Esta es la forma más barata y sencilla de monitorear nuestra salud y puedes practicarlo ahora mismo
Se ve tan sencillo en las películas. Incluso nos parece tan fácil cuando visitamos al médico, pero cuando nosotros intentamos captarlas, las pulsaciones cardíacas desaparecen. Ameritan concentración profunda para detectarlas. O por lo menos eso le ocurre a quien escribe, cosa que además debo aprender porque el pulso es una forma sencilla y segura de monitorear nuestra salud.
Según la Fundación del Corazón, para que nuestro organismo funcione como debe, es necesario que el corazón bombee sangre a todos los órganos a una determinada frecuencia y presión -esta es la presión arterial- y para llevar a cabo esta tarea el corazón emplea mucha energía.
En este sentido, la organización destaca la importancia de controlar las pulsaciones cardíacas, dado que cuanto mayor es su frecuencia, menor es la expectativa de vida, según estudios realizados tanto en personas sanas como en pacientes hipertensos y con insuficiencia.
Pero cuánto y qué es lo normal
Aunque en su valor normal no son exactamente iguales para todo el mundo, sí se puede decir que, en general, las pulsaciones cardíacas oscilan entre 50 y 100 latidos por minuto. Pero, según la Fundación del Corazón, puede alterarse a lo largo del día como consecuencia de distintos estímulos.
Por ejemplo, al hacer actividades físicas lo normal es que la frecuencia cardíaca se acelere por encima de 100 latidos por minuto, lo que se llama taquicardia, mientras que al dormir puede estar entre 40 y 60 latidos por minuto, lo que se llama bradicardia.
Un dato interesante es que al nacer, tenemos una frecuencia cardíaca alta que puede llegar hasta 190 latidos por minuto, y luego va disminuyendo hasta alcanzar la adultez.
Algunos factores que pueden afectar la frecuencia cardíaca, además de la edad, son los hábitos como el consumo de cafeína, tabaco, chocolate en exceso, algunos medicamentos, así como también la anemia, y el desequilibrio en los valores de colesterol o del azúcar en la sangre.
Adicionalmente, si las pulsaciones son mayores de 100 latidos por minuto y no se está practicando una actividad física, es posible que haya algún desorden en la tiroides o el paciente esté anémico, diagnósticos que deberá hacer un médico.
También el aumento del ritmo cardíaco anormal puede responder a un estado de ansiedad, pues este es uno de sus síntomas junto a la sensación de nerviosismo o tensión, según se explica en Healthline, donde también se aclara que en este caso las palpitaciones suelen ser inofensivas.
El ejercicio: factor determinante
Según se explica en la Clínica Mayo, las pulsaciones ofrecen información acerca de la intensidad de la práctica del ejercicio físico. Cuanto mayor es, mayor es la intensidad.
Para saber si no se nos está yendo la mano con la intensidad y nuestro cuerpo soporta eficientemente el ejercicio debemos atender señales como nuestra respiración, que debe ser profunda y rápida pero sin dificultad; sudamos al cabo de pocos minutos de actividad y las pulsaciones están aceleradas. Para calcular la frecuencia cardíaca máxima que debemos alcanzar, la publicación CuerpoMente, sugiere una fórmula conocida entre atletas y expertos. Restar a 220, para hombres, y a 215, para mujeres, la edad de la persona. Por ejemplo, un hombre de 53 años debe alcanzar un máximo de 167 pulsaciones por minuto.
Asimismo, para mantener una frecuencia cardíaca dentro de los rangos normales, la Fundación del Corazón recomienda practicar una actividad física de forma regular, tanto aeróbica como de fuerza, además de mantener a raya el estrés.
Cómo tomarte el pulso
Según Medline Plus, tomarse el pulso puede ser muy sencillo, aunque a algunos no nos resulte a la primera. En un ambiente tranquilo, procedemos a colocar suavemente la punta de los dedos índice y medio en la parte interna de la muñeca. Esto debe hacerse por lo menos una hora después de haber practicado alguna actividad física.
La ubicación de los dedos es determinante. Aunque en películas podemos ver que simplemente se ponen en el medio, el lugar adecuado es por debajo de la base del dedo pulgar. También puede medirse en la parte posterior de las rodillas, la ingle, el cuello, la sien, la parte alta o la cara interna del pie.
Hay que presionar ligeramente y poner atención. Allí sentiremos la sangre corriendo por nuestras venas, justo debajo de los dedos. Para contar los latidos observemos un reloj de pared o de pulsera y contemos durante un minuto. Puede contarse durante solo 15 segundos y se multiplica el número de pulsaciones por cuatro. Para mayor precisión, puede repetirse un par de veces más el procedimiento y se saca el promedio.
Es muy importante que ante cualquier alteración o síntoma que observemos fuera de lo regular en nuestro organismo, consultemos al especialista, así como también insistir en una alimentación equilibrada, evitar el consumo de cigarrillo y controlar el del alcohol.
Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.
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