Entiendo el cabreo de Cepeda con ‘Socialité’, aunque no hayan sido las mejores formas

El cantante Luis Cepeda ha mostrado en redes su enfado con 'Socialité'. (Foto Alberto Ortega/Europa Press vía Getty Images)
El cantante Luis Cepeda ha mostrado en redes su enfado con 'Socialité'. (Foto Alberto Ortega/Europa Press vía Getty Images)

Catetos”. “Socialimierda”. “Barriobajeros”. Esos son algunos de los calificativos que el cantante Luis Cepeda ha dedicado en las redes sociales al programa Socialité de Telecinco en la jornada de este domingo. El artista, al que conocimos gracias a programas como La Voz y Operación Triunfo, manifestaba así su descontento por haber aparecido en este magacín por una cuestión sentimental, que además, según sus palabras, sería una información incierta. Si nos quedamos en el fondo, y no en la forma, es fácil entender el cabreo de Cepeda, si bien, ciertamente, podría haber dicho lo mismo con otras palabras mejor elegidas.

Uno de los contenidos de Socialité de la entrega de este 23 de octubre fue un posible idilio de Cepeda. Según narraron, habría sido visto con Lizz Emiliano, conocida por su paso por Gran Hermano 10, dándose besos en una discoteca de Madrid. Y añadieron que ambos acabaron la velada entrando a un mismo portal, por lo que todo apuntaba a que hubieran vivido una noche de amor.

Y esto es lo que ha hecho que el gallego salte como un resorte. Por un lado, entendemos, porque él jamás ha comercializado con su vida privada. Ha sido siempre muy discreto, incluso cuando mantuvo una relación con su compañera de OT Aitana Ocaña. Pero lo que de verdad parece que le duele es que ahora mismo genere noticias por algo que se aleja de su carrera artística, justo cuando acaba de lanzar un nuevo álbum titulado ‘Sempiterno’.

GUÍA | Los pasos que tienes que seguir para poder ver un tuit no disponible por tus preferencias de privacidad

En su perfil personal de Twitter, Cepeda ha lamentado cómo ha estado dos semanas dando muchas entrevistas para hablar de este trabajo, que incluye 13 temas, incluso cuando su salud no estaba para tirar cohetes. Había conseguido que al buscar su nombre en los buscadores de Internet solo se hablase de su música… Hasta que Socialité ha sacado la información de marras, que sería “algo inventado”, “noticias falsas de supuestos líos”.

El artista nunca se ha caracterizado por usar con maestría las redes sociales, y esta vez no ha sido muy diferente. Ha publicado un hilo en el que carga con fuerza contra Socialité, regalándole los calificativos que recogíamos al inicio de este texto, así como otros: “rastreros”, “lameculos”. Incluso asegura que a“las cadenas de cotilleo” no les sentaría bien el “estar en contra de exponer tu vida privada”, y habla de un “plan” para“inventar algo que se coma todo el trabajo realizado”. Vaya, que si la información de su presunto idilio con Lizz Emiliano sale ahora es solo porque tiene un nuevo disco en el mercado, como si hubiese alguien con un especial interés en poner palos en sus ruedas. Incluso afirma que ya en el pasado le hicieron una jugada similar.

¿Que Cepeda podría haber hecho esta misma denuncia sin caer en descalificaciones, exponiendo su punto de vista de una forma más serena? Por supuesto, porque sus palabras están siendo replicadas por este medio y por tantos otros. Pero no por eso deja de ser comprensible su enfado, pues en el actual mercado musical cuesta mucho hacer promoción, incluso a una persona como él que se ha metido muchas horas en nuestra casa a través de la televisión.

De hecho, si hablamos en concreto de la pequeña pantalla, podemos darnos cuenta de cómo no hay casi programas para que los artistas hagan promoción. No hay espacios dedicados a la música, como mucho, se puede hacer alguna pequeña entrevista y poco más. Hace mucha falta una ventana en la que los artistas como Cepeda y tantos otros puedan ir a hacer lo que mejor saben, que es cantar, presentar sus nuevos proyectos, ya sean discos, sencillos, giras o lo que corresponda.

No deja de ser triste, por así decirlo, que cantantes como Cepeda solo existan para una cadena si se besa de fiesta con Lizz Emiliano o con quien le salga de las narices, y que para el resto sea una persona famisa casi invisible. Y no digamos ya si, como él asegura, todo lo que han contado es algo que no se ajusta a la realidad. Si nos ponemos en sus zapatos, seguro que casi cualquiera de nosotros habría reaccionado igual. Aunque las palabras que habríamos utilizado para manifestar el enfado, probablemente, serían otras mejor elegidas.

Más historias que podrían interesarte: