Es el momento del año que todos compran flores, pero cuál es su significado y qué transmiten
Deben existir cientos de historias milenarias relacionadas con el uso de las flores en el mundo. Su incorporación en la cotidianidad de las civilizaciones es muy antigua y no solamente se refiere a su utilidad decorativa, sino también a su uso en la cocina, en la medicina y también como vehículo para transmitir mensajes.
En el antiguo Egipto se utilizaban como decoración los crisantemos, las ramas de olivo, las rosas y, sobre todo, la flor de loto, y es que, según se explica en El Buen Jardinero, no se arreglaban siguiendo formas geométricas, pero sí se tenía en cuenta el simbolismo religioso y los colores, y el loto era el más sagrado de todos.
Asimismo, las coronas de flores, que se colgaba en palacios y templos simbolizaban la eternidad, mientras que en la cultura griega cada divinidad se relacionaba con una planta simbólica… las rosas blancas y rojas eran las de Afrodita, la diosa de la belleza, la sensualidad y el amor.
En América además, según se explica en un artículo de Arqueología Mexicana, la vainilla, que es un orquídea era conocida en los tiempos prehispánicos por muchos pueblos indígenas que la admiraban por su belleza y utilidad. Los aztecas, de hecho, la llamaban tlilxóchitl, que significa “flor negra” y la utilizaban para endulzar bebidas como el xocolatl.
De manera que no es nuevo relacionar belleza y significado al decorar nuestros espacios y obsequiar flores. Con ellas también estamos transmitiendo un mensaje. Además, si tenemos en cuenta todos los criterios de selección de la flor adecuada, acertaremos tanto en el fondo como en la forma.
Cuáles flores elegir en cada ocasión
Daniel Pérez Poleo, quien dirige la florería Between Flowers Design en Miami, explica que el uso de cada tipo de flor dependerá de la ocasión, del espacio y, por supuesto, del gusto de quienes quieran utilizarlas.
“En el caso de una boda, por ejemplo, depende mucho, en primera instancia del lugar donde se va a celebrar el evento. Si es un lugar abierto es ideal colocar flores más pequeñas, porque el entorno suele ser muy vistoso. Si el lugar es cerrado, que es la mayoría de los casos, se utilizan mucho hortensias y rosas acompañadas de follaje en verde, tratando de que se integren como un todo al concepto decorativo de la celebración”.
En este sentido, una opción clásica por lo que no pasa de moda, es usar bases altas con rosas y hortensias en combinación con otras flores que puedan conjugarse con la decoración. “Cada novia suele elegir su color. Las latinas son un poco más atrevidas, les gusta usar más colores dentro de la gama del rojo y el naranja. Son más alegres en su selección. De hecho, en general, las flores predilectas de los latinos son los girasoles y las orquídeas”.
Por otra parte, la flor para regalar va de la mano con la ocasión. El experto coincide con que las flores no solo son decorativas o hermosas, sino que expresan algo. “Cuando envías un ‘Mejórate pronto’, suelen ser ramos alegres coloridos, que incluyen girasoles, orquídeas, que estimulen el bienestar. Mientras que las flores que enviamos son para expresar condolencias, suelen en color blanco y en algunas ocasiones se suma la flor favorita o el color favorito de la persona que se fue”.
En el caso de regalar flores para un cumpleaños, un criterio fundamental es la edad de la persona. “Si es alguien muy joven, una quinceañera por ejemplo, se pueden usar rosas rosadas; si el regalo es para una persona mayor de suelen preparar ramos con distintos tipos de flores: rosas, tulipanes, lirios, orquídeas. Si se trata de un regalo romántico, la tradición se impone y se envían rosas rojas, sin dudar”.
El lenguaje de las flores
Entre las flores más comunes para estas ocasiones, están las rosas, las más populares del mundo por su variedad, que se identifican básicamente con el amor romántico si son rojas; con la serenidad y la paz, si son blancas; con la amistad si son amarillas; y con la bondad y la simpatía si son rosadas; pero qué hay de las demás.
La flor de Navidad, flor de pascua o de papagayo representa la llegada de la Navidad porque florece en diciembre. Según el libro Flora Tropical Ornamental de Jesús Hoyos, este arbusto es oriundo de México, pero cultivado y conocido en todo el continente americano y puede alcanzar los cuatro metros de altura.
Las orquídeas, predilectas en el mundo entero, representan fortaleza, el amor incondicional, porque crecen fácilmente y florecen en la mayoría de las condiciones. Adicionalmente se le puede otorgar un significado más profundo, puesto que en Europa, durante la época victoriana, se creía que mientras más rara era la flor que obsequiabas, más afecto expresabas.
Los girasoles, los preferidos de las personas alegres, representan felicidad, energía, ánimo, vitalidad puesto que al ser una flor que necesita estar de cara al sol, se alimenta de la luz que puede interpretarse incluso de luz divina. De manera que quien nos obsequie esta flor nos está ofreciendo un mensaje de luz, cariño y hasta admiración.
Finalmente, los lirios son también de las flores más versátiles. Pérez asegura que por su variedad -hay más de 100 tipos diferentes- es frecuente en distintos tipos de ramos, pero también en jardines y parques. En México suelen ser muy populares, de hecho, un artículo en la página gubernamental otorga significados a esta flor según sus colores. Los lirios blancos se relacionan con pureza, inocencia y belleza; los amarillos representan felicidad en el amor, gratitud y alegría; los rojos amor y seducción, mientras que los anaranjados, se relacionan con la pasión.
El secreto final: como mantener flores frescas
Al recibir un hermoso ramo de flores, muchos tenemos la ilusión de preservarlo el mayor tiempo posible. Pérez ofrece la clave para extender su frescura. “Si el ramo es para ponerlo en agua, lo recomendable es cambiar el agua y cortar un poco, no más de dos centímetros, el tallo en 45 grados cada tres días. Eso permite que se mantenga fresco por más tiempo. Si el ramo está montado en un oasis, hay que garantizarle un poquito de agua cada tres días.