Por esto la vitamina E es un valioso aliado para la piel
Quienes tienen disciplina cuidando su piel, saben que en alimentos como frutas y vegetales pueden encontrar aliados que embellecen, gracias a los nutrientes que contienen. Sin embargo, estos nutrientes en cremas, geles, sueros y muchos otros productos también pueden aportar su buena dosis de beneficios. Tal es el caso de la vitamina E, tan presente desde siempre en los tocadores de las mujeres a lo largo de varias generaciones.
Este nutriente, del cual se dice que ofrece beneficios para prevenir y hacer más lentos los procesos de envejecimiento a cualquier edad, también es recomendable incorporarlo de forma tópica a partir de los 30 años de edad dentro de nuestras rutinas de belleza. Estas son algunas de las razones.
Según los Institutos Nacionales de Salud, la vitamina E en el organismo estimula el sistema inmune para que pueda ser eficiente a la hora de combatir bacterias y virus. También ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, y participa en la labor de las células para cumplir distintas funciones.
Pero además ayuda a proteger nuestras células de la oxidación causada por radicales libres que se acumulan dañando otras moléculas, propiciando la aparición de enfermedades y también el envejecimiento. Así lo demuestra un estudio que arroja entre sus hallazgos, la eficiencia de esta vitamina en el tratamiento de afecciones de la piel, y en una buena cicatrización.
Es justamente este poder antioxidante lo que han hecho de este nutriente uno de los favoritos para el cuidado de la piel. Y es que muchos podemos recordar los enormes frascos de crema hidratante con la letra E en blanco en los tocadores de madres, tías y abuelas.
A la vitamina E se le adjudica brindar luminosidad a la piel y hacerla lucir más saludable. Esto ocurre porque esta vitamina contribuye al proceso de recambio celular, con lo cual es útil para la unificación del tono de la piel y disminuir manchas, e incluso se ha demostrado que en combinación con la vitamina C, tiene efectos significativos en el tratamiento de melasmas, que son manchas causadas por factores hormonales y el embarazo y que empeoran con el sol.
Cómo usarla
Además del uso habitual que puede tener la famosa crema hidratante de vitamina E para manos y cuerpo, está el planteamiento de usarla en el rostro. La doctora Natalia Jiménez, dermatóloga entrevistada por TVE, aconseja ingerirla para hacer más eficiente su acción protectora contra la radiación solar.
Adicionalmente, Jiménez recomienda su aplicación después de la limpieza facial en la mañana, como segundo paso de la rutina de cuidado de la piel, y destaca que su uso más común y efectivo es en sueros faciales, ideales para preservar la hidratación de la piel, más aún si la combinan con la vitamina C.
4 claves para ingerir vitamina E en los alimentos
La mejor manera de consumir esta vitamina es, sin duda, en los alimentos, donde puede encontrarse de forma natural, o también como aditivo enriquecedor. Los Institutos Nacionales de Salud recomiendan que para obtener las cantidades que el organismo necesita de vitamina E hay que ingerir de forma balanceada alimentos como:
Aceites vegetales. Estos son ricos en vitamina E y pueden ser de girasol, de maíz, de soya, entre otros.
Frutos Secos. Entre los innumerables beneficios de estos alimentos está su aporte de vitamina E. Almendras, avellanas y nueces son algunos de los mejores exponentes de este grupo.
Semillas. Así como los frutos secos, un buen puñado de semillas como las de girasol, piñones o maníes brindan vitamina E a nuestra dieta.
Vegetales. Especialmente los de hoja verde son abundantes en vitamina E. Espinaca y brócoli son algunos de ellos.
Adicionalmente, entre los alimentos enriquecidos con vitamina E, están las margarinas, los jugos de fruta, y cereales de desayuno.
Aunque consumir alimentos con vitamina E no es perjudicial ni representa ningún peligro, es mejor consultar al médico antes de sumar a nuestros hábitos el consumo de suplementos vitamínicos. Las personas sanas, con una dieta balanceada y equilibrada normalmente no necesitan ni este, ni ningún otro, por lo que autorrecetarse vitaminas sí podría presentar algunos riesgos, como, por ejemplo, el aumento de sangrados, porque un exceso de esta vitamina E disminuye la capacidad de coagulación.
Asimismo, condiciones como el acné, la rosácea, el eccema, entre muchas otras, ameritan atención médica, no tratamientos caseros que en lugar de ayudar, podrían empeorar estas afecciones.