La ciencia tiene una alentadora explicación para los sueños recurrentes, por más angustiantes que sean
Todos soñamos. Aunque 95% de los sueños se olvidan al despertar, soñamos entre 3 y 6 veces cada noche, y además, cada sueño dura entre 5 y 20 minutos, según Medical News Today, pero el misterio siempre ha sido el significado de estos sueños.
Siempre ha sido una intriga para todos los que recordamos nuestros sueños. Incluso algunos pasamos, muchas veces, todo el día preguntándonos por qué soñamos eso tan raro, y si es recurrente aún más.
La sabiduría popular también ha hecho su parte. No son pocas las metáforas que surgen de la creatividad colectiva, y que aunque la ciencia no lo haya comprobado, cuenta con muchos adeptos. De manera que el que sueña con insectos, encontrará dificultades y el que sueña con una novia o que se le caen los dientes, tendrá noticias sobre alguien que ha fallecido, según mitos y leyendas de abuelas.
Pero los sueños han representado materia de estudio también para el psicoanálisis, el cual los relaciona con nuestras propias vivencias, e incluso existe un diccionario freudiano en el que se da un significado a objetos y acciones que podríamos soñar de forma recurrente.
Por ejemplo, según reseña el portal, soñar que caemos representa un vestigio del miedo que tenían nuestros antepasados a dormir en la intemperie, pero según el psicoanálisis, se trata de una situación delicada que afrontar, y más específicamente denota interés por la eyaculación y puede estar relacionado con la impotencia, según un diccionario freudiano publicado en El libro de dormir del Dr. James C. Paupst.
Es infinita la gama de objetos y acciones con las que podríamos soñar recurrentemente y que no pueden relacionarse con lógica alguna, pero hay claves científicas que ofrecen otro panorama.
Un artículo publicado por Neuroscience News relata que, motivados por el hecho de que cerca de dos tercios de la población en general dice tener sueños recurrentes, el profesor de Psiquiatría de la Universidad de Montreal, Tore Nielsen y la estudiante de doctorado en Neurociencias, Claudia Picard-Deland, profundizaron sobre los factores que influyen en este fenómeno.
“Aunque el contenido exacto de los sueños recurrentes es único para cada individuo, existen temas comunes entre individuos e incluso entre culturas y en diferentes períodos. Por ejemplo, ser perseguido, caerse, no estar preparado para un examen, llegar tarde o intentar hacer algo repetidamente se encuentran entre los escenarios más frecuentes”… Lo mejor es darnos cuenta de que no somos diferentes. A mucha gente le ocurre.
Muchos de estos sueños están relacionados con situaciones estresantes o momentos de nuestra vida en que tenemos ciertas dificultades, pueden abandonarnos cuando estamos más tranquilos, y regresar con una nueva situación de estrés.
El hecho es que, antes de angustiarnos, tal vez podemos conseguir un poco de tranquilidad ante estos sueños al saber que, según los expertos, muchos estudios sugieren que son una manera de regular nuestras emociones, afrontar situaciones estresantes e incluso nos ayudan a procesar momentos dolorosos, y se repiten porque son intentos de integrar estas experiencias difíciles.
De hecho, otra investigación publicada por la Asociación Americana de Psicología asegura que el fin de los sueños recurrentes se asocia con el aumento de los niveles de bienestar que manifiestan los pacientes, lo que indica que se han adaptado o han mejorado las situaciones que resultaban difíciles en su vida.
Soñar que se te caen los dientes…
Por otra parte, Nielsen y Picard-Deland revelan algunas metáforas oníricas con las cuales se drenan algunas situaciones emocionales de las personas. “Por ejemplo, soñar con un tsunami es común después de un trauma o abuso. Es un ejemplo típico de una metáfora que puede representar emociones de impotencia, pánico o miedo experimentadas en la vida de vigilia… o estar vestido de manera inapropiada en el sueño de uno, estar desnudo o no poder encontrar un baño pueden representar escenarios de vergüenza o modestia”, de manera que los sueños frecuentes se traducen en espacios donde se drenan y manejan las emociones que están en conflicto en estado de vigilia.
Adicionalmente, los científicos revelan que, en caso de pesadillas recurrentes, una técnica que puede resultar útil es visualizar la pesadilla mientras estamos despiertos y cambiarle el final u otros elementos por situaciones positivas.
Sensaciones físicas
Cuando dormimos no estamos completamente despegados del mundo racional, muchas veces podemos percibir olores, sensaciones, ruidos, y estos pueden influir en que los sueños sean repetitivos. Por ejemplo, si soñamos que perdemos los dientes, no quiere decir que -como dice la sabiduría popular- alguien va a morir, sino que tal vez, por alguna situación tensa, estamos apretando las muelas al dormir, nos duele y esa sensación se mezcla con el sueño.
El clásico sueño de estar desnudo o en un lugar gélido puede relacionarse con ganas de ir al baño o que realmente tenemos frío porque no estamos bien cubiertos en la cama. Por supuesto, no todas las situaciones que se presentan en los sueños tienen razones fisiológicas tan evidentes, pero tal vez ayuda saber que, en este caso, las abuelas no tienen razón.