Con mucha emoción, Hernán Piquín presentó a Agustín Barajas, su novio español: “Fue amor a primera vista”
Este mediodía, Hernán Piquín pasó por Los ángeles de la mañana y presentó a su novio, Agustín Barajas, en vivo. Desde hace tres años en pareja, el bailarín reveló qué es lo que más lo enamoró de este español y aseguró que muy pronto vendrá a la Argentina de visita.
“Lo conocí mientras hacía una gira por España y fue amor a primera vista”, comentó el jurado de “La Academia” mientras revelaba qué fue lo que más lo enamoró de su colega, de 33 años. “ Me enamoró su persona, que es muy buena gente, muy de la familia. Muy cariñoso, amable ”, indicó.
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Enseguida, el conductor del ciclo presentó al joven bailarín que conquistó el corazón de Piquín. “Yo no sabía quién era ni la repercusión que tenía en Argentina. Para mí era uno más del elenco. Cuando lo conocí le dije: ‘¡Qué sonrisa más bonita tienes!’ y ahí ya hubo un feeling, una conexión y pasó lo que tenía que pasar. Hubo muchísima complicidad de entrada, coincidíamos en gustos, conversaciones, él es muy cariñoso”, confesó Agustín, por videollamada.
Al hablar de cómo es su vida en España, el joven mostró la casa con vista al mar que comparten en Granada y aseguró que les gusta hacer deporte, correr y visitar ciudades. En cuanto a cómo es Piquín en la intimidad, reveló: “Yo le digo ‘vida’ porque es una expresión que se utiliza mucho acá en España. Él a veces se pone un filtro para que no le hagan daño. Prefiere no oír todo lo que se dice de él porque es muy sencillo, muy noble, muy generoso”.
Lo cierto es que a pesar de la distancia la relación va viento en popa. Y si bien los compromisos laborales los mantienen alejados por el momento, Agustín no descarta venir a visitarlo en los próximos meses. “ Me encantaría ir, pero tengo una gira que comienza ahora con mi compañía de danza. Tengo 12 fechas en agosto, pero ya en septiembre tengo libre e iré ”, prometió el joven.
“Hace cuatro meses que no nos vemos (...). En dos oportunidades, iba a venir de sorpresa y me llamó llorando desde el aeropuerto que no lo dejaban subir al avión porque acá habían cerrado la frontera”, explicó Piquín con la esperanza de que en septiembre todo sea diferente y puedan, al fin, reencontrarse.
En 2019, Piquín era uno de los participantes del “Súper Bailando”, pero abandonó el ciclo aduciendo que, con sus devoluciones, algunos de los miembros del BAR le faltaban el respeto. “Ensayamos un montón y adelantamos muchos ritmos, justamente por mis compromisos afuera. No me gusta hacer previas; no la paso bien. Bailo desde los 10 años y me concentro en eso y hacer la previa me saca. Supongo que debo tener la vara muy alta porque soy un bailarín profesional, pero nada les gusta, siempre falta o sobra algo. En breve necesito viajar sí o sí: fui corriendo mis compromisos en España y ahora me tengo que ir tres semanas seguidas. Voy a hacerlo hasta que pueda. Si hay un suplente, voy a dar un paso al costado y ese suplente va a quedar fijo para no estar yendo y viniendo. Una cuestión de respeto”, aseguraba por entonces.
A su disconformidad con el trato recibido en el certamen, se le sumó un grave hecho de inseguridad que había vivido en 2017: “Yo había salido del ‘Bailando’y como en casa no tenía nada para comer, paré a comer algo y llegué a mi casa. Me abre la puerta de acceso al barrio una persona que estaba con chaleco de policía. Yo pensé: ‘¡Qué raro! No lo conozco a este guardia, nunca lo vi. Pero como tenía chaleco de policía, dije: ‘Será policía’. Entonces, entro muy despacio con el coche, porque la situación me pareció extraña. Para llegar a casa tengo que hacer 300 metros, y cuando estoy yendo veo a tres personas agazapadas cruzando en la oscuridad de la calle. Di vuelta el coche, y cuando los veo venir hacia mí corriendo, apuntándome con las linternas en la cara como para cegarme, aceleré. Bajo el vidrio y empiezo a gritar que hay ladrones en el barrio. Entonces, se empezaron a despertar todos los vecinos e hicieron sonar las alarmas de sus casas”.
“Una vecina se asoma y le digo que se meta adentro y llame a la policía, y en ese momento fue el primer disparo, que entra al auto, pasa por el baúl y pega en el asiento en el que yo viajaba. Pegó justo en un el único hierro que cruza el asiento. Pego ahí y cayó la bala”, explicó. “Después, fueron 13 tiros más que entraron a la casa, porque yo frené a mitad de cuadra y, cuando me empiezan a disparar, doblo. Y cuando doblo, los disparos llegan a las casas”, continuó. Ese hecho, ocurrido en un barrio privado de la zona de Pilar, fue determinante para él a la hora de decidir instalarse en España.