Estrenos de cine: Escalera al infierno: La fórmula de la casa embrujada, conocida pero rendidora

Escalera al infierno
Escalera al infierno

Escalera al infierno (The Cellar, Irlanda/Estados Unidos/Bélgica, 2022). Guion y dirección: Brendan Muldowney. Fotografía: Tom Comerford. Montaje: Mairead McIvor. Elenco: Elisha Cuthbert, Eoin Macken, Abby Fitz, Dylan Fitzmaurice Brady, Tara Lee, Aaron Monaghan. Distribuidora: BF Distribution. Duración: 94 minutos. Calificación: SAM 13 años. Nuestra opinión: buena.

Mientras el terror se retuerce en su estancia contemporánea a la caza de representaciones sociales y termómetros del presente, Escalera al infierno pone a prueba una vieja fórmula, aquella de la “casa embrujada”. O del Mal Lugar, como la denominó Stephen King en sus varios acercamientos literarios a esa idea. Un lugar maldito, enclave de lo ancestral frente al pulso de lo moderno. ¿Y qué mejor espacio dentro de los recovecos de una vieja casona irlandesa que su sótano, recodo de antiguos conjuros inscriptos en los peldaños de una escalera?

Como varios exponentes de esta receta, la película comienza con la mudanza de la familia Woods a una inmensa mansión situada en un bosque de Irlanda. La compraron a un precio irrisorio en una subasta y poco saben de la historia de sus antiguos dueños. Lo que queda del pasado son extrañas inscripciones en las aberturas, cuadros de solemnes académicos y un gramófono que replica una extraña ecuación. En la primera noche, tras un intempestivo corte de luz, la adolescente Ellie (Abbi Fitz) baja al sótano guiada por su madre al teléfono, quien se encuentra en la ciudad por trabajo. Apenas diez escalones separan a Ellie del fondo, pero su voz en el teléfono sigue contando, y contando, y contando.

Escalera al infierno (BF Distribution).
Escalera al infierno (BF Distribution).

Conducida por la madre (Elisha Cuthbert en su versión scream queen) que no resigna la búsqueda de su hija y la casa que preserva su misterio, Escalera al infierno expone con efectiva austeridad todo el abanico del gótico: las tensiones entre ciencia y ocultismo; la oscuridad como representación del Mal; el espacio como expresión arquitectónica de quienes lo habitan. Una iconografía conocida, pero al fin y al cabo rendidora.