de integrarla al nuevo elenco de 'Cachún Cachún Ra-Rá', el famoso sitcom mexicano que fue un auténtico semillero de artistas, desde la trágica Viridiana Alatriste hasta la inolvidable Alma Delfina.
Adela participó en algunos capítulos del programa, pero no tenía mucho qué hacer mas que verse bonita y reírse de los chistes de los demás, siendo más bien un objeto de adorno, sin ningún tipo de matiz. Esto no le gustó y lo dejó al ser llamada por Carlos Téllez para ser una de las villanas juveniles de 'Juana Iris', una telenovela que estelarizaban la 'Queen' Victoria Ruffo y Valentín Trujillo. Ahí interpretaba a la casquivana Romina, una chica que se involucraba con Pedro Fernández y Trujillo, que eran padre e hijo.
Esto fue un reto para la chica, ya que se trataba de un personaje en forma, completamente distinto a ella y tal como lo contó a la revista TVyNovelas en esa época, en una de sus primeras (y escasas) entrevistas, esto le parecía importante, porque quería demostrar su valor como actriz, habiéndose inscrito en clases particulares de arte dramático con el hoy difunto gran director Julio Castillo (así es, contrario a la creencia popular, Adela Noriega no es graduada del CEA, como sí lo es la nominada al Oscar Salma Hayek).
Adela tuvo una carrera brillante y se dio el lujo de ponerla en pausa varias veces, incluyendo una bastante larga en los años 90 para atender y acompañar a su madre, que murió en 1995 tras su lucha contra el cáncer (esto sí fue cierto y hasta comprobable) — muchos creyeron el bulo de que presuntamente su pausa más larga fue para tener un hijo ilegítimo con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, con quien se le ha relacionado insistentemente, si bien no consta ninguna evidencia de semejante cosa, y ni siquiera Cecilia Occelli, la exesposa de Salinas (¡y suegrita de Ludwika Paleta!) ha podido hacer una afirmación al respecto.
Si Adela quiso vivir al margen del mundo, está en su pleno derecho. Los horribles rumores acerca de una cirugía plástica que salió mal y la dejó desfigurada (algo que sería ostensiblemente similar a lo que le pasó a la supermodelo Linda Evangelista) no son más que eso, rumores, y si ella decidió envejecer como le diera la gana, nadie, sea quien fuere tiene por qué presionarla para mostrar sus arrugas (si las tiene), si a ella no le da su regalada gana hacerlo, aún si una de las consignas permanentes de las revistas de chismes en México es conseguir una imagen actual de la Noriega, doquiera que se encuentre.
Alguna vez alguna foto de su hermana mayor, Reina, se ha filtrado como si fuera ella y como no tiene redes sociales públicas (aunque no hay indicios de que no pueda tener un 'Finsta', cosa que muchos famosos hacen) está más expuesta a la especulación o, como en el caso de lo que acaba de hacer la Machado, imprudencias o chismes.
Hay una inexplicable aura de misterio que rodea a Adela Noriega. Ella lo ha querido así, y si el público realmente le tiene el afecto que se supone que le tiene, lo menos que pueden hacer es respetarla en su deseo de que la dejen en paz. ¡Como a la Garbo!