La razón por la que Vikki Carr abandonó su carrera y a sus 80 años planea su regreso a la música

Vikki Carr (Getty Images)
Vikki Carr (Getty Images)

Vikki Carr es una de las figuras más influyentes en la cultura hispana en Estados Unidos, y si bien ha estado un tanto alejada de los reflectores, de cuando en cuando regresa a los escenarios para seguir, a los 80 años, emocionando al público que la ha aclamado desde su debut en 1963, cuando no era tan sabido que la cantante es de origen mexicano, nacida en Texas y criada en California.

¿Pero dónde está Vikki Carr? ¿Está completamente retirada? Las respuestas a esto tienen que ver, principalmente con un hecho que modificó su vida privada desde hace ocho años y que la llevó a descubrir un aspecto totalmente nuevo de su vida, tan importante que la llevó a reducir drásticamente su ritmo de trabajo, y esto fue la devoción a su esposo, el doctor Pedro de León, en los últimos años de su vida.

Por más de 25 años, la tres veces ganadora del Grammy disfrutó de una vida doméstica felizmente normal con quien fuera su tercer marido, con quien vivió, en sus propias palabras, una apasionante historia de amor.

“Pasamos un tiempo increíble juntos”, relató la cantante en una entrevista. “Él trabajaba todo el día cuidando a sus pacientes en San Antonio, y si luego teníamos un evento, estaba siempre listo; cuidó de mí, hasta que no pudo”.

En 2010 y 2011, Carr comenzó a notar que De León tenía ciertos comportamientos erráticos que antes no había manifestado y a principios de 2012, a la edad de 82 años, se le diagnosticó oficialmente demencia senil. Este fue un golpe muy duro para la intérprete de grandes éxitos como “It Must Be Him” y “Ni princesa ni esclava”, por lo que al principio entró en negación.

“Realmente no me di cuenta de lo que venía hasta que una mañana se sentó conmigo, me miró y dijo: 'Te amo'. Yo le dije: ‘también te amo, cariño'. Pero él golpeó la mesa con el puño enfáticamente y dijo: 'Te amo. Pase lo que pase, quiero que nunca olvides que te amo’". Según señala la propia Carr en su relato, ese fue el momento que definió lo que serían los siguientes años en su vida, en los que gradualmente fue apartándose de los escenarios y estudios de grabación.

A raíz de esta noticia, Carr, cuyo nombre de nacimiento es Florencia Vicenta de Casillas Martínez Cardona, se tomó un descanso de la actuación para cuidar a su esposo, quien murió en diciembre de 2019. "Mucha gente pensó que me había jubilado, pero no fue así. Lo que yo quería era ayudarlo, así que aprendí a cuidarlo en casa", dijo para la publicación digital AARP. De este modo, se preparó para convertirse en la principal cuidadora de su marido, quien también tenía dos hijas que ya eran adultas al casarse él con la cantante.

Según relata, conforme fue avanzando el deterioro de su sistema neuronal, De León fue perdiendo facultades, y ella se fue ocupando de las funciones cotidianas más elementales, como ayudarlo a ducharse, afeitarse y vestirse; después, fue una presencia indispensable para alimentarlo y verificar su estado de salud. Llegó un punto en el que su marido, con quien estuvo desde 1993, ya no podía reconocerla.

Carr no dejó que esta tragedia empañara los años de felicidad que la unieron a De León, y de hecho, señala que su vínculo afectivo se volvió aún más estrecho.

Según reveló ella misma, ambos se conocieron 20 años antes de casarse, cuando Carr regresó a Texas para encabezar una serie de conciertos de recaudación de fondos para Holy Cross High School, una escuela católica de San Antonio. De León era el médico de la escuela y le habían pedido que organizara una cena para Carr después de uno de los conciertos. Curiosamente, él nunca había oído hablar de Carr, y aunque ambos estaban casados ​​con otras personas en ese momento, sintieron una química inmediata. “Me enamoré de él a primera vista. Al terminar la cena, fui a mi hotel y llamé a una amiga para decirle que me había enamorado, pero que no había nada que pudiera hacer al respecto'”.

Durante los siguientes 20 años, solían verse en esas cenas anuales y nunca pasó nada entre ellos, mientras ella alcanzó el estrellato en el mercado hispano con álbumes como Simplemente Mujer, Dos Corazones y Cosas del Amor, que incluía el exitosísimo dueto del mismo título, grabado con Ana Gabriel. Carr siguió con sus giras mundiales, tuvo un segundo matrimonio y llegó incluso a actuar ante presidentes y la realeza –es famosa la anécdota de que mientras bailaba con el presidente Gerald Ford en la Casa Blanca en 1975, le preguntó cuál era su platillo mexicano favorito y él le respondió “usted”, algo que, según cita en sus memorias Ford, no le hizo nada de gracia a su cónyuge, la formidable Betty–, cosechando un triunfo tras otro, pero albergando siempre un momento de anticipación para la oportunidad de ver a ese hombre que le fascinaba.

Las cosas cambiaron en septiembre de 1992, cuando Vikki Carr volvió a San Antonio. Ella se había divorciado recientemente y Pedro De León ahora era viudo. “Estaba aterrizando en el avión y todo lo que podía pensar era: 'Esta es mi oportunidad'”. Esa noche, Carr y De León salieron a cenar solos y ya no se separaron. Al mes siguiente anunciaron su compromiso y en junio de 1993 se casaron. Ella se mudó de Beverly Hills, donde había fijado su residencia desde 1967 a San Antonio, donde vive aún, rodeada de la familia de él, hijas y nietos, que ama como si fueran suyos.

Después de que al doctor De León se le diagnosticó la enfermedad, Carr pudo manejar el cuidado de su esposo por su cuenta, pero llegó un día en 2015 cuando se dio cuenta de que ya no podía arreglárselas sola. “Traté de ayudarlo a levantarse de la cama y me lastimé el brazo, lo miré y le dije: 'Lo siento mi amor, ya no puedo levantarte’ y él me miró con comprensión. Él sabía".

Carr contrató a un equipo de cuidadores a largo plazo con experiencia en el cuidado de la memoria, que venían a su casa todos los días para bañar y vestir a De León y llevarlo a hacer caminatas o a hacer manualidades. Esto también fue benéfico para Carr, ya que le permitió aceptar, sin culpa, dar conferencias, algunas presentaciones únicamente en San Antonio e incluso, participar en un concierto benéfico para las víctimas del tiroteo de Walmart en agosto de 2019 en El Paso, la ciudad en que nació el 19 de julio de 1940.

"Dormí con él todas las noches hasta el final", dice. "Le tomaba la mano para que supiera que estaba allí". El 15 de diciembre de 2019 falleció Pedro De León, con Carr y sus hijos mayores a su lado. "Estoy en paz. Sé que ve el rostro de Dios y sé que me está cuidando ”, dice.

Hoy, un año más tarde de lo que llama su pérdida más grande, Carr está planeando la grabación de lo que será su primer álbum de música gospel, algo que se le ocurrió durante las últimas semanas de vida de su esposo, y que fue madurando durante su confinamiento en San Antonio. La grabación está proyectada para llevarse a cabo en Nashville a principios de 2021.

También señaló que espera volver a colaborar con el programa “There’s More Ahead” de United Healthcare, hablando sobre temas que enfrentan los adultos mayores con familiares con discapacidad, como el cuidado y la actividad. “Le cuento a mi público, la mayoría de las cuales son mujeres hispanas, sobre lo que pasé con Pedro y luego pregunto si alguien es un cuidador ahora”, dice. “Prácticamente todo el mundo levantará la mano”.

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