El mito de Santa Claus podría perjudicar la relación entre padre e hijos
Texto: Maribel Barros
¿Quién no se decepcionó, al menos un poco, cuando se enteró de que Santa Claus no existía? Un nuevo artículo asegura que perpetuar este mito de la Navidad no sería bueno para los niños.
En un nuevo artículo, publicado en la revista Lancet Psychiatry, el psicólogo Christopher Boyle y la investigadora Kathy McKay, cuestionan seriamente la costumbre de mentirle a los niños sobre la existencia de Santa Claus, sugiriendo que podría causar problemas a largo plazo.
A través de un comunicado de prensa, Christopher Boyle comentó que es hora de cuestionar seriamente la moralidad detrás de perpetuar este tipo de mitos. “Eventualmente todos los niños descubrirán que han sido engañados de forma consistente durante años, y esto podría hacer que se pregunten qué otras mentiras les habrán sido dichas”.
En otras palabras, mentirles sobre algo tan mágico y esperanzador podría debilitar la confianza de los niños, además de decepcionarlos cuando descubren que nada de eso es real. Además, opinaron que la idea de que Santa Claus juzga a todos los niños para premiar con juguetes a los buenos y castigar con carbón a los traviesos y “malos”, es terrorífica.
Insisten en que la pregunta de si es correcto mentirles de esta forma es interesante, pero que es algo que deberíamos considerar, especialmente si esto les afectará de maneras que no habíamos tomado en cuenta.
Pero no todas las mentiras son malas
A pesar de lo anterior, los responsables del artículo aseguran que mentirles a los niños de forma ocasional podría ser apropiado. Por ejemplo, mencionan que decirles que una mascota se fue a un mejor lugar, o al cielo de las mascotas, es más lindo que explicarles de forma gráfica que tras la muerte los cuerpos se descomponen, pasando a ser parte del ciclo del carbón.
En otras palabras, las mentiras blancas que les contamos cuando todavía son muy pequeños para entender algunas cuestiones del mundo, estarían bien.
¿Por qué perpetuamos estos mitos?
McKay explica que mantener vivo este mito de Santa Claus podría ser más un interés de los adultos, que de los niños. Ya que, según ella, perpetuar historias de fantasía, como Harry Potter, Star Wars y Doctor Who hasta bien entrada la adultez, demostraría un deseo por regresar a la niñez.
“Muchas personas pueden añorar un tiempo en el que su imaginación era aceptada y alentada, que podría no ser el caso en la edad adulta”, comentó.
Finalmente, el artículo concluye con esta pregunta para reflexionar: ¿Podría ser, que debido a la dureza de la vida real requerimos de la creación de algo mejor, algo en qué creer, algo que esperar en el futuro, o el retorno a una infancia perdida hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana?
¿Qué opinas sobre la perpetuación de estos mitos?
@travesabarros
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