El plato más sano del mundo que debes evitar tomar este verano (o te expones a la muerte)

Sufrir molestias intestinales –que bastan para arruinar el viaje– no es lo peor que te puede pasar en vacaciones. Darle un mordisco o un sorbo al plato y la bebida equivocada puede causar complicaciones graves e, incluso, la muerte

La preparación, el estado de conservación de los ingredientes y el aliño pueden convertir a este plato en una bomba para tu salud intestinal. (Foto: Getty)
La preparación, el estado de conservación de los ingredientes y el aliño pueden convertir a este plato en una bomba para tu salud intestinal. (Foto: Getty)

Millones de personas están disfrutando ya de sus vacaciones, y otras muchas a punto de comenzarlas. Uno de los mayores alicientes y placeres que tienen es la comida. En verano somos mucho más permisivos como norma general (en todo); solemos comer y beber a nuestro antojo hasta la saciedad, saltándonos todas las recomendaciones.

En estas fechas, más que nunca, llenamos el estómago por los ojos lo cuál puede convertirse en una auténtica odisea. Al estar fuera de casa y del entorno habitual hay que extremar las precauciones. El ‘café para todos’ no vale. Aunque apetezca probarlo todo, en ocasiones, no debemos dejarnos llevar por la tentación. Esto es lo que debes tomar (y lo que no) para evitar las temidas intoxicaciones alimentarias.

No es buena idea tomar ensalada y verduras crudas en verano si no estás segura de la procedencia, limpieza y manipulado. (Foto: Getty)
No es buena idea tomar ensalada y verduras crudas en verano si no estás segura de la procedencia, limpieza y manipulado. (Foto: Getty)

Desde el Instituto de Investigación Agua y Salud nos recuerda la importancia de una hidratación saludable, un aspecto fundamental a tener en cuenta para disfrutar este periodo del año.

“La hidratación es un aspecto fundamental durante todo el año, no solo en verano”, apunta
Jesús Román, profesor de Nutrición Humana y Dietética de la Facultad de Medicina de la
Universidad Complutense de Madrid.

“La cantidad de agua en el cuerpo humano es del 60 por ciento, aproximadamente y hay que reponerla siempre con agua de condiciones sanitarias reguladas. De no hacerlo así, podemos sufrir una de las famosas y numerosas ‘diarreas del viajero’, al no estar acostumbrados a bacterias que no están en nuestro entorno”, añade.

En destinos exóticos se aconseja tomar agua embotellada. (Foto: Getty)
En destinos exóticos se aconseja tomar agua embotellada. (Foto: Getty)

El agua en mal estado puede causar desde estas molestias intestinales –que bastan para arruinar el viaje– hasta complicaciones graves e, incluso, la muerte. Por este motivo, como apunta Román, es fundamental beber agua embotellada.

Especialmente en destinos exóticos, se evitará el hielo y las comidas que hayan
sido manipuladas por personas que no se han lavado las manos de manera adecuada, por lo
que debe evitarse comer ensaladas y verduras crudas. La fruta es recomendable que se
consuma pelada.

Esto es lo que hay que hacer para eliminar las bacterias de verduras y frutas. Pero antes de tocarlas debemos lavarnos bien las manos. (Foto: Getty)
Esto es lo que hay que hacer para eliminar las bacterias de verduras y frutas. Pero antes de tocarlas debemos lavarnos bien las manos. (Foto: Getty)

“La importancia de beber agua de manera regular es clave, porque una deshidratación leve (de apenas el 1-2%) causa síntomas, con reducción de reflejos o pérdida de concentración y
lentitud a la hora de responder, que causa problemas a la hora de conducir, por ejemplo. Y se
soluciona con agua, no hace falta más”, indica el experto.

Si te sirven una macedonia de fruta en un restaurante o buffet observa su estado y el olor. (Foto: Getty)
Si te sirven una macedonia de fruta en un restaurante o buffet observa su estado y el olor. (Foto: Getty)

Pero, ¿cuánto debemos beber?
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA en sus siglas en inglés) recomienda beber
entre 2-2,5 litros de agua día y 2,6 litros en las mujeres en lactancia. Debe tenerse en cuenta
que muchos alimentos contienen agua como el melón o los gazpachos.

Y como nos dicen siempre: hay beber antes de tener sed. Como nos cuenta el profesor, “la sed tiene una base fisiológica clarísima: es un fenómeno neurológico y subjetivo que depende de la temperatura del agua. Si el agua está más fresca da la sensación de que se te ha quitado la sed y no has bebido lo suficiente. Tener sed es como la luz amarilla que se enciende en el coche, por lo que lo lógico es no tenerla“.

Además el agua tiene que estar a la vista y ser accesible. “Es especialmente importante que los mayores la vean, porque pueden tener problemas de demencia senil o neurológicos, como Alzheimer o Parkinson y, como no tienen sed, no beben”, advierte.

Respecto a la hidratación de los más pequeños de casa, según cuenta en su blog Pau García, periodista y especialista en viajes con niños y turismo familiar:

Para evitar la deshidratación (el año pasado estuvieron en Tailandia), “intentábamos salir temprano, descansar durante las horas más calurosas y volvíamos a salir por la noche. Los niños estaban hidratados constantemente e iban con gorras y cremas solares para evitar el golpe de calor. Fuera de España intentamos beber agua mineral natural y evitamos las bebidas con hielo. Y tenemos mucho cuidado con la comida fresca, intentamos que las verduras estén cocinadas”.

Según su experiencia, es imprescindible que los niños cumplan unas rutinas de alimentación y respetar los horarios de las comidas “para que estén descansados al día siguiente. Siempre
solemos hacer paradas en el camino o intentar buscar un parque donde haya vegetación para
poder descansar e hidratarnos correctamente. Es fundamental contratar un seguro de viaje: el año pasado, uno de los pequeños tuvo un principio de deshidratación. Y, sin el seguro,
habríamos tenido muchos problemas a nivel económico”.

Nani Arenas, periodista y bloguera especializada en viajes, señala que “yo suelo llevar siempre agua encima, embotellada y mineral, y evitar, sobre todo en países de Ámerica, Asia o África, bebidas con hielo, ensaladas y otros platos que pudieran provocar reacciones adversas”.

En su botiquín no faltan pastillas anti-diarreicas y anti-estreñimiento. “Son dos males comunes de los viajeros que pueden estropear unas vacaciones. Es clave beber de manera continuada y evitar agua de grifo. Incluso, en ciertos países, me lavo los dientes con agua mineral, porque tuve amebas en una ocasión por consumir agua local y es una experiencia que no recomiendo”, nos explica esta infatigable viajera.

Espero que estos consejos te sirvan y te ayuden a elgir platos sabrosos y saludables que te sienten bien para que puedas cargar pilas y disfrutar a tope de esos merecidos días de descanso. ¡Felices vacaciones!

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