Estos son las claves de un pollo asado perfecto

Pocas comidas hay más “de domingo” que un pollo asado. Aunque no sepamos explicarlo con palabras, que la familia se reuna ante una mesa comiendo muslos, pechugas o alitas remite a momentos entrañables e incluso puede aspirarse el aroma si cerramos los ojos… Asar un pollo tiene sus normas y hemos querido profundizar en algunos aspectos que pueden hacer que este plato alcance la perfección. Para ello, hemos contado con el restaurante Kip de Madrid, donde los elaboran de una manera particular para sacar lo máximo de este humilde plato.

El pollo asado ideal debe estar doradito y bien jugoso por dentro.
El pollo asado ideal debe estar doradito y bien jugoso por dentro.

Mejor asado al carbón que en horno de gas. En Kip marinan los pollos y luego los asan al carbón. “De esta manera, aportamos todo el aroma de la brasa, haciendo que queden crujientes por fuera y muy jugosos por dentro. El carbón da un punto único”, explican.

Cortado por la mitad. En lugar de asarlos de una sola pieza, en Kip los parten por la mitad. “Esta técnica hace que el pollo pierda el exceso de grasa manteniéndolo jugoso. De esta forma, resulta un plato aún más sano”, afirman desde Kip.

El pollo ideal debe pesar… “alrededor de un kilo. Un pollo y un par de guarniciones se convierten en una comida o cena perfecta para dos personas”.

Un pollo asándose al carbón.
Un pollo asándose al carbón.

El tiempo exacto son 20-25 minutos. El asado, como toda la cocina, es una mezcla de ciencia y arte. “Nuestros pollos se asan en un tiempo que oscila entre los 20-25 minutos, pero el ojo y la mano del parrillero son la clave para conseguir el punto perfecto”, matizan.

¿Y cuándo está listo? Cuando un pollo está en su punto, “la piel está crujiente y, al cortarlo, ves que el interior está hecho pero jugoso”. Ese es el momento en el que hay que servirlo a los comensales.

¿Debe comerse la piel o es excesivamente grasa? Una de las grandes preguntas, sobre todo entre las personas que siguen algún tipo de dieta. En Kip se muestran a favor de no perderse este manjar ya que, al estar asados al carbón, los pollos pierden el exceso de grasa. “Es deliciosa”, recalcan.

¿Con cubiertos o con las manos? Para disfrutar al cien por cien de una experiencia gastronómica tan divertida como esta, en Kip recomiendan comérselo con las manos. “Si cortas el pollo en ocho trozos, resulta muy sencillo y se disfruta más”.

¿Cuáles son las salsas que mejor maridan con la carne de pollo? “El pollo es una carne que marida muy bien con una gama muy amplia de sabores. El mojo verde aporta todo el frescor del cilantro; la salsa de mantequilla al limón, un punto ácido y sofisticado; el piri piri (el tradicional picante portugués de raíces africanas) la explosión de la cayena; el chimichurri, ese toque de hierbas, etc.

El pollo va bien con multitud de guarniciones.
El pollo va bien con multitud de guarniciones.

¿Y las guarniciones? “Sin duda, las patatas fritas”, especifican en Kip. Además, el pollo combina extraordinariamente bien con pimientos asados al carbón, arroz, cuscús de verduras o la ensalada verde de toda la vida.

En cuestión de maridaje, ¿qué bebidas son las que mejor le van? “Una cerveza muy fría o un vinho verde portugués o un tinto de Douro, ambos portugueses”, especifican en Kip.