El timo de la comida con carbón activado

Si hace un año toda la comida posteada en Instagram tenía que ser de colorines, ahora la moda se ha dado la vuelta y los platos góticos han inundado las redes sociales. Es el efecto mágico del carbón activado, una sustancia que lleva toda la vida entre nosotros y que ahora se ha colado en todo tipo de recetas prometiendo, además de un importante impacto estético, un efecto detox que ha llevado a miles personas a buscar pizzas y helados negros. Pero, ¿es tan milagroso como dicen?

Una pizza con carbón activado.
Una pizza con carbón activado.

“Es una sustancia que se aplica en el ámbito hospitalario en el caso de lavados de estómago o sobredosis de drogas, por ejemplo”, explica Leticia Dekock, nutricionista y miembro de la Asociación de Dietistas y Nutricionista del Principado de Asturias (ADDEPA). Es decir, es una sustancia que ayuda en el filtrado o eliminación de determinadas sustancias que pueden ser nocivas para el organismo. “Provoca un proceso llamado adsorción, es un proceso en el que el carbón activado atrapa moléculas disueltas en agua. Claro, al mismo tiempo que captura elementos nocivos para nuestro cuerpo, también lo hace con vitaminas y minerales, evitando que estos nutrientes pasen a nuestro organismo”. Es decir, que es tanto un bloqueador de sustancias negativas –su tan publicitada función detox- como de nutrientes necesarios para nuestro cuerpo. “Esto puede ser peligroso en el caso, por ejemplo, de personas que estén tomando alguna medicación, porque suelen ser cantidades muy medidas y, si además ingieren carbón activado, podrían llegar incompletas al organismo”, advierte Dekock.

¿Significa eso que los zumos o batidos con carbón activado o pueden causar un perjuicio a nuestro organismo si los tomamos de cuando en cuando? “En realidad, no, porque las recetas que incorporan carbón activado lo llevan en muy pequeñas dosis. Pasa como con otros supuestos superalimentos como las semillas de chía: habría que tomar cantidades tan grandes para disfrutar de sus supuestos beneficios que el resultado final es que no tiene sentido”. Leer el prospecto médico del carbón activado también arroja sorpresas: se insta a no tomarlo ni con café ni con té… ni con helados ni con sorbetes porque se reduce su efectividad. “Otro sinsentido de los helados negros”, advierte Dekock.

Carbón activado en un cucurucho de helado.
Carbón activado en un cucurucho de helado.

Ojo también a los que estén usándolo como adyuvante en una dieta con el objetivo de perder peso. Es posible que lo único que pierdan es volumen. “El carbón activado es efectivo en el tratamiento de hinchazón derivada del exceso de gases, así que quien lo esté usando en este sentido está perdiendo únicamente volumen. Es un efecto visual”, observa Dekock.

Entonces, si no ayuda a adelgazar, si es un filtrante de toxinas, pero también de nutrientes, y, además, no lo tomamos en cantidad suficiente para que cause algún cambio sobre nuestro cuerpo, ¿sobre qué tiene efecto el carbón activado? “Sobre nuestro bolsillo”, concluye Dekock: “Da la impresión de que es la típica sustancia que se añade a un plato para poder cobrarte más por él”. Visto lo visto, le auguramos futuro en el mundo de la gastronomía y la nutrición bastante negro, nunca mejor dicho.