Es normal que esté melancólico después del sexo (y puede durarle horas)

Quedarse triste o deprimido después de mantener relaciones sexuales es bastante habitual. ¡A ellos también les pasa! Presta atención a estos síntomas y entenderás por qué tu chico tiene alergia a los abrazos post coito

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Parece que los hombres pueden encontrar el sexo tan ‘insatisfactorio y vacío’ como las mujeres, pero han estado guardando el secreto durante años. (Foto: iStock/Getty)

¿Quién no ha sentido un bajón emocional después de practicar sexo? No pasa siempre, pero pasa, y hay una razón para ello. Según el psiquiatra estadounidense Richard Friedman se trata de un trastorno que tiene lugar durante la fase de resolución (de la respuesta sexual) y tiene su origen en la amígdala.

La melancolía poscoital es una depresión pasajera muy común y no tiene una causa definida. Se llama ‘disforia postcoital’ (PCD por sus siglas en inglés) y aunque existen muchas teorías al respecto, la más aceptada es que responde a motivos biológicos. La PCD es producto de un efecto rebote en la amígdala, que rige emociones como el miedo y la ansiedad.

Esta parte del cerebro se’paraliza’ durante el coito. Después del orgasmo, recupera sus niveles y vuelve a recordarnos que los problemas siguen ahí. La disforia poscoital sería, para Friedman, un efecto secundario de la vuelta a la realidad después del maravilloso impasse que supone el sexo.

Es decir, el sexo inhibe el vínculo de las personas con las situaciones o problemas que les provocan malestar o conflicto, pero tras el encuentro, la amígdala vuelve a funcionar para recordarnos que eso que nos preocupa sigue ahí y no ha desaparecido.

Según un estudio realizado en 2015 por el Instituto de Tecnología de Queensland (Australia), una de cada tres mujeres sufre PCD con independencia del grado de satisfacción alcanzado durante la relación sexual.
Según un estudio realizado en 2015 por el Instituto de Tecnología de Queensland (Australia), una de cada tres mujeres sufre PCD con independencia del grado de satisfacción alcanzado durante la relación sexual.

Por supuesto, hay otras explicaciones posibles. Podría deberse a la ‘separación’, que al corazón le cuesta admitir que tras una unión tan intensa entre la pareja todo de desvanezca tan rápido después de tener relaciones. Esto provocaría una profunda sensación de tristeza.

Algunos indican que existe una predisposición biológica que originaría jaquecas producto de los cambios hormonales que se dan al momento del orgasmo. Otros dicen que se trata de una respuesta provocada por las hormonas. Durante el orgasmo, el cuerpo libera dopamina que es responsable para la excitación sexual y después de eso se libera prolactina. Dicha sustancia es la responsable del ‘bajón’ anímico que sucede al sexo.

Otros autores señalan que el origen estaría ligado a la concepción que tenemos del sexo producto de nuestra educación y valores religiosos; lo cual pudiera ocasionar sensaciones contradictorias respecto del acto sexual. Esto generaría un sentimiento de culpabilidad por ciertos tabúes sexuales.

Acabáis de hacerlo, te gustaría que él te abrazara y quedaros dormidos haciendo la cucharita, ¡sorry! Alcanzado el clímax, él ha perdido el interés. Pero no lo hace a propósito. ¡Es una cuestión hormonal!
Acabáis de hacerlo, te gustaría que él te abrazara y quedaros dormidos haciendo la cucharita, ¡sorry! Alcanzado el clímax, él ha perdido el interés. Pero no lo hace a propósito. ¡Es una cuestión hormonal!

También podemos sentirnos mal después del sexo si estamos inmersos en una crisis de pareja que nos hace cuestionarnos la relación una vez que pasa el subidón erótico. Incluso es posible que se deba a la insatisfacción sexual si no somos capaces de llegar al orgasmo, lo que estaría a su vez asociado a grandes cuotas de frustración.

Según explica el experto, Cuando han tenido orgasmos, tanto hombres como mujeres experimentan una fase de resolución después del sexo, y esta fase es diferente en ambos sexos. Normalmente el pene se vuelve flácido muy rápidamente y una vez que ha vuelto a su tamaño normal, un hombre se relaja y se siente somnoliento”.

“Pero con las mujeres, continua, se necesita un tiempo para que la vagina vuelva a la normalidad después del orgasmo, hasta 15 minutos. Por lo tanto, hombres y mujeres suelen estar fuera de sincronía”.

Si una mujer no tiene un orgasmo, la hinchazón del clítoris puede durar varias horas. No es sorprendente entonces que a algunas personas les gusta acariciar, a otros les gusta estar solos y unos pocos experimentan lo que se describe como ‘Bedroom Blues’.

Pues bien, sea cual sea la razón, lo cierto es que aunque el 46 por ciento de las mujeres sufren disforia post-coital (PCD), ​​​​​​un estudio de 2017 ha demostrado que también hay hombres con PCD que se sienten doloridos e irritables.

El caso es que esa sensación de vacío, depresión, angustia e incluso mal humor que algunos sienten después del sexo sigue siendo un misterio.
El caso es que esa sensación de vacío, depresión, angustia e incluso mal humor que algunos sienten después del sexo sigue siendo un misterio.

De hecho, los investigadores afirman que los hombres pueden entrar en una depresión profunda y sentir dolor e irritabilidad durante horas. Y, ¡ojo! que ese desazón (común a ambos generos) puede prolongarse incluso hasta 4 horas después de haber tenido sexo.

Lo que pasa, apuntan los autores, es que mientras que las mujeres tienen fama de emocionarse después del sexo, y no lo disimiluan, “los hombres también se emocionan, pero no lo demuestran”.

La tristeza que algunos hombres sienten en este momento puede deberse al contraste entre la alegría de despertar y sentirse como un superhéroe y la sensación de que las hormonas se desgastan”, concluyen.

Solo cuando la ‘depresión’ se produce de modo muy frecuente y sus efectos se prolongan durante más tiempo, resulta problemática para quien la padece. En ese caso, se aconseja tratamiento.

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