Emiliano Pinsón: el cambio en su diagnóstico, qué necesita hacer a partir de ahora y una historia de amor que lleva seis meses

Emiliano Pinsón y su nueva novia, Laura, una historia de amor que comenzó hace seis meses
Emiliano Pinsón y su nueva novia, Laura, una historia de amor que comenzó hace seis meses

Hace casi cuatro años le diagnosticaron Parkinson y Emiliano Pinsón, lejos de bajar los brazos, decidió pelearla. Hace apenas una semana le dijeron que el diagnóstico cambió , es un Parkinson atípico, más agresivo. Esta vez tampoco bajó los brazos, pero tomó algunas decisiones que favorecen su día a día. En una charla con LA NACIÓN, el periodista deportivo cómo se sintió cuando el médico le dio la noticia, cuáles son esos cambios de rutina que necesita hacer y además habla de la historia de amor que vive con Laura, desde hace seis meses. “El diagnóstico cambió y pasó a ser un Parkinson atípico. La enfermedad arranca de una manera y a los tres o cuatro años puede variar. No está estudiado el desarrollo del Parkinson atípico porque no tiene un patrón de conducta. Es una atrofia sistémica y si leés en un libro de qué se trata, dice que me queda poco tiempo, con todas las excepciones de cuidado y medicación. No es que me voy a morir mañana, todo depende de muchas cosas y de cada uno, sobre todo”, detalla Pinsón.

-¿Qué sentiste cuando te dijeron que el tipo de enfermedad que tenés es más agresiva de lo que pensabas?

-Me acompañó Laura, mi pareja, y la verdad no esperaba que me dijeran eso. Nos lloramos todo . Me tomé unos días para hablar con mis hijos, ya se los conté y después lo dije en mi trabajo. Ahora hay que mirar para adelante y que la herida vaya cicatrizando. No me voy a quedar en “por qué a mí” otra vez. Toca esta y vamos para adelante. Mi mirada siempre es positiva.

-Estás en pareja y la conociste cuando ya tenías el primer diagnóstico, ¿cómo es esta historia de amor?

-Hace seis meses que estamos juntos. Es una hermosa historia de amor. Ella vive en su casa con su hijo, yo tengo los míos que ya están grandes. Nos conocíamos de hace mucho y nos reencontramos. Es importante el amor. Yo no pensaba volver a enamorarme después de 11 años y apareció porque no lo buscaba. El reencuentro se dio de una manera muy linda y hasta aniñada porque fue muy inocente. Hay como un prurito de que uno no se puede enamorar porque está enfermo, y yo pude hacer. Yo me enamoré después de 11 años. Está en nosotros darle el lugar a una enfermedad X. Hay gente que no lo habla, no lo dice, tira todo debajo de la alfombra, no se enamorara, no tiene más sexo, se acabó la vida y no es así. Para mí hay que vivir como siempre. Llevo varias vidas en una y sigo.

-Es importante tener una pareja que te apoye...

-Sí, es fuerte. Me acompaña mucha gente además de mi familia y mis amigos. Y Laura también. Pero es verdad que es lindo tener un amor, sentirse querido por lo que sos más que por lo que mostrás. Es muy compañera y me ayuda mucho. Mis hijos están grandes, tienen sus cosas, sus trabajos, sus vidas y mis amigos también tienen sus cosas. En mayo nos vamos de vacaciones con mi hija Vicky, de 16 años. Y Joaquín y Valentín tienen 24 y 23 años.

-¿Qué necesitás cambiar a partir de ahora?

-Cuando me dieron la noticia, hace una semana, me dijeron que tengo que tomar la misma medicación, pero necesito dormir más porque hace tres años que duermo cuatro horas . Entonces tengo que cambiar el horario de trabajo. Hablé con Gastón Recondo, con quien estaba por las mañanas en D Sports y con el director de la radio y me dijeron que lo que necesito, lo tengo. Así que empiezo a trabajar a las 14 en la radio, sumándome al programa de Daniel Retamozo, Más de una copa. Sigo con mi programa de los domingos a las 11, Andan diciendo, y en ESPN voy a estar a la noche. En la reunión, el director de la radio me abrazó llorando, me dijo que la gente me quiere, que ellos me quieren y que me quedo en la radio. Nunca se habló de que me rajaran o que yo renunciara. Voy a seguir hablando de fútbol, como siempre, con mis compañeros. Simplemente, tengo que dormir mejor. El otro día dormí siete horas después de mucho tiempo y me siento mejor, hasta me dicen que tengo otra cara. Me levantaba 4.40 para ir a la radio y nunca me acostaba antes de las 12.

-¿Entonces seguís trabajando?

-Me enojó que dijeran cualquier cosa. Ni dejo de trabajar ni me queda poco tiempo tampoco. Simplemente, tengo que dormir 8 horas, comer bien, hacer ejercicio y llevar una vida sana . Más que nada ordenada. Eso necesito, una vida ordenada. Estoy bien, me siento bien. Me puse triste porque es un programa que me gusta y quiero a la gente, pero no abandono la profesión ni me jubilo. Mi error fue contar lo que dicen los libros sobre la enfermedad. Después, hay muchas variantes. Hasta lo dije como una humorada.

-¿Alguna vez pensaste en bajar los brazos?

-La vida es una sola y hay que aprovechar el momento. El pasado pasó y no tiene solución, al futuro no lo podés manejar, así que hay que vivir el presente y es lo que intento hacer. No soy un sabio ni un gurú, tomo la vida como siempre, con algunas dificultades más. Tengo un equipo que me acompaña: nutricionista, kinesiólogo, profe de gimnasia, fonoaudiólogo. Quizá es fuerte que lo diga, pero todos nos vamos a morir algún día y quizá yo tenga más información por este tema de salud.

-¿Y buscaste en este tiempo alguna ayuda espiritual?

-No soy creyente y nunca lo fui. En mi grupo de amigos hay un par que empezaron a leer sobre cuestiones como medicina natural, cannabis, melena de león, flores de Bach que me están recomendando y voy a investigar de qué se trata. Siempre me costó lo espiritual, no significa que lo niego tampoco. Me apoyo en la medicina y la ciencia, no sé qué va a pasar en dos años. Me considero un tipo normal, tengo dificultades como cualquiera. Tardo más en cambiarme, hago algunas cosas más lentas, pero trato de hacer mi vida de siempre y es la única manera de combatir lo que me pasa.