Emily Blunt habló a corazón abierto sobre su el trastorno del habla que marcó su infancia: “Es biológico y a menudo es hereditario, no es tu culpa”

Joe Biden, el actor James Earl y la actriz Emily Blunt son tres celebridades que pasaron por este problema
Emily Blunt habló a corazón abierto sobre su el trastorno del habla que marcó su infancia: “Es biológico y a menudo es hereditario, no es tu culpa” - Créditos: @AP

Emily Blunt se convirtió en la voz promotora de un trastorno del habla que padece desde la niñez: el tartamudeo. La actriz fue la conductora de un evento organizado por el Instituto Americano del Tartamudeo, el cual busca recaudar fondos para ayudar a los niños que padecen esta dificultad a mejorar su capacidad de comunicarse y decidió dar testimonio acerca de cómo la actuación la ayudó a mejorar su condición.

En una charla con la revista People, la estrella dijo que para ella es importante seguir “hablando abiertamente” sobre su experiencia con ser tartamuda, “una discapacidad de la cual la gente no sabe mucho”. “ Para mí la actuación fue una especie de invitación a hablar con fluidez por primera vez”, reveló y manifestó que si bien su tartamudeo no se curó por completo, si disminuyó mucho. “Una vez que eres tartamudo, siempre serás tartamudo ”, aclaró en su discurso la protagonista de Un lugar en silencio.

“ No diría que el tartamudeo es la razón por la que me he aventurado a actuar, pero fue bastante impactante la primera vez que pude hablar haciendo una voz tonta o un acento fingiendo ser otra persona ”, le dijo Blunt a la revista. “La gente no hablará mucho de esto si no tiene suficiente exposición, y hay millones de personas en todo el mundo luchan con este trastorno”, expresó.

Emily Blunt
Emily Blunt

Blunt habló también de la importancia que tiene la palabra hablada. “Creo que es una fuerza que mueve mucho”, reflexionó. “Si no puedes expresarte, no puedes ser tú mismo. Y hay algo muy conmovedor en liberar a la gente de las garras de un impedimento del habla, porque es como una especie de impostor que vive en tu cuerpo”.

La actriz había revelado hace unos días que su abuelo, su tío y un primo son tartamudos, y que ella misma notó esta dificultad al hablar cuando tenía alrededor de 6 o 7 años. “ Es biológico y a menudo es hereditario, no es tu culpa ”, contó. “Creo que es, muy a menudo, una discapacidad que a la gente la intimida porque provoca que se burlen de ella, por lo que siento que para crear conciencia sobre lo que realmente pasa, está bueno contar con este lugar que ofrece esta increíble organización. Para mí es muy importante estar aquí”, explicó.

Blunt ha participado activamente en la recaudación de fondos y en los discursos a favor del Instituto Americano del Tartamudeo, y ha sido anfitriona de la gala benéfica de la organización en varias ocasiones en el pasado.

Al reflexionar sobre su infancia, la actriz también le dijo a la revista People que fue un profesor el que la animó a presentarse en la obra de teatro del colegio después de darse cuenta de que no tartamudeaba cuando se hacía pasar por otros. A los 12 años, la actriz descubrió que cuanto más se perdía en los personajes, menos cohibida se sentía y más disminuía su tartamudez .

Ahora, Blunt ayuda a los niños a encontrar formas similares de sobrellevar la situación a través de su trabajo con el Instituto: “ Creo que de todas las causas que hay, mi trabajo con la comunidad de tartamudos es la que más me llega al corazón, probablemente debido a mi propia experiencia personal con ella ”, expresó. “Acá entienden que la forma en que estos niños se relacionan con su tartamudez suele ser el problema”, agregó. “Tienes que enamorarte del hecho de que tienes una tartamudez para aceptarla. Pero no es todo lo que tienes, todo el mundo tiene algo, y esto es sólo lo tuyo”.

Ya en el pasado, Blunt había contado que solía tartamudear más frente a familiares y amigos que cuando estaba con extraños. “Es bastante raro, tartamudeo menos con una persona que no conozco. Y luego, con mi familia o mi marido me cuesta más, es extraño”, explicaba. ” Cuando era una niña y al principio de mi adolescencia no hablaba mucho porque no podía. Puede que eso fuera algo bueno porque me empapé de todo como una esponja. Pero no lo recuerdo como una cosa consciente. Creo que lo único que no quería era hablar. Me sentía muy avergonzada ”, aseguraba la actriz británica en 2011, en siálogo con la revista Stella.