Entramos en la fiesta más familiar de los Grecia y Borbón
Después de seis años de espera, el 28 de septiembre, Teodora de Grecia y Matthew Kumar pudieron celebrar su gran boda griega. Una ceremonia en la que todos los invitados pudieron gozar de "la cultura, la hospitalidad y la identidad griega”. Un finde de semana completo que culminó con un brunch de despedidapara 150 invitados en el hotel One & Only Aesthesis, en la playa de Glyfada. Un último adiós que los miembros de la Casa Real Española no se quisieron perder.
Como la mayoría de los familiares y amigos se hospedaron en ese mismo lugar, era fácil organizar un gran convite final en el que seguir compartiendo recuerdos y rememorando la felicidad del día anterior. La propia princesa, recién casada, se encargó de que todos los presentes estuvieran cómodos en aquel resort de ensueño -que ya había sido el escenario del banquete nupcial y la fiesta posterior-; donde los jardines, los restos arqueológicos, el paseo marítimo y un club de estilo retro chic hacían del sitio un lugar de película al borde del mar Egeo.
Durante aquellas horas, se pudo observar la estrecha relación que guarda la Familia Real helena con la reina Sofía, las infantas Elena y Cristina, Irene y Miguel Urdangarin, y la Familia Real danesa; que no dudaron en seguir marcando estilo en el último y tercer día de celebración. Por un lado, las infantas optaron por escoger unos vaqueros blancos, unas camisetas estampadas y unas deportivas para disfrutar cómodamente de las últimas horas. Por otra parte, tanto la princesa Teodora como Alexia de Grecia, eligieron el color verde como protagonista de sus vestimentas. Irene Urdangarin, siguiendo la estela de su madre, también se decantó por un conjunto vaquero que combinó con un collar de eslabones marinero. Las hijas de la princesa Alexia lucieron unos diseños muy veraniegos. Y, por último, doña Sofía escogió unos pantalones rosas a juego con una camisa de maxiflores estampadas.
“Su amor por Grecia”
Sin duda, la boda fue una oda a todo el cariño y el amor que los novios sienten por la tierra natal de la princesa. El lugar, la comida, el paisaje que evocaba los paisajes de Riviera ateniense e incluso los regalos que Teodora y Matthew eligieron para sus invitados, todo estaba pensando al milímetro "como reflejo de su amor por Grecia”. Tan importante en sus vidas, que el primer destino de su luna miel han sido las idílicas islas griegas -aunque todavía falta por descubrir por dónde continuará su viaje de novios-.