¿Es posible revertir la incontinencia urinaria? Lo que recomiendan los expertos
Es posible que en algún momento, un escape pueda ser parte de alguna anécdota que en principio parezca chistosa. Pero una pérdida frecuente, en realidad, no debería ser graciosa, ni es normal. Es incontinencia urinaria, problema común que si se trata adecuadamente y a tiempo puede tener solución.
Si cada vez se hace más complicado sostener las ganas de ir al baño sin que tengas que correr antes de dejar ir un chorrito, puedes estar ante algún tipo de incontinencia, lo cual puede determinarse con supervisión médica de síntomas como escapes cuando tosemos o estornudamos, cuando se levanta algo pesado o hacemos ejercicios, en incluso cuando nos reímos.
También puede ocurrir que sientas ganas urgentes de ir al baño de forma repentina y te cueste llegar a tiempo y, en todos los casos, se convierte en un verdadero problema si interfiere en tus actividades diarias o afecta tu calidad de vida, con lo cual hay que consultar al médico.
Son muchos los factores que pueden influir en la aparición de incontinencia urinaria. La edad es de lo principales, de hecho se relaciona con la menopausia; condiciones temporales como el embarazo; y enfermedades subyacentes. También hay factores de riesgo como el tabaquismo, la obesidad e incluso los antecedentes. Sin embargo, así como es común, también su solución ofrece un panorama alentador que dependerá, en gran medida, del tipo de incontinencia urinaria que se padezca.
La doctora Sofía Herrera, médico ginecólogo quien junto a la doctora Klara Senior dirige la plataforma Tu Salud Íntima, explica que es muy importante entender el tipo de incontinencia urinaria que se tiene.
“La incontinencia urinaria de esfuerzo se da por la debilidad de las estructuras que sostienen la uretra. Cuando está en unas etapas iniciales, es decir en grado I, se puede revertir 100% fortaleciendo estas estructuras de soporte, a través de ejercicios de Kegel”, explica. Cabe decir que estos ejercicios pueden ser practicados también por hombres para, además, mejorar sus erecciones.
Herrera agrega que la incontinencia urinaria de esfuerzo también se puede mejorar a través de la terapia de ondas electromagnéticas, y a través del uso de láser. “Estas opciones no tienen el soporte de estudios clínicos robustos, pero tienen buenas perspectivas. Además, también se puede mejorar con la rehabilitación fisioterapéutica en consultorio, en la cual se usa electroestimulación y ejercicios guiados”.
De esta manera, la especialista afirma que la incontinencia urinaria de esfuerzo en grado I, sí se puede revertir. Además, agrega que la grado II puede mejorar muchísimo y hay casos de curación con terapias alternativas no quirúrgicas, como las mencionadas anteriormente.
“En la mayoría de los casos de IU grado II y grado III se resuelven con cirugía. Actualmente esta operación es mínimamente invasiva y se hace a través de la vagina con unos dispositivos que son como unas pequeñas cintas que se colocan por debajo de la uretra, se tapan con la vagina y hacen el soporte que el organismo ya no tiene. Son muy eficaces, pero en algunos casos la incontinencia puede regresar”.
Esto puede ocurrir, según explica la experta, cuando el factor de riesgo persiste, es decir, cuando la persona no cambia sus hábitos y mantiene presentes los hábitos que influyen en que sufra de incontinencia urinaria. La condición regresa o no se cura.
“Por ejemplo, las mujeres que son obsesas, que tienen el hábito del tabaquismo, son tosedoras crónicas, que no se nutren bien, por más que las operen, la incontinencia puede volver. Si la paciente cumple con las medidas adecuadas, si es una incontinencia leve, grado I, hace ejercicios, baja de peso, se nutre de forma adecuada, evacua sin pujar, puede tener curación por el resto de su vida”.
Por otra parte, está la incontinencia urinaria de urgencia, que es producida por una inestabilidad del músculo de la vejiga. “Este órgano es como un globito que se contrae y se estira. Ese músculo puede contraerse no a voluntad de la persona, sino por un reflejo, y puede contraerse de forma desordenada con frecuencia. Cuando eso sucede, podría revertirse con reeducación miccional, es decir con el aprendizaje de una serie de conductas destinadas a dar orden al ciclo de micción”.
La médico destaca que el tratamiento que combina reeducación miccional, ejercicios de Kegel y algunos medicamentos diseñados para tratar esta condición -cuyo término médico es vejiga hiperactiva- pueden dar muy buenos resultados para ese tipo de incontinencia.
Lamentablemente, existen casos en que la incontinencia urinaria no se puede revertir. Por ejemplo, cuando hay problemas neurológicos por otras enfermedades que dañan el músculo de la vejiga. Se pueden mejorar en algunos casos con ejercicios de Kegel, pero no eliminarse completamente la condición.
Herrera explica que existen otros tipos de incontinencia urinaria: por deficiencia del esfínter interno de la uretra, por antecedentes de traumatismos, o cirugías, que son mucho más difíciles de corregir, pero sí se están diseñando nuevos tratamientos que busquen dar algunas soluciones en estos casos que son menos frecuentes.
Ayúdate en casa
Además de procurar buenos hábitos como la práctica de ejercicio físico, cuidar el peso para evitar la obesidad, evitar el estreñimiento ingiriendo suficiente fibra y evitar a toda cosa aguantar la orina mucho tiempo, hay algunos alimentos que, según la naturópata Rosa Guerrero de CuerpoMente, pueden ayudarnos a mantener en forma la zona, controlar los reflejos e incluso equilibrar las hormonas.
Algunos de ellos son vegetales de hoja verde, frutos secos como almendras y nueces, tomates, avena y legumbres. Estos contienen magnesio y vitamina B6, nutrientes que contribuyen a mantener a raya la incontinencia, sobre todo si es de origen nervioso.
Las semillas de calabaza, o de auyama, por otra parte, contienen sustancias, como lignanos y enzimas, que ayudan a regular las hormonas lo cual influye en la firmeza del suelo pélvico. En este mismo sentido, son muy convenientes los alimentos que estimulan la producción de colágeno, pues este brinda elasticidad y resistencia a tejidos y órganos.